Ciudad de México, 14 jun (SinEmbargo).- El hombre singular que de las carpas de los circos mexicanos donde comenzó su carrera, llegó al cielo de Hollywood ganando un Globo de Oro en 1957 y durmiendo en la Casa Blanca en 1963, invitado por el entonces presidente Lyndon Johnson, tuvo una existencia llena de matices.
Querido por el pueblo, no era muy apreciado por sus colegas y tenía unos cuantos enemigos, entre ellos el gran cantante y actor Jorge Negrete.
“Si Cantinflas se compraba el carro último modelo, Negrete, al día siguiente, tenía uno igual o mejor. Negrete envidiaba lo que Cantinflas tenía, materialmente hablando”, llegó a contar el célebre cinefotógrafo Gabriel Figueroa.
Amante de la fiesta brava y experto en el toreo cómico, fue uno de los mejores actores pagados de la época y como productor reveló una gran muñeca para los negocios.
Complejo y contradictorio, abrazaba las ideas políticas más conservadoras y, sin embargo, se sentía al mismo tiempo el representante de los pobres y desprotegidos de su país.
En la vida real quiso ser médico, pero se lo impidió la situación económica de su familia, formada por padre, madre y 15 hijos. En el cine fue bombero, policía, diputado, cura y profesor, entre otras tantos oficios.
Estudiado por antropólogos, sociólogos y lingüistas, Carlos Monsiváis dijo de su célebre personaje: “Hablaba para decir nada, los demás lo escuchaban para no entender”.
Hizo más de 50 películas y murió en 1993 a causa de un cáncer pulmonar. Tenía 82 años cuando se hizo inmortal.
LOS 100 AÑOS EN 2011
Si el actor cómico mexicano Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes quien se hiciera mundialmente famoso con el nombre de su personaje Cantinflas, al que dio vida en la mayoría de las cincuenta películas que rodó entre 1936 (“No te engañes corazón”) y 1981 (“El barrendero”), viviera, en 2011 hubiera cumplido 100 años.
Semejante circunstancia no pasó inadvertida para sus herederos ni mucho menos para sus miles de admiradores que aún recuerdan su cuerpo delgado envuelto en unos pantalones caídos, calzando zapatos arruinados, su cara pícara enmarcada por un bigote ralo y un sombrero de paja inolvidables.
Mario Moreno quiso ser médico para complacer a sus padres, pero el circo y el boxeo profesional pudieron más que los estudios universitarios y casi de forma casual se hizo cómico. Su influencia entre las masas que lo adoraban fue tal que llegó a ser llamado “El Charles Chaplin de México”.
Sociólogos y periodistas analizaron en profusos estudios su personalidad contradictoria en un país tan complejo y diverso como México.
Entre los reconocimientos que recibió se encuentra una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood, Globo de Oro en la categoría de Mejor Actor por su participación en la película “La vuelta al mundo en ochenta días” y, por los logros conseguidos a lo largo de su vida por parte de la Academia Mexicana del Filme.
El público se sentía identificado con su filosofía, con su esfuerzo por aprender siempre, con su afán por mejorar día tras día.
Los monólogos célebres del considerado uno de los mejores mimos del mundo, fueron incluso analizados por el desaparecido sociólogo y periodista Carlos Monsiváis, quien un texto se preguntó “¿Cuál es, de acuerdo a los testimonios de época, la renovación humorística y lingüística de Cantinflas que dio origen a la ideología estrictamente verbal llamada cantinflismo?”
“Aventuro una hipótesis: él transparenta la vocación de absurdo del paria, en parte desdén y fastidio ante una lógica que lo condena y lo rechaza, y encuentra su materia prima en el disparadero de palabras, donde los complementos se extravían antes de llegar al verbo. El cantinflismo es el doble idioma de lo que se quiere expresar y de lo que no se tiene ganas de pensar”, dijo “Monsi”.
LAS CARPAS EN LOS ESTUDIOS CHURUBUSCO
Desde hace unas semanas, en los históricos estudios Churubusco de Ciudad de México se levanta un set donde se reproducirán las “carpas”, como se conoce a los antiguos teatros ambulantes donde nació artísticamente, en los ‘30, el personaje de Cantinflas.
Los preparativos están en marcha para el rodaje del biopic sobre el popular cómico mexicano nacido como Mario Moreno Reyes, que comenzará el 24 de junio con el actor español Oscar Jaenada en el papel del humorista.
Jaenada ya ha encarado un desafío biográfico de enorme empeño al personificar al mítico Camarón de la Isla y además guarda un enorme parecido físico con el cómico nacido el 12 de agosto de agosto de 1911 y fallecido, a los 84 años, el 20 de abril de 1993.
“El reto de Jaenada no será interpretar a Cantinflas, el personaje, sino a Mario Moreno”, dijo a la agencia dpa el hijo del comediante, Mario Moreno Ivanova, productor asociado del proyecto.
“Si quiere interpretar a Cantinflas no va a llenar los zapatos tan fácil”, agregó. De hecho Cantinflas, el personaje, aparecerá pocas veces en la cinta.
El biopic, titulado tentativamente Cantinflas, el rey de las carpas, será dirigido por el mexicano Sebastián del Amo (Sexo, pudor y lágrimas) con guión de Eduardo Tijerina. La película se centrará en el paso del actor por Hollywood y su proyección internacional, en los ‘40 y ‘50. También habrá pasajes sobre su amistad con Elizabeth Taylor.
En las instalaciones de una universidad pública se replicarán las oficinas de Los Ángeles donde se reunieron el cómico mexicano y el productor estadounidense Michael Todd para planear el rodaje de La vuelta al mundo en 80 días, de 1957, la primera película de Cantinflas en Hollywood y en inglés.
La popular colonia Santa María la Ribera, donde nació el comediante, el Palacio de Bellas Artes, el tradicional barrio de Coyoacán y la Plaza del Zócalo de la capital mexicana serán otras de las localizaciones.
En la película, una producción de 40 millones de pesos (3,1 millones de dólares), también habrá referencias a temas de la vida privada del mimo mexicano, incluso sus infidelidades.
El director afirmó que es una responsabilidad para él hacer un biopic sobre uno de los personajes más conocidos y queridos no sólo en México, sino en América Latina y en España.
“Es lo que hemos comentado todo el equipo y Oscar (Jaenada): que este proyecto hará inflexión en nuestras carreras y que más vale que nos quede bien”, declaró el también director de la película biográfica El fantástico mundo de Juan Orol.
Del Olmo hizo hincapié en que filmarán a su propio Cantinflas y que la gente al final “quedará sorprendida”.
Además de Jaenada, actuarán en total 90 actores, entre ellos los mexicanos Giovanna Zacarías, Luis Gerardo Méndez, Ilse salas, Joaquín Cosío, Julio Bracho y Eduardo España, entre otros. Los productores son Vidal Cantú, Adolfo Flores y Alejandro Barrón.
Esta biografía dramatizada también tocará el polémico tema de la paternidad de Cantinflas y de cómo se convirtió en padre de un niño concebido fuera del matrimonio, pero con la venia de su esposa, la actriz de origen ruso Valentina Ivanova, según afirma su hijo.
“Permitiré por primera vez que se toque el tema. Mi padre quería tener un hijo, pero mi madre tenía cáncer y no podía, yo soy hijo de mi padre, pero procreado con una mujer fuera del matrimonio”, contó Moreno Ivanova.
Él dice ser hijo biológico del actor, pero su primo Eduardo Moreno Laparade, que ha librado con Moreno Ivanova pleitos por la herencia, asegura que no es hijo natural de Cantinflas, sino adoptado.
“Digo las mismas palabras que mi papá me dijo cuando cumplí 18 años, él me platicó de viva voz la historia de mi vida y eso es lo que ratifico”, afirmó Moreno Ivanova.
“Cantinflas no podía tener hijos, era estéril, a Mario Arturo (Moreno Ivanova) mi tío lo compró por 10.000 dólares y luego lo adoptó”, afirmó Moreno Laparade, presidente de la Fundación Mario E. Moreno, tras afirmar que él no fue consultado para la película y que tiene sus dudas sobre la calidad del producto final.
La única exigencia de Moreno Ivanova, como dueño de la imagen y el nombre de Cantinflas, a los productores del proyecto, fue que se hiciera “una película limpia, que no denigrara a Mario Moreno, ni al personaje Cantinflas, que no hubiera escenas de sexo, malas palabras y que fuera una película hecha para todo público”.
Con información de Juan Manuel Badillo, dpa
