Corrupción, nepotismo, abuso y hartazgo llevaron al cambio en el DF: Episcopado Mexicano

14/06/2015 - 3:00 pm
 La Iglesia católica señaló que los ciudadanos pusieron fin a la hegemonía amarilla en el DF. Foto: Cuartoscuro
La Iglesia católica señaló que los ciudadanos pusieron fin a la hegemonía amarilla en el DF. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 14 de junio (SinEmbargo).– Durante décadas la administración pública en el Distrito Federal sufrió la incompetencia de delegados y ex jefes de Gobierno, quienes dejaron la ciudad a  merced de la corrupción y de las tribus que hicieron de las demarcaciones auténticos nidos de nepotismo, encubrimiento e impunidad, motivo por el cual los ciudadanos pusieron fin a la hegemonía amarilla en las pasadas elecciones, destacó este día la Iglesia católica en México en su editorial dominical, publicado en su órgano Desde la Fe.

“Desde 1997, la Ciudad de México fue sometida al control de un partido que, por falta de competencia y renovación, se enquistó en el poder para confiarse falsamente en un respaldo perpetuo”, señaló el Episcopado Mexicano.

Indicó que los resultados de las elecciones del pasado 7 de junio cambiaron el mapa político del Distrito Federal.

Sin mencionar al Partido de la Revolución Democrática (PRD), la Iglesia refirió que la debacle amarilla fue reconocida por las dirigencias del Sol Azteca: renovarse o morir; “sin duda, presagios nada halagüeños para esa izquierda a la que el electorado pasa factura”.

El clero reconoció que la nueva fuerza política emergente en el Distrito Federal, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se llevó la mayoría de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) e importantes delegaciones por el número de habitantes y el manejo de recursos presupuestales.

“La ciudadanía espera realmente que este cambio no sea sólo de nombre para seguir perpetuando los males que aún padece el Distrito Federal”, detalló el semanario dominical.

La Iglesia católica dijo que los resultados electorales revelaron el hartazgo ciudadano, y el voto expresó la urgencia de un cambio en el sistema de partidos y añadió que a pesar de la baja participación, el 47 por ciento de los inscritos en el padrón nacional, la voluntad ciudadana dio paso a situaciones inéditas, “cuestionando el régimen actual y reconfigurando escenarios electorales para terminar con hegemonías que se pensaba eran imposibles de acabar”.

En su editorial Desde la Fe, la Iglesia calificó el estreno de las candidaturas independientes como un buen indicio para dar un respiro de aire fresco frente al tufo podrido de los partidos políticos, al confirmarse los triunfos de aspirantes sin partido a una gubernatura, a presidencias municipales y a una curul en el Poder Legislativo.

El Episcopado Mexicano afirmó que las elecciones del pasado 7 de junio manifestaron el fastidio popular hacia el tripartidismo y urgió a recuperar la credibilidad en el sistema democrático para superar los graves niveles de abstencionismo.

“Por lo pronto, no puede decirse que las cosas sigan igual, puesto que la ciudadanía manifestó su voluntad, no por partidos sino para cambiar las cosas antes de que sea demasiado tarde”, puntualizó la Iglesia católica.

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