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Redacción/SinEmbargo

14/07/2017 - 6:08 am

Al filo del Socavón / Cumplidor / Ex colaboradores de Duarte

El pasado miércoles tuvo lugar un hundimiento en el Paso Exprés de Cuernavaca, cobrando la vida de dos personas, esta construcción había sido inaugurada apenas en mayo pasado.  El colapso de la obra causó polémica pues vecinos de la zona aseguran que ya habían intentado advertir a las autoridades sobre fallas y riesgos del paso carretero.

Al filo del Socavón 
El pasado miércoles tuvo lugar un hundimiento en el Paso Exprés de Cuernavaca, cobrando la vida de dos personas, esta construcción había sido inaugurada apenas en mayo pasado.  El colapso de la obra causó polémica pues vecinos de la zona aseguran que ya habían intentado advertir a las autoridades sobre fallas y riesgos del paso carretero. Al respecto en El Universal, su Editorial, asegura que “cualquier obra que colapsa tres meses después de inaugurada sólo puede evidenciar que en su construcción hubo errores, descuidos y omisiones, y que es necesario investigar a fondo para descartar cualquier indicio de corrupción […]. Su construcción estuvo salpicada de irregularidades. Desde el inicio de la obra y hasta finales de 2016 se contabilizaron más de 70 accidentes y al menos 21 muertos; algunos lo atribuyeron a la falta de señalizaciones y otros al exceso de velocidad. Estimada en un costo de mil millones de pesos, al final se destinaron 2 mil 200 millones de pesos, más del doble del presupuesto inicial, para un tramo de 14.5 kilómetros […].Las obras fueron previstas para durar 18 meses y concluir a mediados de 2016. Luego de 26 meses, finalmente el Paso Express fue abierto en abril de 2017. Durante la inauguración y en días posteriores a ella se dijo que debido a la calidad de los materiales utilizados la obra estaba hecha para tener una vida útil de 40 años, tres meses después vemos que no fue así. Pero quizá lo más grave es […] que […] el consorcio constructor carecía de la calificación adecuada en materia de calidad y de experiencia al momento de ganar la licitación […]. Su propuesta económica, entre las más bajas, fue decisiva para obtener el contrato. Sin embargo, al final tampoco cumplió, pues el costo se elevó a más del doble […]. A todo lo anterior se añade la alerta de la población lanzada hace unos días, de que habían aparecido unas oquedades a los costados del tramo carretero, sin que la autoridad haya intervenido […]. Por tratarse de recursos provenientes de los bolsillos de la ciudadanía y de proyectos que serán usados por miles de personas, la obra pública debe cumplir los más altos estándares de calidad y de seguridad. La población delega en la autoridad la supervisión. Si no se cumplió con esa parte, deben conocerse y castigarse a los responsables”.

Pese a las exigencias de la ciudadanía, Gerardo Ruiz Esparza conservará su puesto en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en su lugar serán removidos algunos mandos menores. Al respecto en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “al filo del socavón se quedó Gerardo Ruiz Esparza ante las exigencias de la oposición para que renuncie por la tragedia en el Paso Exprés de Cuernavaca. Lo rescató Enrique Peña Nieto con eso de que hay que esperar los peritajes. Así se entiende dentro y fuera del gobierno luego de los reclamos de políticos opositores y del enojo social por la muerte de dos personas en esa vía. Al encargarle al propio Ruiz Esparza separar de sus cargos a todos los funcionarios involucrados (excepto a él, por supuesto) y llevar a cabo las investigaciones, prácticamente lo ratificó al frente de la SCT… al menos por ahora. Para nadie es secreto que la relación entre ambos va más allá de lo laboral, lo que hacía muuuy difícil pensar que Peña Nieto echaría a Ruiz Esparza. Dicen que si sobrevivió a los escándalos de OHL, del reparto de televisiones y de la circulación de los dobles remolques, un ‘bache’ le hace lo que el viento a Juárez”.

El colapso del Paso Express de Cuernavaca, se vendió a la ciudadanía una una de las grande obras de infraestructura del Gobierno Federal, esta sobrevaloración de una obra es lo que ahora tiene en aprietos al Presidente EnriquePeña Nieto y su gabinete, así lo expone en Milenio, el periodista Carlos Puig, quien escribe que este proyecto carretero sólo “tiene 14.5 kilómetros. Su trazo ya existía. Es, realmente, una ampliación de una carretera que se hizo insoportable por el tráfico. Eso es. No más […]. Son unos cuantos carriles más en una carretera que ya existía. A alguien, no sé si en Los Pinos o en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, se le ocurrió la idea de que el Presidente se subiera a un helicóptero y se le grabara encima del Paso Express presumiéndonos la maravilla de la obra. Sí, como si fuera otra cosa, no una ampliación de 14 kilómetros y medio. Luego a alguien se le ocurrió que sería buena idea que el Secretario Ruiz Esparza hiciera el recorrido en coche mientras se grababa […].  Habló del drenaje que hicieron y del concreto asfáltico mucho más resistente. Eso que se jodió a los tres meses y causó la muerte de dos personas. Hoy tenemos suficientes pruebas de que algo andaba mal con el Paso Express y que se sabía. Salen por todas partes documentos de advertencias, ignoradas, que algo no había quedado bien. Es decir, la tragedia pudo haber sido prevenida. Hay responsabilidades de todo tipo en lo sucedido en el Paso Express. Entre ellas, una política que nadie parece querer enfrentar. Pero hay otra. Una que ha sido una constante en este sexenio. Esta obsesión que tienen de poner al Presidente en los medios todo el tiempo sin importar la importancia del evento. La sobresaturación mediática del Presidente y algunos miembros de su gabinete. Hoy la tragedia y las responsabilidades legales serían las mismas. Pero tal vez en lo político y en lo institucional el gobierno podría salvar la cara, apuntar a funcionarios menores, o al proveedor. Hoy es imposible. Nos vendieron 14 kilómetros y medio como si fueran la pirámide de Teotihuacán”.

Quien tambien se declara a favor de la búsqueda de responsables es el analista y periodista Sergio Sarmiento quien en el Reforma, escribe que “el gobierno lo llamó el Paso Exprés de Cuernavaca […] los residentes lo llamaban el ‘paso de la muerte’ por los muchos accidentes durante los trabajos […].  La obra resultó complicada y cara. Se programó su terminación original para julio de 2016, pero los trabajos se extendieron hasta marzo de 2017. El presupuesto inicial de las constructoras Aldesa y Eppcor era de 1,045 millones de pesos, pero se fue modificando por imprevisibles para terminar en 2,213 millones. La obra contó con un recubrimiento de concreto hidráulico, más caro, pero que debía tener una vida más prolongada. El peritaje sobre lo ocurrido apenas está empezando y ha sido encargado al Colegio de Ingenieros de Morelos. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, sin embargo, ha adelantado que el socavón fue producido por reblandecimiento del suelo provocado por el taponamiento de un tubo de desagüe 15 metros debajo de la superficie […]. ¿Quién es el responsable? Supongo que hay muchas culpas. La primera es un sistema que impide que las vías de comunicación se construyan en los lugares más adecuados. La empresa constructora afirma que su proyecto no incluía una revisión de un tubo de drenaje a 15 metros de profundidad, pero el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, ha señalado que sí se revisaron los tubos de drenaje y que se construyeron ocho kilómetros nuevos. El ducto que falló, con una antigüedad de 40 años, fue revisado y se reportó en buenas condiciones. No obstante, el ayudante municipal de Chipitlán ha exhibido una carta enviada el 30 de junio al director de la SCT en Morelos afirmando que el tubo estaba ‘en estado obsoleto’ y que había provocado inundaciones y el debilitamiento de un muro que estaba a punto de derrumbarse. Ahí están los elementos para determinar responsabilidades, pero el impacto político rebasa cualquier consideración técnica. Algunos piden renuncias; otros, acciones penales. Quizá haya espacio para ambas, pero en este momento los errores técnicos no son lo importante. Se buscan responsables políticos”.

También en Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe acerca de la negligencia de las autoridades en la construcción de del paso exprés y asegura que “la indignante muerte de un padre y su hijo en el socavón […] ha destapado, por lo pronto, que el ex delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Morelos ignoró las advertencias acerca de los escurrimientos de agua bajo el sitio preciso del colapso. El peritaje técnico de lo que físicamente sucedió y el resultado de la auditoría a la obra toda […] señalarán otras responsabilidades administrativas y/o penales. Se sabe bien […] que la humedad puede hacer líquida la tierra en cualquier parte del mundo, pero en este socavón se desbordan indicios evidentes de irresponsabilidades de servidores públicos […] que merecen castigarse con el máximo rigor. Para el entendimiento cabal de lo sucedido, sin embargo, cuánto distrae y estorba la caterva en medios de ingenieros y peritos repentinos que, con lugares comunes, generalizaciones y juicios sumarios, dicen saber ya quiénes son los culpables de la desgracia”.

Cumplidor
Sobre tema educativo en México, el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, debe ser uno de los miembros del gabinete que más trabaja, no hay duda. Día a día aplica las estrategias que logran darle rumbo a la educación en México. Y lo hace bien. ‘El cambio de México, en gran medida, depende de la educación, y el cambio de la educación depende de las maestras y de los maestros, y el cambio y la transformación de maestras y maestros depende de las Escuelas Normales’, afirmó. Las normales han sido abandonadas. Viene la transformación. Los discursos cada vez le salen mejor, y de esa manera los resultados se van dando en su secretaría. Decir y hacer son su sello. Eso lo catapultará”.

INA-Drama
Hace unos días en la red social Twitter tuvo lugar un desencuentro entre dos consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), lo cual es una muestra pública de lo que se está viviendo en el Instituto. En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “pero hay cosas que no se han dicho, a propósito del dictamen sobre la elección en Coahuila por rebase de tope de gastos de campaña, que se discutirá en la sesión de hoy y del cual podría desencadenarse la anulación del proceso en el tribunal electoral. Al parecer, el 1 de julio los partidos políticos recibieron un primer borrador del dictamen de fiscalización en el que se concluía que ni Partido Revolucionario Institucional (PRI) ni Partido Acción Nacional (PAN) habían rebasado los topes; el 2 de julio recibieron otro predictamen en el cual el gasto reportado por el PRI era todavía menor; y el 3 de julio se cocinó un ¡tercer predictamen! y éste ya decía que PRI y PAN habían rebasado los topes. Aparentemente un consejero […] incidió en la Unidad Técnica de Fiscalización para modificar el criterio por el que se contabiliza el dinero que pagan los partidos a los representantes de casilla. Con tal modificación, el INE recalculó cuánto les habrían pagado PRI y PAN a sus representantes de casilla y al sumar, rebasaron el tope. La queja de los partidos es que el plazo para la comprobación de este gasto venció el 30 de junio y nadie les avisó del cambio. Y además, aseguran que no pagaron ni un quinto a sus representantes. El asunto se volvió tan delicado que sucedió lo que nunca antes: los dirigentes de PRI y PAN, Enrique Ochoa y Ricardo Anaya, se presentaron por separado a las oficinas centrales del INE para reunirse con todos los consejeros […]. Hoy discuten el asunto los once consejeros del INE. Se espera que, en apretada votación, se decrete que hubo en la elección de Coahuila excesivo gasto (se prevé 6-5, falta ver) y se encamine la anulación. El PRI aún puede impugnar en tribunales. El episodio ha dejado grietas en el INE. La confrontación Murayama-Baños las exhibió. Murayama presumió el dictamen que apuntaba a anular Coahuila, Baños le recriminó que la votación apenas es hoy. Vamos a pensar bien. Vamos a pensar que ningún consejero está actuando sometido a ningún partido, secuestrado, presionado […]. La cosa es si queremos pensar bien”.

Ex colaboradores de Duarte
Mientras el ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa se encuentras detenido e Guatemala, en México han comenzado a caer algunos de sus ex colaboradores por la comusión de varios delitos. Como lo menciona eEn Milenio, su columna de trascendidos Trascendió: “la Fiscalía General de Veracruz, encabezada por Jorge Winckler, decidió ayer actuar con sigilo y enviar al Palacio de San Lázaro a un funcionario de bajo perfil a entregar la solicitud de juicio de procedencia para desaforar al Diputado federal priista Alberto Silva, por el presunto desvío de mil 567 millones de pesos cuando fungió como vocero del gobierno de Javier Duarte. El inconveniente fue que la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Diputados no pudo reconocer la personalidad jurídica del mensajero para promover el recurso, y por ello espera en las próximas horas la ratificación de la denuncia por parte de algún servidor público con facultades para ello”.

 

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