Carlos Slim se afianza en NYT y manda el mensaje de que quiere más en los medios

15/01/2015 - 12:05 am
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Y ahora, The New York Times. Foto: Cuartoscuro.

Por Fernanda García y Daniela Barragán

Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo).– Los brincos que da la vida: un mexicano de origen libanés, y cristiano, con la mayor participación accionaria de The New York Times, ese medio identificado por algunos con la diáspora judía en la Gran Manzana. La cabeza de 40 publicaciones más. Orgulloso poseedor de 108 premios Pulitzer ganados a pulso desde 1851 hasta 2012. Uno de los padres del periodismo de investigación y de largo aliento. El medio.

La noticia no pareció caer tan bien a la Redacción. Ayer, cuando se formalizó que Carlos Slim Helú era ya el mayor accionista, The New York Times lo publicó en su página web firmado por la agencia de noticias Reuters. Como si Reforma o El Universal publicaran que tienen nuevo dueño, y la nota estuviera firmada por Notimex. El diario dijo, escuetamente, que el empresario tiene 16.8 por ciento del pastel accionario. Una nota apenas visible. Pero suficiente para confirmarle al mundo que Slim es el nuevo jefe.

Slim tiene unos 73 mil millones de dólares y se considera el segundo o tercer hombre más rico del planeta. Empezó su ingreso paulatino al diario con 250 millones de dólares, en 2009, cuando Times Co. estaba en una gran crisis económica. Pero incrementó su tenencia accionaria y se volvió, desde ayer, el primer accionista. Podía ejercer esa opción. Tenía hasta hoy, 15 de enero, para hacerlo. Y lo hizo.

Ese casi 17 por ciento de las acciones no es sólo de tenencia. Las acciones son Clase A y le dan privilegios. Se calcula que su inversión ya es de 349 millones de dólares, aunque también se sabe que difícilmente ocupará las sillas del Consejo de Administración sin un claro consentimiento de la familia que domina la empresa. Los Ochs-Sulzberger tienen las acciones que cuentan –por decirlo de alguna manera–: las que tienen derecho a voto. Tienen el control desde 1898.

A una primera vista, pareciera que la moda entre los hombres más ricos del mundo son los medios. Jeff Bezos compró el Washington Post en el 2013 y Warren Buffett invirtió en una serie de diarios locales de Estados Unidos. Pero Slim no se mueve por modas, sino por intereses. Y sus intereses son muy diversos y le gusta ir por lo grande. Ya entró a Walmart, por ejemplo; en diciembre pasado compró Banco Walmart por medio del Grupo Financiero Inbursa. También ha metido las manos al futbol y a otros deportes, un negocio que se creía exclusivo de las grandes televisoras mexicanas, Televisa y TV Azteca. Esta última compra, se dice, fue un reto, una manera de hacer rabiar a su némesis: Emilio Azcárraga Jean.

Viudo (y codiciado), padre de seis (Carlos, Marco Antonio, Patrick, Soumaya, Vanessa y Johanna), Carlos Slim, sin embargo, tiene años metido en el mundo de las telecomunicaciones. Y apuesta fuerte en ello. Su negocio en serio, su gran negocio, fue la compra de Teléfonos de México (Telmex) al gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Y desde entonces allí ha hincado el diente y no sólo en México, sino en distintas partes del mundo.

En los últimos años, Carlos Slim ha movido sus fichas y ha apostado a la televisión mexicana. No ha podido, o no ha querido: algunos especialistas dicen que lo que él quiere, en realidad, es ofrecer contenidos a través de dispositivos móviles.

Curioso que, en esas mismas vueltas de la vida, sea en Estados Unidos donde pudo entrar a los medios masivos de comunicación. Y por qué vía.

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La vida llevaría a estos tres personajes a distintos derroteros. Foto: Cuartoscuro

LA COMPRA DEL TIMES

Era 2008 y la editorial The New York Times Company estaba sufriendo una hemorragia financiera por internet, que derrumbó sus ventas. Para esas fechas, el comercio del periódico había caído un 8 por ciento y esa tendencia duró hasta 2012. El miércoles 11 de septiembre de 2008, The New York Times, The Boston Globe y otros periódicos regionales reportaron que Carlos Slim había adquirido 6.4 por ciento de las acciones, para lo que desembolsó 128 millones de dólares.

La compra lo colocó como el tercer inversionista en la compañía de medios. Él y su familia adquirieron 9.1 millones de las acciones de control de la empresa. Sin embargo, las condiciones económicas de la empresa siguieron críticas, agudizadas por la crisis económica mundial. The New York Times sólo poseía una línea de crédito de 400 millones de dólares a punto de expirar, cuando los mercados estaban en picada y en completa incertidumbre. En este panorama, el salvavidas que aventó Slim fue la mejor bocanada de aire que pudo tener el diario.

En agosto de 2011, el magnate mexicano adquirió 450 mil acciones clase A del periódico, con lo que pasó a tener 7.5 por ciento del capital de la firma. Poco tiempo después, amplió su participación, haciendo dos nuevas compras de acciones y pasando de esta manera de 7.5 por ciento a 8.1 por ciento.  Con estas operaciones, realizadas entre el 3 y 4 de octubre de 2011, Slim adquirió aproximadamente 850 mil acciones para elevar a 11.9 millones el número de títulos del Times.

No obstante, con la compra realizada el día de ayer se queda con 15.9 millones de las operaciones comunes clase A, llevando su tenencia total a 27.8 millones de acciones y extendiendo su participación accionaria dentro del medio a 16.8 por ciento. El millonario mexicano pagó 6.3572 dólares por cada una de las acciones adquiridas, contra un precio de 12.28 dólares en la Bolsa de Nueva York. Gracias a esto, tuvo una ganancia potencial de 5.9228 dólares por cada una de las acciones adquiridas el día de ayer, que equivalen a unos 95 millones de dólares.

De acuerdo con The New York Times, el pago que recibió por el ejercicio de las opciones fue de 101.1 millones de dólares, recursos que destinará a la recompra de acciones clase A, conforme las condiciones de mercado lo permitan.

Slim avanza, así, en la compra de medios.

El pasado noviembre de 2011 invirtió en Grupo Prisa, compañía que edita el diario El País, el más influente e importante en España, y adquirió el equivalente a 3.23 por ciento, que equivale a 14.7 millones de acciones. Los actuales dueños de Prisa conservarán el 30 por ciento del paquete accionario. El 70 por ciento restante pasará al mercado en manos de fondos de inversión o sociedades de capital-riesgo (“hedge funds”).

Grupo Prisa, resente en 22 países, sobre todo de la América Latina, además del diario, cuenta radioemisoras como la Cadena Ser o los 40 Principales.

El 27 de agosto de 2009, el diario colombiano El Tiempo informó que Carlos Slim estaría interesado en negociar un paquete de acciones con Prisa, que corresponderían a Caracol Radio, radiodifusora colombiana. En noviembre de 2010, Prisa permitió la entrada en su capital de la sociedad de inversión estadounidense Liberty Acquisitions Holdings Corporation para refinanciar una abultada deuda de más de 6 mil 400 millones de dólares.

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Hombre cercano al poder. Aquí, con Miguel de la Madrid. Foto: Cuartoscuro

SLIM, EL EMPRESARIO DE MEDIOS

El pasado 7 de marzo, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) lanzó la convocatoria para aspirar a dos nuevas cadenas de televisión abierta en México, cada una con un precio base de 830 millones de pesos. Ya sea por el poder político que representa o por el precio de la licitación, Carlos Slim se perfilaba como uno de los contendientes más serios dentro del concurso. Sin embargo, no resultó ser finalista; tampoco se conoce si se postuló formalmente.

El empresario quizá no tiene la necesidad de competir en un mercado en el que, hasta el momento, carece de infraestructura propia. Sus acciones en el mercado de las telecomunicaciones van encaminadas a ofrecer contenidos a través de dispositivos móviles y servicios convergentes, hecho que no es fortuito, puesto que con América Móvil, su empresa de telecomunicaciones con cobertura en 18 países, tiene 270 millones de clientes con telefonía celular, 18 millones 900 mil accesos de banda ancha y otros 18 millones 900 mil suscriptores de televisión de paga.

La intención de ganar terreno en el ámbito de los medios de comunicación se hizo evidente desde 2013, cuando América Móvil, arrebató los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos en México a Televisa y obtuvo la licencia exclusiva por parte del Comité Olímpico Internacional para la transmisión de las actividades en todas las plataformas de medios en América Latina, excepto Brasil, de las Olimpiadas de Río 2016, además de los Juegos de Invierno de Sochi 2014, que fueron transmitidos a través de Canal 22 por un convenio con América Móvil, que fue clasificado como reservado por Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.

Otra acción notoria fue la compra de equipos de fútbol en México como Club León y Club Pachuca, que le permitió competir directamente con Televisa y TV Azteca en términos de transmisión, que realizó a través de internet y de los canales Telemundo y Fox Sport.

Otros medios de los que se ha valido es UNO Tv, portal web de televisión, que brinda información vía SMS y que tiene una alianza con el periódico El Universal.

En los días recientes, el IFT informó que Telmex, a través de su subsidiaria Teninver,  adquirió el control de Dish México, filial del conglomerado MVS Comunicaciones, lo que termina por evidenciar la presencia del multimillonario en el mercado del triple play. A mediados de 2014, Dish México concentraba el 16 por ciento de suscriptores de televisión de paga.

En América Latina, las empresa de telecomunicaciones de Slim Helú también ha ganado terreno. Claro, es la empresa que pertenece a América Móvil que ofrece paquetes de telefonía móvil y fija, internet y televisión desde 2003 en 18 países de Centro y Latinoamérica. Claro Ecuador domina el 60 por ciento del mercado; Claro Perú posee más de 13 millones de usuarios; Claro Chile ha avanzado en la cobertura 3G en la mayoría del territorio del país; y Claro Argentina en 2012 reportó 20 millones de clientes.

El resto de los países en los que Claro tiene presencia son Bolivia, Uruguay, Paraguay, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana… casi tiene controlado al continente americano.

José Mujica, presidente de Uruguay, declaró el pasado 16 de diciembre “yo no quiero que Clarín (grupo mediático de Argentina) Globo (grupo brasileño) o Slim (Carlos) se hagan dueños de las comunicaciones en Uruguay”, esto con motivo del debate del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que pretende evitar los monopolios y oligopolios en el sector en su país,

Añadió:

“Está bien que hay que tener libertad de prensa, pero lo que no hay que tener es el monopolio”.

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