Avísenle a Donald Trump: Iñárritu no parará otra vez de “subir y subir” en los Oscar (VIDEOS)

15/01/2016 - 12:00 am
El "Negro", en el rodaje de The Revenant. Foto: Facebook
El “Negro” González Iñarritu, en el rodaje de The Revenant. Foto: Facebook

El director mexicano es otra vez candidato a mejor director y su reciente película, The Revenant, lidera las postulaciones aspirando a 12 estatuillas doradas. Al fin, Leonardo DiCaprio parece tener todas las cartas para ganar su primer premio de la Academia de Hollywood

Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo).- Alguien no estará contento y ese es el millonario Donald Trump, quien en el marco de su campaña para obtener la candidatura republicana con vistas a las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos, se dedicó a atacar a la comunidad latina con ferocidad, articulando discursos racistas y de odio contra todo lo que tuviera algún vestigio de nuestra cultura.

Así fue como se encaró directamente contra Birdman, la película que ganó el Óscar en la pasada entrega de los premios de la Academia de Hollywood y que volvió a reconocer el talento de su director, el mexicano Alejandro González Iñárritu.

“No paraba de subir y subir y subir. ¿Se va a llevar todo el oro? ¿Tan buena es la película? Yo no he escuchado eso”, se quejó amargamente el millonario en una entrevista otorgada a Fox News.

Pues las noticias siguen siendo malas para el político derechista. Al parecer, en la próxima ceremonia de entrega de los Óscar, Alejandro González Iñárritu no parará de subir y subir al escenario para recibir estatuillas doradas.

Así al menos parecen anticiparlo las candidaturas dadas a conocer en la víspera y en cuyo contexto The Revenant, el nuevo filme del “Negro” de oro del cine en México lidera con 12 postulaciones, entre las que se incluyen la de mejor director y mejor actor protagonista para el siempre olvidado Leonardo DiCaprio, en las puertas ahora sí de llevarse por primera vez la estatuilla a su casa.

Alejandro Gonzalez Inarritu y Leonardo DiCaprio en Los Globos de Oro. Foto: AP
Alejandro Gonzalez Inarritu y Leonardo DiCaprio en Los Globos de Oro. Foto: AP

La historia de un hombre que pelea por su vida con un oso –escena memorable que se convertirá en un clásico del séptimo arte contemporáneo- y que fue rodada entre Canadá  y la Patagonia en medio de enormes dificultades climáticas, ha conquistado a los votantes en la Academia de Hollywood y es de esperar que el 28 de febrero próximo se convierta otra vez en una noche mexicana.

Como mejor película, “El renacido” compite con Mad Max Fury RoadBridge of SpiesThe Big ShortBrooklynThe MartianRoom y Spotlight.

González Iñárritu también es candidato a llevarse la estatuilla a mejor director, distinción a la que también aspiran George Miller (Mad Max Fury Road), Adam McKay (The Big Short) Lenny Abrahamson (La habitación) y Thomas McCarthy (Spotlight).

JUSTICIA PARA LEONARDO DICAPRIO

Aun cuando los críticos se empeñen en destacar que cada vez que Leonardo DiCaprio fue candidato al Óscar y no lo ganó es porque otro actor había sido mejor, no deja de verse como un hecho de justicia la postulación –con grandes posibilidades de obtener el galardón- de uno de los mejores intérpretes sino el mejor de su generación.

Lo merecía por Django unchained como actor secundario y el que diga que no hizo méritos suficientes en la impresionante El gran Gatsby, la incomprendida película de Baz Luhrmann, falta a la verdad.

Sin duda estuvo genial en El aviador y es inolvidable su trabajo en otro filme no lo suficientemente reconocido de Martin Scorsese, Gangs of New York.

Al parecer, que el actor de 41 años, oriundo de California, nunca haya ganado la estatuilla no sólo obedece a los prejuicios que tiene Hollywood frente a las figuras demasiado guapas como Leo, sino al carácter insoportable del que hace gala el actor en los sets de rodaje.

Tanto así que corren rumores de que Jamie Foxx y Quentin Tarantino querían conspirar para asesinarlo durante la filmación de Django Unchained y el propio Jamie llegó a decir públicamente que “hay algunos chicos caprichosos que se creen lo más porque han trabajado con Scorsese”; pero es cierto, no cualquiera puede trabajar tanto y bien con el excelso Martin.

La venganza fue mexicana, porque en The Revenant el exquisito Leo debió filmar en condiciones extremas y vivir lo que consideró la experiencia más difícil de su vida profesional que ni el director ni su actor protagonista están dispuestos a repetir jamás.

“Al fin y al cabo, el dolor pasa pero las películas quedan”, se justificó “El Negro” al recibir su Globo de Oro como mejor director y mandarle besos sinceros a DiCaprio, su héroe en esta difícil apuesta cinematográfica.

Los Óscar se entregan el 28 de febrero. El año pasado la ganadora fue Birdman, de Iñárritu, que también se alzó con la estatuilla a mejor director, por lo que de imponerse este año conseguiría los dos principales premios de manera consecutiva y haría historia con una película que constituye un poema visual condimentada con hondas reflexiones sobre la traición, la lealtad y la fuerza individual para sobrevivir en medio de circunstancias adversas.

EL NEGRO CONTRA TODOS

La vida profesional de Alejandro González Iñárritu, nacido hace 52 años en ciudad de México, no ha sido un camino de vino y rosas. Sus tres primeros largometrajes fueron ejemplos casi perfectos de un cine profundo, duro y lleno de aristas, que combinaba a la perfección el estilo narrativo del realizador con los densos guiones de Guillermo Arriaga.

Amores perros (2000), 21 gramos (2003) y Babel (2006) forjaron la imagen de un director preocupado por la sociedad en la que vive, extremadamente atento a los detalles y con un estilo seco y directo en su forma de contar, pero no exento de una poesía que sacaba de los momentos más dramáticos.

La primera fue candidata al Óscar a la mejor película en lengua no inglesa, que perdió frente a El tigre y el dragón, de Ang Lee, aunque ganó un BAFTA del cine británico y arrasó en los Ariel.

En 21 gramos, González Iñárritu utilizó un estilo mucho más sofisticado aunque estéticamente similar al de Amores perros, para contar una historia cruzada en la que diversos personajes sufren las consecuencias de un accidente de coche.

Sean Penn, Naomi Watts y Benicio del Toro fueron los actores principales de una película que consiguió dos postulaciones al Óscar en las categorías de mejores actores de reparto para la rubia australiana y el siempre cáustico actor puertorriqueño.

Pero la consagración de Iñárritu estaba cantada con Babel, una película redonda, protagonizada por Brad Pitt, Cate Blanchett y Gael García Bernal, entre otros.

Una historia dividida en episodios que se desarrollaban en diversas partes del mundo (Marruecos, Tokio o la frontera entre México y Estados Unidos) y que era angustiosa, dramática y bellísima, además de todo un ejercicio cinematográfico que demostraba la evolución de su director.

Pero pese a sus siete postulaciones a los Óscar y a los Globos de Oro, se tuvo que conformar con la estatuilla a mejor música, para Gustavo Santaolalla, y un Globo, eso sí, a mejor película.

Poca cosecha para la expectativa levantada por Babel, a la que siguió Biutiful (2010), la primera sin Arriaga en el guión, y de la que solo se salva la fantástica interpretación de Javier Bardem -que ganó el premio de interpretación de Cannes-.

Y cuando todos comenzaban a hablar de un rumbo perdido sin su guionista histórico, González Iñárritu se ganó a la crítica de forma masiva con un filme brillante como pocos, complejo y lleno de un humor repleto de referencias cinematográficas.

En Birdman, el mexicano contó la historia de Riggan (inmenso Michael Keaton), un actor solo conocido por un antiguo papel de superhéroe -el Birdman del título-, que intenta demostrar que es más que eso con un arriesgado montaje teatral en Broadway.

Con una cámara que apenas deja el recinto del teatro y unos actores que se creen sus papeles hasta en lo mínimo -Keaton, Emma Stone, Edward Norton y Naomi Watts, entre otros-, la película es sorprendente y supuso un giro radical en la carrera de Iñárritu, quien lejos de quedarse en su zona de confort aceptó la apuesta de The Revenant, basada en la novela de Michael Punke, donde no sólo vuelve a demostrar su talento para la dirección de actores, sino también la pericia frente a una cámara desafiada a cada segundo por un paisaje duro e inconmensurable.

En las apuestas, Alejandro no es el favorito a llevarse el Óscar como mejor director y la mayoría se inclina por George Miller, por su enorme Mad Max Fury Road, un portento visual de dos horas que deja a los espectadores clavados en la butaca y en la que trabaja el formidable Tom Hardy, otra figura importante en The Revenant, el traidor en el cine pero que –como bien apuntó DiCaprio en los Globo de Oro- “jamás me hubiera dejado abandonado en la vida real”.

Hardy, de 38 años, pertenece a la estirpe de actores británicos, una comunidad que hoy lamenta el fallecimiento ayer del enorme Alan Rickman –conocido masivamente por su trabajo en Harry Potter, murió a los 69 años víctima de cáncer- y se ha ganado a pulso su postulación al Óscar como mejor actor de reparto.

¿Y QUÉ DECIR DE EMMANUEL LUBEZKI?

Hay dos elementos trascendentes que justifican el éxito de The Revenant, además de los citados; uno de ellos es la hermosa música de Ryuichi Sakamoto, injustamente olvidada en la categoría de mejor banda sonora, un espacio donde tiene todas las posibilidades el octogenario Ennio Morricone por su trabajo en Los odiosos ocho, el nuevo western de Quentin Tarantino.

Sakamoto se unió a la artista electrónica experimental Alva Noto para escribir la partitura de The Revenant y dicha sociedad le impide aspirar a un Óscar, cuyos criterios cerrados en esta categoría restaron a otro mexicano, Antonio Sánchez, una justa candidatura el año pasado por Birdman.

El mexicano Emmanuel Lubezki saca una foto de su Óscar a la Mejor Fotografía por "Birdman" tras la ceremonia de entrega de la 87 edición de los Óscar en el Dolby Theatre de Hollywood, California Foto: EFE
El mexicano Emmanuel Lubezki saca una foto de su Óscar a la Mejor Fotografía por “Birdman” tras la ceremonia de entrega de la 87 edición de los Óscar en el Dolby Theatre de Hollywood, California Foto: EFE

El otro elemento es la fotografía a cargo del mexicano Emmanuel Lubezki, quien se apresta a ganar un tercer Óscar consecutivo y nada hay que pueda cuestionar el enorme talento de este hombre nacido hace 51 años en México y que ya tiene dos estatuillas doradas, una por Gravity, de Alfonso Cuarón y otra por Birdman.

En The Revenant, Lubezki alcanza un nivel superlativo, tanto así que además del enorme trabajo de DiCaprio y Tom Hardy, no resulta exagerado afirmar que la fotografía del mexicano es gran causante de la excelencia de una película extraordinaria.

Lubezki, apodado “El Chivo”, nació el 30 de noviembre de 1964 en Ciudad de México. Estudió historia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de esa universidad.

Ahí conoció a Cuarón, con quien ha trabajado también en películas como la taquillera Sólo con tu pareja (1991), Great Expectations (1998), Y tu mamá también (2001) y Children of Men (2006).

En 1992 obtuvo en México su primer premio Ariel por la fotografía de Como agua para chocolate -dirigida por Alfonso Arau- y en los años siguientes volvería a ser premiado por Miroslava y Ámbar.

Sus postulaciones anteriores al Óscar fueron por A Little Princess, de Cuarón en 1996, por Sleepy Hollow, de Tim Burton en 2000, The New World -la primera de sus tres películas con Terrence Malick- en 2006, Children of Men, también de Cuarón, en 2007 y The Tree of Life, de Malick, en 2012.

LAS ACTRICES Y CHARLOTTE RAMPLING

Entre las actrices principales, las candidatas son de lujo: Cate Blanchett, Brie Larsson, Jennifer Lawrence (lo único bueno en el filme mediocre Joy, por el cual la talentosa rubia ya ganó el Globo de Oro), Charlotte Rampling –es probable que la británica ni siquiera vaya a la gala el 28 de febrero- y Seorsie Ronan.

De todas, nuestra favorita sin dudas es esa enorme actriz europea llamada Charlotte Rampling, quien no ha recurrido a operaciones estéticas y, lejos de luchar inútilmente contra el paso del tiempo, se ha dedicado a vivir plenamente su madurez, haciendo gala de su ya conocido talento para la actuación.

Charlotte Rampling Foto: EFE
Charlotte Rampling Foto: EFE

Rampling está postulada por 45 años, del británico Andrew Haigh, la historia de un matrimonio de larga data que se desmorona por una aparente nimiedad, esbozo de una pasión nada otoñal, la misma sangre que bulle hasta el fin de la vida, lo queramos o no.

“Su retrato en 45 years de una mujer que comprueba lo fácil que resulta que el precario equilibrio matrimonial se derrumbe confirma a Charlotte Rampling como una actriz monumental”, afirmó Sergi Sánchez en Fotogramas y no se puede estar sino muy de acuerdo con dichos calificativos.

COLOMBIA BUSCA HACER HISTORIA EN EL ÓSCAR

Por primera vez, Colombia pone una película entre los Óscar. Se trata de El abrazo de la serpiente, postulada en la categoría de mejor película en lengua extranjera.

El drama dirigido por Ciro Guerra narra dos historias ocurridas en 1909 y 1940 en la Amazonía y protagonizadas por un chamán amazónico y último superviviente de su tribu que busca encontrar una planta sagrada junto con dos científicos, el alemán Theodor Koch-Grünberg y el estadounidense Richard Evans Schultes.

Guerra dijo atribuye el éxito de su película a que se sale de lo tradicional y habla de la relación del hombre con la naturaleza.

“Habla del conflicto que trae la expansión del capitalismo, pero al mismo tiempo habla de la relación espiritual del hombre con la naturaleza”, dijo a la agencia dpa.

Rodada en blanco y negro, El abrazo de la serpiente está inspirada en las memorias de dos de los primeros científicos blancos en recorrer a fondo la Amazonía colombiana y en noviembre pasado se quedó con el Astor de Oro a la mejor película de la competencia internacional del Festival de Cine de Mar del Plata.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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