El Papa cumplió con sus deberes como Jefe de Estado y como máximo jerarca de la Iglesia Católica.
Ciudad de México, 15 de febrero (SinEmbargo).– Durante su segundo día de actividades oficiales en México, el Papa Francisco salió de la Nunciatura Apostólica y dedicó varios minutos para convivir con algunas de las personas que lo aguardaban: familiares con niños, a quienes besó y bendijo, y mujeres y hombres en silla de ruedas.
Más tarde, llegó a Ecatepec, en el Estado de México, a bordo de un helicóptero. De regreso a la Ciudad de México, el Pontífice llegó al hospital pediátrico “Federico Gómez” donde dio un mensaje a los niños y sus padres después de un breve recorrido en papamóvil en el que pasó por el Ángel de la Independencia, el monumento que simboliza la soberanía nacional.
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