Advierten riesgos de extraer roca para puerto de Veracruz

15/04/2014 - 9:49 pm

México, 15 Abr (Notimex).- El proyecto que pretende la extracción de rocas mediante el uso de explosivos para utilizarse en la ampliación del puerto de Veracruz tendría impactos ambientales para la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, advirtieron organizaciones de la sociedad civil.

En un comunicado las organizaciones integrantes del Centro Mexicano de Derecho Ambiental pidieron a la Secretaría de medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negar la autorización de impacto ambiental correspondiente, y “ser congruente con los esfuerzos de protección de uno de los lugares con mayor valor ambiental del planeta”.

De acuerdo al texto, el pasado 13 de febrero la empresa Administración Portuaria Integral de Veracruz sometió ante la Semarnat para Evaluación de Impacto Ambiental el proyecto “Aprovechamiento y explotación de roca basáltica del banco ubicado en el ejido Balzapote, municipio de San Andrés Tuxtla, Veracruz”.

El mismo pretende extraer rocas dentro del área natural protegida para ser utilizadas en la construcción de la ampliación del puerto, lo cual “contraviene el marco jurídico aplicable y puede afectar a especies declaradas como amenazadas o en peligro de extinción”.

Entre los riesgos ambientales del proyecto está que el fragmento de selva donde se pretende ejecutar es esencial para la sobrevivencia de flora, fauna y microbiota de este ecosistema.

En la actualidad, anotó la organización, se llevan a cabo proyectos de reintroducción de especies amenazadas o en peligro de extinción en la reserva, como es el caso del mono sarag.

Además la extracción de materiales se propone a sólo tres kilómetros del área núcleo I y de la Estación de Biología Los Tuxtlas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lugares que mantienen 640 hectáreas del ecosistema de bosque tropical perennifolio, argumentó.

También está en riesgo el uato o aullador y la guacamaya roja, los cuales son de gran inspiración para la restauración ecológica y la agroforestería.

El “reacomodo” de esas especies amenazadas no es posible sin emplear técnicas invasivas que puedan perjudicarlas.

Según los activistas, la Manifestación de Impacto Ambiental no presenta información sobre la alteración del hábitat de especies que anidan en la región como el hocofaisán, el gavilán caracolero, las especies de halcones aplomado y murcielaguero, así como los loros frente blanca y cachete.

El texto recordó que, por la importancia de Los Tuxtlas, el Estado mexicano creó la Reserva en 1998 y desde entonces las poblaciones de los alrededores aprendieron a convivir con las limitaciones que impone esa área natural protegida, con lo que logró detener la deforestación y se posibilita la regeneración de la selva tropical.

Actualmente existen en la región más de 12 proyectos ecoturísticos, de reforestación -Vivero Tebanca- y de regeneración del mangle.

De acuerdo con el último reporte titulado “Cuentas económicas y ecológicas de México”, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2012 el costo para el país de los daños ambientales fue de 985 mil 064 millones de pesos, monto equivalente a 6.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

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