Ciudad de México, 15 de mayo (SinEmbargo).- Si algo no hace falta este 15 de mayo, cuando se cumplen cuatro años del ACV que dejó en coma al músico argentino Gustavo Cerati, es pedirle a Dios que mate al guatemalteco Ricardo Arjona y nos retorne al fundador de Soda Stereo.
Nada le gustaría menos al guitarrista y cantante, conocido por su bonhomía y su don de gentes, que el racismo larvado y la pretenciosa superioridad moral que esconde tamaña aspiración de muchos usuarios de redes sociales.
Justamente él, que fue un hombre de paz que supo convivir con propios y extraños y que dedicó sus 50 años de vida a crear lazos entre mundos que en general se desconfían.
En Argentina, donde es venerado como un verdadero héroe del rock, intentaron en vano amarrar navajas entre Soda Stereo y la banda alternativa Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, cuyo líder, Indio Solari, llegó a declarar que era probable que tuviera más puntos en común con Cerati que con cualquier tipo de la calle.
Gustavo no fue menos al afirmar en una entrevista que “nunca entendí que, mientras yo tocaba en vivo, algunos cantaran contra el Indio”.
“Es cierto que en una canción de Los Redondos el Indio habla de nosotros trepando antenas. A lo mejor le jodió que cantáramos “La Cúpula”, pero yo siempre fui un tipo muy esdrújulo y también es cierto que nosotros estábamos ahí arriba. Podíamos hablar de lo que se veía. Eso nunca fue grave. El problema fue que se volvió político”, agregó.
En 2011, cuando ya “Gus” estaba en coma, el Indio dijo en una de sus escasas entrevistas periodísticas que “me da muchísima pena lo que le está pasando.
Siento el esfuerzo de la mamá por mantener la esperanza viva. Él es muy fashion, más frívolo, más cool, y yo más crítico, más ríspido, más ácido, pero creo que es uno de los mejores músicos, de los más prolijos, de los más trabajadores, de los más meticulosos de la cultura rock de la Argentina. Lo respeto porque trato de hacer lo mismo con mi trabajo.”
GUSTAVO CERATI CON SHAKIRA
La cantante colombiana Shakira no es Ricardo Arjona, pero casi. De hecho, comparten la zona de música pop pasatista, destinada al olvido y a la autodestrucción natural que padecerán seguramente sus canciones con el paso del tiempo.
Sin embargo, ese hecho no fue obstáculo para que Cerati estableciera una relación que fue mucho más allá de una amistad sincera con la hermosa barranquillera y se convirtió en una colaboración artística donde sin duda era mucho más lo que la intérprete tenía para ganar que al revés.
“Viajamos a lugares lejanos a nuestras realidades, tocamos juntos en Turquía o en Alemania, escribimos en Canadá, en las playas de Bahamas o en un granero en Uruguay”, contó la novia de Gerard Piqué, quien tuvo de regalo dos temas compuestos por Cerati en el disco Sale el sol, de 2010, “Tu boca” y “Devoción”.
La relación con Shakira, que sentó bases también en la Fundación Ala, institución benéfica creada por la artista colombiana, llevó a Gustavo a conocer, junto a su colega y compatriota Pedro Aznar al mismísimo Roger Waters.
La anécdota la dio a conocer el periodista argentino Sergio Marchi en su libro sobre el fundador de Pink Floyd, donde Gustavo cuenta que una de las cosas más extrañas que le pasaron en la vida fue estar en la casa de Waters en Nueva York y verlo entrar en su cuarto a la mañana, vestido con una bata, sirviéndole el desayuno.
En virtud de ello, no llamó la atención que Shakira enviara una conmovedora carta a la madre del músico argentino el 23 de marzo pasado, diciendo entre otras cosas: “Gustavo sabía escuchar. Me hacía reír. Se reía de mis cosas. De la gente que se ha atrevido a hacer rock en español, él fue el más mágico.
Es un despliegue de talento único, uno de los más grandes letristas hispanos. Con él aprendí. He sido siempre y siempre seré una fan de Gustavo Cerati. Repito: La esperanza lo es todo”.
LA ESPERANZA LO ES TODO
Tiene razón Shakira: lo único que hay es la esperanza y al serlo todo, también es nada. Porque desde ese fatídico 15 de mayo en que Gustavo Cerati sufriera un ACV en Caracas, donde fue operado de urgencia y luego trasladado a su natal Buenos Aires, donde hoy reposa, nada hace pensar que su situación de salud vaya a cambiar.
Es su madre, Lilian Clark, la que lo visita todos los días en la clínica donde se halla internado bajo respiración mecánica y la persona que más confía en una recuperación que pone en duda todo el tiempo la ciencia médica.
“Para nosotros es como un día más pero Gustavito está entero y está, no tiene muerte cerebral y eso es lo que nos alienta a continuar. Su enfermedad es seria, no es una pavada y hay que tener fe. Está muy bien atendido, desde el punto de vista médico.
La otra parte que consideramos primordial es el amor que le brindamos todos los días como familia”, fueron las declaraciones de la madre de Cerati a un programa de la radio argentina y que se diseminaron por todo el continente.
“Después de tanto tiempo, algo tuvo que haber hecho Gustavito en el alma de la gente, más allá de sus premoniciones. La está peleando de la misma manera que con las cosas que hacía. Cuando se proponía algo, lo lograba así que espero que ahora se proponga volver.
Nosotros estamos muchas horas al lado de él entonces los médicos lógicamente no ven algunas cosas. Mueve mucho los párpados ,pero no abre los ojos pero está sentado varias horas y cuando yo lo saludo me aprieta la mano, me reconoce a mí y a las voces”, concluyó Lilian Clark.
Hombre noble, que amaba a Luis Alberto Spinetta, el cantautor fallecido de quien llegó a hacer dos versiones memorables: “Bajan” y “Los libros de la buena memoria”, a Gustavo Cerati no le molestaría enterarse que Ricardo Arjona está felizmente vivo y sacó nuevo disco. En el mundo, él lo sabía mejor que nadie, cabemos todos. Y quien quiera oír que oiga. Y quien no, pues no.
