Santiago, 15 Ago (Notimex).- La educación chilena debe dejar de ser un producto de mercado, para retomar su carácter de inversión social orientada a afianzar la democracia y fomentar el igualitario acceso al conocimiento, afirmó la líder estudiantil Camila Vallejo.
La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile dijo a Notimex que la crisis en el sistema educacional chileno deriva de la implantación del modelo de economía de mercado en la educación, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Vallejo, quien desde hace más de dos meses lidera el movimiento estudiantil que ha desatado una crisis política y social en Chile, recordó que ese modelo se mantuvo con el retorno de la democracia y ha permanecido “intocado” durante los últimos 21 años.
“El problema de fondo de la educación chilena es que desde la contrarreforma impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet se instaura el modelo neoliberal en la educación en general”, apuntó la líder estudiantil de 23 años.
Al establecer la hegemonía de mercado, agregó Vallejo, se terminó con “los espacios de critica, de cuestionamiento o de discusión de las universidades, se instaura un sistema que no te permite cuestionar ni debatir”.
A juicio de la estudiante de Geografía, la dictadura no sólo embistió contra las instituciones públicas a través de la represión a alumnos y académicos, sino que “las desmembró, fueron atacadas violentamente y desfinanciadas”.
“El mercado es el que tiene supuestamente que garantizar el derecho a la educación. Por ello se liberaliza la creación de instituciones lucrativas de carácter privado y se impone el lucro como criterio en el sistema”, aseveró Vallejo.
Por el contrario, acotó, “nosotros vemos a la educación como una inversión social de un Estado que proyecta estratégicamente su desarrollo y el bienestar de los ciudadanos, no como una inversión privada que rendirá provecho personal a un individuo”.
Sostuvo, por ello, que “en el centro de las demandas de los estudiantes está tanto el financiamiento a la educación en general como la reivindicación de la democracia”.
A más de 20 años del fin del régimen militar, el sistema educacional chileno, en especial el universitario, “tiene como problema clave la democratización del acceso para todos, sin discriminación de clase, de etnia o género”, aseveró.
“Eso no está garantizado porque hay una enorme segregación en el acceso a la educación en Chile, no sólo en la educación superior”, añadió Vallejo.
Advirtió, asimismo, que “el tema de la democratización se traslada también a lo que es la generación del conocimiento, que de alguna manera se garantiza con la autonomía que tengan las instituciones” universitarias.
Vallejo subrayó que “nosotros hoy día queremos defender a las casas de estudio como centros del poder del conocimiento. Y el poder del conocimiento no puede estar asociado a un poder económico externo, o un poder político, partidario externo”.
“La responsabilidad que tiene el Estado para con la educación pública es garantizar que esta sea autonómica, que sea democrática, que pueda generar conocimientos de manera libre y que responda a las grandes mayorías, y no a intereses particulares”, concluyó.
