31 minutos se presenta en el Metropólitan y dice “Fuerza México” por caso Ayotzinapa

15/11/2014 - 9:48 am
@Karyz_Lilgal
“Nunca un siete me voy a sacar” es interpretada por el títere Michael Astudillo, el estudiante que representó con su canción a los 43 normalistas de Ayotzinapa. Foto: Twitter vía @Karyz_Lilgal

Ciudad de México, 15 de noviembre (SinEmbargo).– El elenco del programa chileno, 31 Minutos se presentó en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México y durante la canción “Nunca un siete me voy a sacar” alzó una pancarta en la que se leía “Fuerza México”, una muestra de empatía por la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero.

Este viernes por la noche, más de tres mil personas asistieron al concierto de 31 Minutos, que tuvo como temática las “Bromas telefónicas de media noche de Guaripolo” en donde el personaje a lo largo de la presentación se dedicó a hacer llamadas que daban pie a la canción que seguiría.

“Rin, rin raja” fue el tema musical que abrió el concierto; le siguieron canciones como “Señora interesante”, “Un castillo de blanca arena con vista al mar” o “Doggy style”. Canción tras canción, el público coreaba, gritaba, se emocionaba; pero el escenario se estremeció en cuanto empezó la canción “Nunca un siete me voy a sacar”, pues títeres que aludían a estudiantes y otro encapuchado sacaron una pancarta que decía “Fuerza México” refiriéndose al caso Ayotzinapa.

“Nos tiene muy impactados la situación (el asesinato de seis y la desaparición de 43 normalistas aquel 26 de septiembre en Guerrero, así como la incertidumbre ante las investigaciones e informes oficiales) como a todo el mundo y no queríamos ni pasarnos de listos, ni pasarnos de tontos. No hacernos los locos a un hecho que para cualquier persona en su sano juicio es conmovedor”, dijo en conferencia de prensa Álvaro Días, la voz de Juan Carlos Bodoque.

Por su parte, Pedro Peirano, la voz de Tulio Triviño, dijo que era imposible no hacer ésa referencia porque “nunca un siete me voy a sacar” es un canción interpretada por un estudiante.

Durante el concierto los personajes agradaron al público mexicano al pronunciar frases que caracterizan al país como “patrullero 881” refiriéndose a Cantinflas y cantar la estrofa de la canción del Chavo del ocho, “que bonita vecindad, es la vecindad del chavo”.

Al término de “Canción mala”, Guaripolo se despidió de los asistentes “Radio Guaripolo les desea un dulce sueño, gracias” y los músicos pidieron a los asistentes levantarse de sus butacas para bailar con la canción “Bailan sin César” y, así, dar término a la velada.

Sin embargo, una vez apagadas las luces el público aclamo por otra canción, petición que fue concedida y salió el Dinosaurio Anacleto a interpretar su canción homónima.

Los músicos y toda la producción salieron al escenario a bailar con los asistentes, teniendo como respuesta a un público lleno de alegría y emoción que gritaba de pié “Chile, Chile, Chile”.

El escenario, un callejón, se llenó de luces de colores y los músicos corearon la canción “Boing, boing” como muestra de cariño y para despedirse del público mexicano: “es un pueblo muy culto, un pueblo cariñoso; es injusta esta imagen que sale para fuera (se refiere al caso Ayotzinapa y la inseguridad que se vive en México y que ha tomado una mira internacional)”, aseguró Pedro Peirano en la conferencia de prensa.

 

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