250 periodistas mexicanos pidieron asilo político en EU; en México estarían muertos, dicen

15/11/2015 - 9:06 pm

Telemundo estima que al menos son 250 periodistas mexicanos los que solicitaron refugio o asilo político a Estados Unidos por que en su país informar o criticar a los poderes fácticos les costaría la vida.

Ciudad de México, 15 de noviembre (SinEmbargo).- Héctor Salazar Gómez y Alejandro Hernández Pacheco, periodistas mexicanos asilados políticos en Estados Unidos, dijeron en entrevista para la cadena estadounidense Telemundo, que en caso de estar en México cubriendo temas políticos o del narcotráfico, ya estarían muertos.

Telemundo indica que se estima hay unos 250 periodistas mexicanos refugiados en Estados Unidos, amenazados, secuestrados, o víctimas de atentados en su país, “muchos están aquí buscando comprobarle a Estados Unidos, su miedo creíble [de regresar a México]”, indica la televisora.

Ambos periodistas, que fueron privados de su libertad en sus lugares de origen, logran obtener el asilo migratorio en Estados Unidos, ya que México encabeza en la lista de países con más homicidios de periodistas en el continente americano.

Desde el año 2010, 55 periodistas han sido asesinados en México, que tiene más casos de ese tipo que Honduras, Brasil, Colombia, Guatemala, Perú y Paraguay, de acuerdo con datos de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

De hecho, uno de cada tres asesinatos de periodistas documentados por la CIDH ocurrió en México. Sin embargo, muchos más son amenazados y logran sobrevivir como el caso de Alejandro Hernández, un periodista con asilo político en EU, país al que primero llegó como un migrante mexicano, y ahora radica en Denver, Colorado.

Hernández, ex camarógrafo de Televisa Torreón, fue uno de los cuatro periodistas plagiados en Durango, luego de cubrir un motín y una protesta en un penal de Gómez Palacio, en julio del 2010.

En su momento, antes de recibir asilo en EU, el camarógrafo se dijo decepcionado del gobierno mexicano, el cual sólo le ofreció ayuda psicológica. Hoy Alejandro Hernández, trabaja en Telemundo Denver, desde hace 9 meses.

En la entrevista, el periodista afirmó que su vida y la de su familia estarían en peligro si Estados Unidos no le hubiera otorgado asilo político. Allá, en México, estarían muertos, dijo.

El 26 de julio del 2010, luego de cubrir una fuga en una prisión del estado de Coahuila, Hernández Pacheco fue secuestrado, junto con otro camarógrafo y dos reporteros, por criminales no identificados que le pusieron una pistola en la sien y lo forzaron a pedirle a su empresa, Televisa, que transmitiera cuatro videos para que fueran vistos en todo el país.

Según la versión oficial, los dos camarógrafos fueron rescatados el 31 de julio (5 días después) por Policías Federales, lo que fue negado por el propio Hernández. El Grupo Multimedios sí pasó al aire los videos que le exigían transmitir los criminales, no así Televisa. Eventualmente los cuatro periodistas que fueron raptados fueron liberados o escaparon.

“Los cárteles controlaban a los reporteros locales, y se sienten tan empoderados que si pueden controlar a los medios locales, el siguiente paso sería lógicamente controlar a los medios nacionales”, aseguró en aquella época, Carlos Spector, abogado de Hernández Pacheco.

Otro caso es el de Héctor Salazar, un periodista mexicano que en el año 2009 fue privado de su libertad y amenazado por su trabajo periodístico que cubría temas de política en México. Ante su realidad comprobada, el gobierno de estados unidos le otorgó asilo político, indica la televisora. Hoy en día Héctor trabaja en la estación radiofónica Onda 1150 AM, en Denver Colorado.

Héctor Salazar Gómez es originario de Yautepec, More­los, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién, y se encuentra exiliado en Denver desde el 2007. El 21 de septiembre de 2011, tras dos años de seguir un juicio federal en una corte de migración en Colorado, el perio­dista recibió la sentencia por parte la jueza de inmigración, Mimi Tsankov, en la que le notificaba la aceptación del asilo político.

En México todo comenzó con amenazas por teléfono y correo. Poco a poco el periodista vio que sus reportajes acerca de la corrupción en el gobierno de su ciudad y estado podrían costarle la vida. Un día en el 2008 al salir de su trabajo en el periódico El Nivel, dos hombres lo secuestraron, le robaron y lo torturaron.

“Y es que en México las amenazas son tan serias… que muchas se cumplen”, afirma Telemundo. Por ello el abogado de inmigración texano, Carlos Spector, dijo que los asesinatos de periodistas en México, abrió las puertas para que otros comunicadores le soliciten a Estados Unidos refugio o asilo político.

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