Generación de empleos, ingresos fiscales y alivio a padecimientos como epilepsia o cáncer a costos más accesibles vienen en camino. HempMeds México, con sede en Poway, California, vende aceite de cannabidiol, que se utiliza para tratar diversas enfermedades. Con permiso de la Cofepris y con una receta médica, los clientes lo importan al país por un costo promedio de 6 mil 500 pesos, un precio alto por la ausencia de competencia y el proceso de producción. Con la aprobación del Senado para el uso medicinal y científico de la cannabis –que falta validar la Cámara de Diputados una vez regresen de vacaciones y decidan discutirlo– este negocio se expandirá poco a poco, surgirán más marcas y generará un mercado nacional de alrededor de 700 millones de dólares anuales, calcula el fondo de inversión estadounidense Privateer Holdings. Esa cantidad equivale a lo que el Gobierno de Estados Unidos le dio a México entre 2008 y 2011 para el combate al crimen organizado a través de la Iniciativa Mérida, con base en cifras del Departamento de Estado.
Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).– En México aún no es legal portar más de 5 gramos de mariguana para consumo personal. Sin embargo, miles de mexicanos como la niña regiomontana Grace Elizalde, quien padecía 400 ataques de epilepsia al día hasta que sus padres obtuvieron el permiso para importar aceite de cáñamo con cannabidiol, tendrán la opción de reducir su dolor crónico al tratarse 40 enfermedades como cáncer, sida, epilepsia, glaucoma, artritis o alzheimer mediante derivados farmacológicos de la cannabis, destacaron los senadores durante la aprobación de su uso medicinal y científico.
Una vez lo discutan y aprueben los diputados el próximo año, los productos medicinales tendrán mejores precios a raíz de la apertura a la producción nacional, habrá otro tipo de tratamientos con THC (componente psicoactivo) además del aceite de cáñamo (con cannabidiol) y finalmente habrá investigaciones científicas sobre la cannabis, destacó en entrevista Raúl Elizalde, padre de Grace.
“Estos medicamentos ya no sólo se van a poder importar, se abre a la producción nacional, lo que en un futuro traerá costos más bajos. El precio que se paga por un tratamiento de un frasco de 236 mililitros con 5 mil miligramos de cannaibidol es de 6 mil 500 pesos. En el caso de Grace nos dura 100 días, pero en promedio dura dos meses. El costo es elevado. Es una problemática que existe en México y en el mundo en cuanto a los costos de los tratamientos médicos”, dijo.
La Senadora Cristina Díaz Salazar, presidenta de la Comisión de Gobernación, expuso que “estamos sentando las bases para establecer en nuestro país una industria de producción nacional de medicamentos con cannabis”.
Además de los beneficios para la salud, Lourdes Cárdenas, autora de Mariguana, el viaje a la legalización, enfatizó que también se generan muchos empleos porque la industria de la mariguana los requiere, y el Estado recibe ingresos fiscales.
“Se necesita mucha gente para hacer el seguimiento de las plantas, para cortarlas, procesarlas, extraer los aceites, cocinar los productos comestibles, certificar la calidad de la planta, lo cual se vuelve un beneficio para los estados”, afirmó en entrevista. “Además, la mariguana medicinal y recreativa tiene impuestos para los estados. En términos económicos es una industria que permite que todo ese dinero, en lugar de irse al crimen organizado, se va a las arcas del Estado y se pueda destinar a cuestiones sociales, por ejemplo, programas de prevención y control de adicciones”.
Sin embargo, este dictamen que reforma diversas disposiciones de la Ley General de Salud fue pospuesto por la Cámara de Diputados para discutirlo el próximo periodo de sesiones en 2017 una vez regresen de vacaciones. Esta pausa prolonga el proceso de aprobación y eventual establecimiento de nuevas marcas de productos medicinales con derivados de mariguana que permitirían mejores precios.
“Espero que vayan a ver muy pronto el tema, en un periodo extraordinario, y no se congele en la Cámara de Diputados. Creemos que sí hay voluntad política para sacarlo lo más pronto posible. Nos sorprende que no haya salido rápido, es una lástima, pero desgraciadamente así son las leyes en México y hay que esperar. De por sí la iniciativa se queda corta porque solo es sobre cannabis farmacéutico y se deja desprotegido a quien está consumiendo la mariguana de manera terapéutica o por autocultivo, ni se abordó la iniciativa del Presidente sobre subir la posesión de 5 a 28 gramos”, aseguró el padre de Grace.
Para la periodista Lourdes Cárdenas, regular la mariguana para uso medicinal requiere un trabajo “detallado y un debate serio” sobre cómo hacerlo con orden, por lo que aplaudió que no se aprobara “al vapor”.
“He visto en México que muchas decisiones importantes que tienen consecuencias a largo plazo se toman al vapor. Que en el próximo periodo de sesiones los diputados la regulen de una manera efectiva tomando en consideración los aspectos de producción, registro de pacientes y doctores; hay una serie de detalles. Funciona bien cuando es una regularización ordenada que al final beneficia a mucha gente”, recomendó vía telefónica desde Estados Unidos.
En cuanto a un futuro uso recreativo, Cárdenas aseveró que es importante tomarse el tiempo para ver las implicaciones que tendría en México.
La mariguana, recordó, es una droga por lo que altera la percepción. No es tan adictiva como la cocaína o tan peligrosa como el alcohol, dijo, pero sigue siendo una sustancia psicoactiva.
“¿Cómo evitar que la gente vaya manejando bajo los efectos de la mariguana?, ¿cómo evitar que los jóvenes la lleven a la escuela? Es necesario tomar un tiempo para analizarlo, tal vez un año, para estudiarlo no solo con foros de gobernación”, declaró.
EL VALOR POTENCIAL POR 700 MDD (PARA EL ESTADO)
Adam Orens dijo en un reporte del Grupo de Políticas Públicas de Mariguana (MPG) que si se hace de la manera correcta, la industria de la mariguana puede ser de beneficio económico para cualquier estado o comunidad.
De acuerdo con el fondo de inversión estadounidense Privateer Holdings, el mercado de la mariguana medicinal de México tiene un valor potencial de entre 600 y 700 millones de dólares, cantidad que equivale a lo que el Gobierno de Estados Unidos le dio a México entre 2008 y 2011 para el combate al crimen organizado a través de la Iniciativa Mérida (cifra del Departamento de Estado).
En tanto, si se suma el mercado nacional de la mariguana para usos recreativos ascendería a entre mil y dos mil millones de dólares anuales, de acuerdo con la farmacéutica Medical Marijuana Inc, con sede en San Diego.
En el caso de Colorado, ejemplificó Lourdes Cárdenas, estudiosa del tema, los empresarios de mariguana registrados producen aceite de cáñamo para el uso medicinal, que tiene muy poco THC. Aunque no solo hay una marca, tampoco hay muchas porque el negocio más lucrativo es con la mariguana recreativa, por lo que los productos medicinales “siguen siendo muy caros porque no muchos los producen”.
En Colorado hay listas de espera para acceder al aceite. Son dosis de alrededor de 500 dólares, pero esa solo se mantiene por unos días y se tiene que volver a comprar.
“Es bastante caro; no es un producto muy accesible todavía. A la larga, cuando se regularice a nivel federal, podrá bajar”, previó.
José Fermín Mendoza Castillo, un campesino originario de Pánuco, Veracruz, que trabaja en Tampico, Tamaulipas, es diabético desde hace 30 años.
“Me gustaría probar este medicamento porque la verdad me siento muy mal. Todo me duele”, escribió en la página de HempMeds México, la única distribuidora de aceite de cannaibidiol en el país, aunque con sede en California, la primera entidad de Estados Unidos en aprobar el uso de la mariguana con fines medicinales hace dos décadas.
Dado que los diputados aplazaron la aprobación, Fermín tendrá que esperar más tiempo para que el costo sea accesible a sus bolsillos. Este mercado, por ahora monopolizado, se expandirá gradualmente. En una primera etapa se permitirá la importación, pero cuando concluya la investigación científica de su aplicación en el país, será legal la producción nacional, de acuerdo con el Senado de la República.
Dos días después de cumplirse 10 años de guerra contra el narcotráfico, el Senado aprobó regular el uso medicinal y científico de esta planta ancestral para que la Secretaría de Salud otorgue las autorizaciones para poder exportar, importar y comercializar productos elaborados con derivados farmacológicos de la cannabis, lo que desarrollará nuevas marcas y actividades económicas que darán millonarias ganancias y empleos, pero no al crimen organizado.
El negocio en México –una vez los diputados regresen de vacaciones y decidan discutirlo– será pequeño en comparación con el de Canadá o Estados Unidos, valuado en al menos 5 mil millones de dólares y 48 mil millones de dólares, respectivamente, de acuerdo con Privateer Holdings.
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El 8 de noviembre, los ciudadanos de California –el estado más poblado de EU– y Massachusetts aprobaron medidas que aprueban el consumo recreativo de mariguana. Los otros estados que ya lo permiten son Alaska, Colorado, Oregon, el estado de Washington y el Distrito de Columbia.
En California y Oregon incluso se venden productos de la marca de Bob Marley, el músico de reggae jamaiquino.
En Colorado, donde la mariguana medicinal fue legalizada hace 15 años, las ventas de mariguana medicinal desde enero de 2016 hasta octubre totalizaron 371 millones de dólares y las de mariguana recreativa, 720 millones, informó el Departamento de Impuestos.
Además se calcula que en 2016 las ventas de esta yerba generarán unos 185 millones de dólares en impuestos, casi el doble que los dos años anteriores combinados: la venta de mariguana recreativa está gravada con tres impuestos en ese estado.
En total, ya son 25 estados de EU con alguna forma de mariguana legal y otros 25 en donde ya no es delito poseerla para uso personal.
¿QUÉ SE PODRÁ COMERCIALIZAR Y COMPRAR?
El 17 de febrero de 1940 el entonces Presidente Lázaro Cárdenas del Río decretó la legalización de la mariguana en México, documentó el libro República Pacheca del periodista Enrique Feliciano. El gobierno cardenista pretendía crear un monopolio estatal para la venta de fármacos a un costo normal, así como la posibilidad de recaudación de impuestos. Sin embargo, debido “a las presiones del gobierno de Estados Unidos” –dijo el escritor Juan Alberto Castillo– meses después la decisión de legalizarla fue revocada.
166 años después, la posibilidad de legalizar su uso medicinal vuelve. En noviembre de 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amparó a cuatro personas para que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) les conceda el permiso para producir y consumir la hierba.
A raíz de eso, Alina Maldonado, una niña de 11 años que padece de epilepsia recibió en enero un permiso de la Cofepris para importar Real Scientific Hemp Oil–X (RSHO-X), derivado del cannabidiol y sin el componente psicoactivo conocido como THC.
“¿En dónde lo puedo conseguir? Tengo una niña de 16 años con convulsión”, cuestionó por su parte Bertha Sevilla. “Puedes ordenar directamente a tu domicilio en México, vas a necesitar que tu médico te recete RSHO-X y un permiso de importación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)”, contestó la compañía HempMeds México.
A diciembre de este año la Cofepris ha emitido 138 permisos, de acuerdo con su titular Julio Sánchez y Tépoz.
HempMeds México, con sede en Poway, California, vende aceite de cannabidiol (CBD) con permiso de la Cofepris. El producto, hecho a base de cáñamo, se importa de Estados Unidos y se oferta en dos presentaciones:
–Un frasco con mil miligramos de CBD – 189 dólares
–Un frasco con 5 mil miligramos de CBD – 499 dólares
Sin embargo, a partir de la aprobación del Senado, que aún falta ser discutida y aprobada por los diputados, el mercado nacional de mariguana con fines medicinales se expandirá y diversificará poco a poco.
“El proyecto faculta a la Secretaría de Salud a diseñar y ejecutar políticas públicas que regulen el uso medicinal de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica y americana o marihuana, entre los que se encuentra el tetrahidrocannabinol (THC), sus isómeros y variantes estereoquímicas, así como normar la investigación y producción nacional de los mismos”, informó el Senado de la República.
Los productos que contengan concentraciones del 1 por ciento o menores de THC –el componenete psicoactivo–, y que tengan amplios usos industriales, podrán comercializarse, exportarse e importarse, cumpliendo los requisitos establecidos en la regulación sanitaria.
Asimismo, se eliminó a la nabilona y al cáñamo de la lista de las sustancias que se consideran como un problema grave para la salud pública.
El uso terapéutico de derivados de la mariguana coadyuva en el tratamiento de 40 enfermedades, como cáncer, sida y epilepsia, justificó el presidente de la Comisión de Salud del Senado, Salvador López Brito.
Miles de pacientes tendrán acceso a medicamentos derivados de la cannabis y podrán disminuir dolores crónicos, mejorar la coordinación motora, atender y controlar la esclerosis múltiple, el glaucoma, el cáncer y el sida, destacó el Senador Miguel Barbosa Huerta.
El martes 98 senadores votaron a favor del uso medicinal y científico de extractos de la mariguana y siete en contra, entre ellos, Marco Antonio Blásquez Salinas, del Partido del Trabajo, quien además de criticar el consumo de esa “maldita droga”, acusó que detrás de la regulación hay “muchísimos intereses económicos” con “grandísimas ventajas económicas de lo que va a ser un negocio”.
Y en efecto lo será. Aunque lo es más la de uso recreativo…
