EPN y cabezas del gobierno optan por el silencio ante arresto del Z-40; Calderón, fiel a sí mismo, tuitea

16/07/2013 - 12:49 pm

Por Andrea Sosa Cabrios

Ciudad de México, 16 jul (dpa) – Después de su victoria de ayer contra el crimen organizado, el Presidente mexicano Enrique Peña Nieto guardó silencio. Igual su Secretario de Gobernación, los jefes de las fuerzas armadas y el máximo responsable de seguridad pública. ¿Casualidad?

Más de 30 horas después del arresto de Miguel Ángel Treviño Morales, el “despiadado” líder de Los Zetas, como lo calificó la DEA, el titular del Ejecutivo destaco, en un evento público, que la aprehensión del líder del cártel de los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40 ocurrida ayer, fue posible gracias a la coordinación entre las dependencias del gobierno. Por ello felicitó a la Marina Armada y las todas las instituciones de seguridad pública del gobierno por su trabajo eficiente.

El arresto de uno de los capos más buscados de México hubiera sido un buen motivo para hacer repicar campanas, pero el gobierno de Peña Nieto refrendó, con su largo silencio inicial, cuál es su estrategia: manejar los temas de seguridad con bajo perfil.Un portavoz de seguridad fue el encargado de dar la noticia a la prensa la noche del lunes, cuando habían pasado 17 horas desde la detención.

Y a diferencia de lo que se hacía en el pasado, el líder de Los Zetas no fue presentado ante periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión con las manos esposadas y chaleco antibalas como botín de guerra.

Sólo se difundió un video de varios segundos donde se lo veía llegar sin esposas, caminando suelto, acompañado por militares, a instalaciones de la subsecretaría especializada en la investigación de crimen organizado.

Por su parte, el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) escribió en su cuenta de Twitter: “Felicito a la Marina Armada de México por la captura de Miguel Ángel Treviño (Z40), resultado de un perseverante esfuerzo de inteligencia”.

Dos estilos, dos estrategias.

Calderón, cuando era Presidente, con la Marina. El discurso permanente de la guerra. Foto: Cuartoscuro
Calderón, cuando era Presidente, con la Marina. El discurso permanente de la guerra. Foto: Cuartoscuro

Desde que asumió el poder el 1 de diciembre, Peña Nieto decidió poner fin a la política de convertir la seguridad, el narcotráfico y la lucha contra las redes criminales en el eje temático de su discurso.

La estrategia del nuevo gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro) ha generado algunas dudas en casa y en Estados Unidos, entre otras cosas porque no se la han dado a conocer más que a grandes rasgos: regionalización de los esfuerzos, más labores de inteligencia, mayor coordinación.

“Yo creo que desde que llegamos, sin echar las campañas al vuelo, hemos ido dando pasos adelante día a día”, dijo la semana pasada en una entrevista televisiva el Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón.

La anunciada Gendarmería Nacional de 10.000 efectivos provenientes de la Armada y el Ejército, que parecía que iba a ser la “estrella” de la propuesta de seguridad del nuevo gobierno, todavía no ha sido creada a siete meses de la toma de posesión de Peña Nieto.

Incluso ya se ha diluido la propuesta inicial porque se la limitará a unos 4.000 a 5.000 efectivos, ninguno de ellos militar, y será una división más de la Policía Federal.

Lo que ha hecho el gobierno hasta ahora, de manera pública, es reforzar la seguridad en el estado de Michoacán con miles de efectivos militares y lanzar una estrategia contra el crimen basada en el enfoque de prevención social.

Después de seis años de gobierno de Calderón, con 70.000 muertos en hechos asociados con los cárteles y una violencia cada vez más brutal de las organizaciones criminales, la situación no ha cambiado drásticamente. Ha habido más de 7.100 muertos entre diciembre y junio.

Pero lo que se ha modificado es el discurso y la decisión de librar la batalla sin que se escuchen tanto los estruendos de las balas.

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