El miedo al fracaso y a que el talento no lo es todo: Jaime Mesa en “La mujer inexistente”

16/09/2017 - 12:04 am

“Con esta novela, Jaime Mesa ha convertido el fracaso y la venganza en epopeyas. Quien desee saber dónde encontrar la verdadera literatura (en los libros o en las libretas de quienes nunca publicaron) tiene que leer estas páginas”, ha dicho Emiliano Monge. Una novela sobre el ser escritor o sobre el ser humano.

Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).- Hay un libro que escribe por año Jaime Mesa (Puebla, 1977) y este trata de La mujer inexistente, un recuerdo, una evocación y tal vez un miedo al fracaso, al futuro, que esté en la inconsciencia del autor.

Es la historia de una mujer que a los 60 años, enferma y abandonada del medio literario, hace un recuento de su vida, sus libros, sus alumnos, sus amantes y sus fracasos, a través de la mirada de un hombre que, sin saber quién es Milena Betancur, la va descubriendo poco a poco a través de sus diarios.

Milena, quien se siente expulsada de la tribu, jamás comprendida por sus pares, tiene un solo libro, Perros de asfalto y al morir deja unos diarios en donde cuenta una realidad muy diferente.

¿Quién dice la verdad, la Milena Betancur que cada noche bebe con su vecino o Beatriz Mella, la mujer que firma los diarios y el libro de cuentos, Perros de asfalto, de edición limitada?

La mujer inexistente narra la vida de una mujer que en cierto modo representa todos los miedos de la literatura. ¿Es posible el fracaso? ¿Es posible vivir con el fracaso?

“Conocer a Milena fue mi verdadera escuela. A través de ella me fui interesando y poco a poco fui leyendo toda su biblioteca, ahora mía. Siempre he sido un buen escucha de las personas. Absorbo todo, sus dudas, sus ideas, sus tonos. No soy culto pero sé escuchar. “No voy a escribir literatura”, me dije cuando empecé esto. Me di cuenta de que no iba a escribir una novela (aunque la ficción es la madre de todas las verdades), pero terminé escribiendo por la educación sentimental que Milena me dio. Ella me hizo entrar en un mundo. “Deberías escribir un cuento”, me dijo una vez y yo reí porque pensé que se burlaba de mi ignorancia. Sin embargo, la técnica literaria, las lecturas, sus intuiciones, terminaron por servirme para escribir este libelo contra ella. Porque de eso se trata. Por eso esto es una reescritura de su conciencia y de sus ideas”, empieza la novela.

Jaime Mesa es novelista. Ha publicado Rabia (2008), Los predilectos (2013) y Las bestias negras (2015), merecedoras de un lugar dentro de la lista de los mejores libros del año en varios medios, entre ellos “El Ángel” del periódico Reforma. Ahora llega con La mujer inexistente para conseguirse un lugar entre las mejores propuestas literarias del año.

La mujer inexistente: novela sobre el fracaso. Foto: Alfaguara

­–La mujer inexistente es como un Jaime Mesa en el futuro

­–Quizás de los miedos de Jaime Mesa. Quizás revele los fantasmas que me poblaron alguna vez. El miedo por el fracaso y el miedo al saber que el talento no lo es todo. ¿Qué pasa si ganas el Premio Nobel pero que nadie recuerda? Cuando te vuelves escritor, estás solo pensando eso, ¿es buena novela o no es buena? Ese afán de fracasar, que no se te quita nunca. Siempre tienes este afán de gustarle a alguien, eres ser humano…

–Mmm…no sé, yo escribo para mí

–Creo que porque desde el principio me di cuenta de que no escribía para mí. El primer trabajo literario a los 14 años, hice una novela de ciencia ficción, se la di a mi madre, que era mi primer crítico literario y me dijo que no. Yo sí supe que escribía para que me leyera alguien más. Después de hacer el taller de Daniel Sada, yo daba talleres y la gente me decía: es imposible que des talleres si no tienes una novela publicada. Pero tengo tres escritas, decía yo, no, tienes que tenerla publicada. Esperé hasta tener una editorial que me pusiera con muchos lectores. Así llegué a Alfaguara.

­–Esta Milena Betancur tiene un libro publicado titulado Perros de asfalto…

–El personaje tiene que ver con la vida real. Los protagonistas siempre tienen rasgos de gente que puedo conocer, que puedo conocer incluso en otros libros o en películas, son gente real o irreal. Los personajes que sí creo de la nada son la comparsa, los que acompañan al protagonista. La construcción de Jaime Abril fue de alguien que necesitaba para contar la historia de la protagonista. Milena Betancur responde a esa tradición de la vaca sagrada que en provincia se vuelve rey. Es decir, que fracasa donde está la competencia férrea y como es el tuerto, se va a la provincia, donde el éxito literario se mide porque va toda tu familia a tu presentación. De repente es un triunfo ficticio, porque te compran toda tu novela tus alumnos. Esta reproducción es un poco peligrosa, tiene una enfermedad contagiosa: la mediocridad. Si yo no puedo publicar en Tusquets o Alfaguara, ustedes tampoco.

–Mezclas la docencia con la literatura, ¿lo dicen así los maestros?

–No, no se dice, por supuesto. Los gestos te dicen eso. No pueden reconocer el fracaso, pero manifiestan cosas como que las editoriales y los concursos grandes están vendidos, ni lo intenten. El discurso es falso. Eso es peligrosísimo.

Esta es la cuarta novela del autor. Foto: Alfaguara

–Jaime Abril parece ser alguien que saca de ella hasta lo físico…

­–Jaime Abril no es de quien aspiramos ser, pero es el joven de quien se filman las películas en Hollywood. Es el hombre guapo, sexy, varonil y que a muy corta edad publica su gran libro, porque es talentoso y brillante. Hablo de lo mediático, de lo comercial, juventud, belleza, inteligencia y talento. La representación de que los escritores son como Jaime Abril. Pronto tienes que ser el más guapo, el más inteligente y meter muchos goles, de otro modo no sirves.

­–Hace poco entrevisté a Pierre Lemaitre y él había publicado su primera novela a los 55 años

–Sí, por supuesto. Es que nos han dicho, el mundo está construido así, el auge de las cirugías plásticas, las dietas, si pasaste de los 30 ya no sirves, la juventud es un espectáculo. En el arte no tendría por qué ser así.

­–Dices que es una persona Milena sin nadie en la vida, como algo que compensara, ¿es así?

­–Mis dos primeras novelas fue un sacrificio, el miedo a quedarme sola. Este asunto de que los escritores son malos padres, porque están tan metidos en su novela que creen que el arte está escindido de la vida. Las primeras tres novelas significaron para mí una renuncia a la vida, eso inconscientemente me decía, voy a ser publicado pero solo, nadie me va a querer. Esta novela, La mujer inexistente, la escribí siendo padre de familia, con una relación de mucho tiempo, a veces había días que no escribía por cuidar a mi hijo y no pasa nada, escribiría a la próxima semana.

–No sé si esta mujer es culpable de estar sola, uno hace en la vida lo que puede…

–Sí, es cierto. Creo que no somos culpables. Tener pareja es como ganarte el Melate, qué bueno que mi hijo salió sano, pudo haber sido de otra forma…estás completamente desprotegido porque puede no ocurrir. ¿Qué hago si no pasa eso? Un puesto de jugos, hacer algo, podemos contribuir en alguna parte, pero no lo decidimos. Las redes sociales contribuyen mucho a esa ilusión. En Instagram todos son felices, en Twitter, en Facebook, uno en la soledad se pregunta si todos son felices y uno no. La verdad es que todos vivimos una medianía normal.

­–En la novela anterior hablaste de la literatura para fuera, ahora hablas de la literatura para adentro

–Creo que es un tema postergado, es un tema que desde la infancia lo traigo. Desde que quise ser escritor, a los 17 años me interesaba tanto los cuentos de Cortázar que la vida de Cortázar. Pensaba que fumando Galois o viviendo en París o estando con Carol, que todo eso me iba a convertir en escritor. Luego entiendes que ya no y nunca había hablando de este tema.

–¿Milena no era buena, verdad?

–No, la verdad que no. Pero, ¿quién se lo dice? En este medio si te lo dicen, ¿qué sabes?, si te lo dicen porque es envidioso o porque soy bueno realmente.

–¿Qué pasa con la novela de ciencia ficción?

­–Mi madre no se acordaba de esto y se lo recordé hace poco, quedó impactada por la crueldad, fue mi primera crítica literaria. Destruyó mi carrera de escritor de ciencia ficción, quedé inhabilitado para ello. Por eso soy un escritor realista.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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