Desde su primera época (1997-2004), NITRO/PRESS se ha mantenido al margen de las modas impuestas por las empresas editoriales. En esta segunda etapa, que comenzó en noviembre de 2009, la editorial pone énfasis en la narrativa y el ensayo de vanguardia, así como en géneros editoriales obviados por las grandes cadenas, divididos en cinco colecciones: Lados B – Narrativa de alto riesgo (antología anual), Cuadernos, InterView (entrevistas y ensayo), Punto de Quiebre (libros conmemorativos) y Letras Rojas (literatura y crimen).
Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).- “Como siempre, nos importan las letras, no los números”, dicen casi a dúo el escritor Mauricio Bares y la diseñadora gráfica Lilia Barajas, las dos caras activas de NitroPress, una editorial distinta y quizás por ser tan diferente ya ha cumplido veinte años.
Nitro-Press ha publicado a escritores consagrados como Amparo Dávila, Eusebio Ruvalcaba, Gerardo de la Torre y Gonzalo Martré, y a voces refrescantes y de género, tales como Hilario Peña, Daniel Salinas Basave, Sylvia Arvisu, Iván Farías, Elma Correa y Franco Félix, por mencionar tan solo a un puñado de quienes integran su catálogo y sin olvidar al ya fallecido Rafa Saavedra.
Muchos de los que han editado por primera vez hoy son nombres muy conocidos en la literatura y ellos siguen con mucho esfuerzo, pero también con inquietante alegría.
“Este camino ha sido muy accidentado. Siempre pensé que íbamos a tener una primera y única etapa larga, pero se vio interrumplida a los siete, lo que nos dejó muy insatisfechos y con la espina clavada”, dice Mauricio Bares, uno de los más notables autores mexicanos, finalista del Concurso Herralde por su obra Anónimo.
Lilia y él decidieron hacer un bar, una especie de 3D con todos sus proyectos, con decorados realizados por los dos, pero tuvieron problemas con la editorial y con los vecinos.
La vida da revancha y fue así como empezaron a salir muchas editoriales independientes, nuevas ferias del libro y pronto llegó la segunda etapa de NitroPress.
“Creo que antes no había las condiciones para que floreciera. No había autores, siquiera. Ahora hay un gran movimiento cultural, que se abre a través de Internet”, opina Lilia Barajas.
–Uno de los motivos es que faltan distribuidores, ¿verdad?
–(Mauricio Bares) Uno de los motivos por qué tronamos la primera vez fue que tuvimos un distribuidor y se fugó con todo el dinero. El segundo distribuidor sí nos entregó parte del dinero, pero ya no pudimos. Nosotros hacemos ahora la propia distribución y afortunadamente algunas de las cadenas tienen un sistema centralizado.
–NitroPress tiene las dos cosas: El escritor y la diagramadora
–(Mauricio Bares) Casi todos los proyectos en lo que estoy involucrado hemos querido darle preponderancia a la gráfica. De entrada nos aburren las revistas culturales con el poema y el angelito, pero también nos gusta entender que tú no vas a destacar en una librería con un libro de apariencia tradicional.
–¿Cómo ha sido la gráfica de NitroPress?
–(Lilia Barajas) Hay cierta renuencia a esta cuestión de que las cosas fueran bastante escandalosas. Muchas librerías no nos aceptaban el material. Lo que hace el Internet es abrir todo eso y la gente está acostumbrada a la parte visual. Hay un lenguaje de comunicación más directo. Es más fácil llegar. Todavía la gente me dice de vez en cuando que esto es mucho más escandaloso. Creo que no les gusta y está bien, somos muchos y con que sólo les guste al 00,01 está perfecto. A mí me gusta lo que hago. No necesito quedar bien con nadie. Es mi gusto personal y es mi propuesta.
–¿Cómo deciden los libros cuando van a editarlos?
–(Mauricio Bares) Lo primero que necesita un editor es dinero y lo primero que no tiene un escritor es dinero. Lo que tratamos de hacer es encontrar a los autores, las obras que nos interesan, de manera que podamos co-editarlas. No siempre se da. Hace poco se dio con una obra de Sylvia Aguilar Zéleny, que había ganado un premio en Tamaulipas, pero no quisieron hacer una co-edición. Se tiraron 300 ejemplares y quedó allí, a diferencia de su primer libro, Nenitas, donde negociamos con el Instituto Surcaliforniano y salió y ha sido un exitaso.
–¿Cuál ha sido el mayor logro de la editorial?
–(Lilia Barajas) La cuestión de estar en muchos lugares, jamás me imaginé el tema de la distribución, el hecho de haber logrado y de haber de alguna manera instaurado nuestros libros nos da la línea de continuidad.
–(Mauricio Bares) Por el lado editorial pensaría que es haber publicado a 140 autores jóvenes, la mitad, mujeres. En los Lados B. Eso me parece súper importante, porque no lo veo en otra editorial.
–¿Cuáles son los autores más exitosos?
–(Mauricio Bares) Está Sylvia Aguilar Zéleny, Franco Félix, Daniel Espartaco, Daniel Salinas Basave, Carlos René Padilla, Iván Farías, Hilario Peña. No existe un patrón fijo, hay librerías Gandhi en donde se vende más un libro que otro. Uno que me parece importante es que nos vamos a empezar a internacionalizar. Este es un libro que sacaremos con Ceibo, editorial chilena. Ellos me van a publicar a mí con Apuntes de un escritor malo y nosotros publicaremos a Dauno Tótoro Taulis, con el libro Gemelo de sí mismo. Tenemos también un intercambio con ediciones Carena, de España, sacaremos el libro de Edgar Borges, El olvido de Bruno y ellos sacarán Apuntes de un escritor malo y luego sacaremos a otros. Estaremos sacando a un autor argentino, Kike Ferrari, Nadie es inocente y estamos muy contentos por eso.
–Los próximos 20 años entonces, ¿vienen bien?
–(Lilia Barajas) Es complicado, hay que moverse mucho, tienes que empezar a ver otros canales. En este caso fue fácil después de un gran trabajo y pensamos en luchar para ver otro boom latinoamericano como el que hubo en los 60. Las editoriales de Perú, de Chile, de Argentina, de México, todas unidas para triunfar.
