Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).–Las heces de los perros en la basura y en las vías públicas contaminan los cuerpos de agua y algunos de los excrementos trasladan bacterias, de las cuales, algunas son resistentes a los antibióticos lo que ocasiona que las personas se enfermen, de acuerdo con un estudio publicado por la American Chemical Society de Estados Unidos.
Se conoce que los excrementos de los perros pueden transferir patógenos zoonóticos dañinos, aunque se desconoce todavía la medida en la que los perros contribuyen a la contaminación fecal acuática.
La investigación de un equipo dirigido por Orin C. Shanks y Hyatt C. Green publicada en el diario Ciencia y Tecnología Ambiental de Estados Unidos explica que la mayoría de los cuerpos de agua son susceptibles a muchas fuentes de contaminación fecal como filtraciones de aguas residuales y los excrementos de los animales de granja y animales salvajes.
La razón por la cual esto podría ser preocupante, es porque la contaminación de las heces de los perros pueden contener cepas de Escherichia coli que son resistentes a los antibióticos, así como otras bacterias y parásitos que infectan a los humanos.
Aunque existen estudios, los científicos tuvieron dificultades para determinar el grado en que los desechos de los perros se suma a los agentes infecciosos microscópicos de los cuerpos de agua capaces de generar un daño o enfermedad.
El nuevo método que desarrolló el grupo de científicos consiste en pruebas genéticas que detectan específicamente la contaminación fecal canina en el agua. Para ello, se identificaron 11 marcadores genéticos comunes entre la mayoría de las muestras de perros y de la que los humanos carecían.
Cuando llevaron las pruebas al mundo real, se realizó un monitoreo en agua de lluvia de un jardín donde normalmente las personas pasean a sus perros. La técnica detectó con éxito algunos de los mismos marcadores que habían identificado como evidencia de residuos caninos.
La zoonosis se refiere a las enfermedades infecciosas que pueden transmitir los animales vertebrados al ser humano bajo condiciones naturales, de acuerdo con una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llamada “Zoonosis transmitidas a humanos por los perros; implicaciones en la salud pública”.
Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconocen 174 enfermedades zoonóticas, de las cuales 53 pueden ser transmitidas por los canes.
Una de estas enfermedades puede ser la Campilobacteriosis, que es una enfermedad producida por una bacteria que puede afectar a perros, pero también a gatos, hámsters y primates no humanos. Este padecimiento puede causar diarrea o simplemente puede ser portada por los humanos. Su transmisión se da a través de las heces de animales infectados.
En México viven 18 millones de perros, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de los cuales únicamente 5.4 millones son mascotas y los demás se encuentran en situación de calle.
El DF presenta problemas de zoonosis por fecalismo canino al producir 620 toneladas de excremento cada día, se dio a conocer a principios del 2014 en la Escuela Nacional de Trabajo Social y la Facultad de Medicina de la UNAM.
Un problema importante también es la falta de la desparasitación de los perros, ya que los parásitos intestinales son los agentes más importantes que afectan al perro y al hombre. La investigación de la UNAM determinó que la alta prevalencia de este parásito se debe principalmente a que perros con o sin dueño no reciben los tratamientos antiparasitarios debidos y en los humanos, por las heches en los sitios públicos.
Es por ello que la Ley de Cultura Cívica, al menos en el Distrito Federal, sanciona a los dueños de mascotas que no recojan las heces de sus perros en la vía pública. La fracción 1 del artículo 26 señala que las personas que no limpien el excremento de sus perros en las calles se levantará una multa de hasta mil 140 pesos o arresto de hasta 24 horas.
