Con un acervo actual de más de 65,000 piezas exhibidas entre muros llenos de anécdotas, el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec ha presenciado escenas tan trascendentes como la defensa de los cadetes mexicanos contra el invasor estadounidense, la corte imperial de Maximiliano y Carlota, o la vida cotidiana del presidente don Porfirio y su esposa Carmelita.
Este es uno de los recintos culturales de mayor importancia para el país, pues la sola historia del edificio es un viaje por los episodios del pasado mexicano. El Bosque de Chapultepec, lugar de su asentamiento, fue testigo del poblamiento prehispánico y la utilización del agua de su lago para abastecer a la resplandeciente ciudad de Tenochtitlan; el propio Hernán Cortés participó en la tala de ahuehuetes en esta zona, y a mediados del siglo XVIII se inició la construcción de una casa de descanso en la cima del cerro para el virrey Bernardo de Gálvez, que fue el punto de partida para la construcción de un majestuoso edificio con el tiempo ocuparía un lugar central para la Ciudad de México.
Aunque el virrey Gálvez no logró ver terminada esta obra, algunos años después este edificio fue utilizado como Archivo General del Reino de la Nueva España. Pero la edificación que conocemos actualmente fue cobrando forma con el tiempo, pues desde mediados del siglo XIX, cuando México ya había alcanzado su independencia de España, el edificio se utilizó como Colegio Militar por lo que su parte más alta fue edificada como el sitio de vigilancia del edificio. Cuando las tropas estadounidenses invadieron al país en 1847, el Colegio fue un punto estratégico de la defensa nacional.
En el periodo del Segundo Imperio Mexicano, el Castillo fue utilizado como el lugar de residencia oficial para Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota. Por eso gran parte del acervo que resguarda el Museo perteneció a la pareja imperial y formó parte de su vida cotidiana; ya con la restauración de la República, el presidente Lerdo de Tejada lo utilizó como residencia presidencial además de que el Alcázar se utilizó como un observatorio astronómico. Desde entonces algunos presidentes fueron inquilinos del Castillo: Porfirio Díaz, Francisco I. Madero. Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez. Sin embargo, en 1939 el presidente Lázaro Cárdenas modificó el uso de este edificio y lo declaró Monumento Histórico, por lo que por primera vez se utilizó la residencia oficial de los Pinos.
La apertura oficial del Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec ocurrió en 1944, y la inauguración corrió a cargo del presidente Manuel Ávila Camacho. Su acervo se conformó con la colección de los objetos históricos que se exhibían en la calle de Moneda número 13, que hoy es el Museo de las Culturas. En 1973 fue cerrado por remodelación y abrió nuevamente sus puertas el 14 de noviembre del siguiente año. Recientemente también ha tenido algunas modificaciones, pues en el año 2000 se intervino el Alcázar y también se modificó su discurso museográfico.
El Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec está de fiesta porque en 2014 cumple 70 años de resguardar una parte de la memoria del país. No pierdas la oportunidad de visitarlo y de disfrutar de su enorme valor cultural conformado a través de los siglos.
Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo
