Mientras que varios bancos centrales en el mundo están dejando tasas estables o reduciéndolas en medio de una inflación lenta y un crecimiento bajo, la decisión de México de elevar las tasas se da ante una caída del peso y ante un posible despunte en la inflación por la amenaza de Donald Trump de renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLCAN).
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Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).– La decisión del Banco de México de elevar por quinta vez en el año las tasa de interés llega en un momento en que los analistas esperan más volatilidad para el peso y mayores costos de endeudamiento para 2017.
La salida del Reino Unido de la Unión Europea así como la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos llevaron a México a elevar sus tasas de interés más que cualquier otra economía en 2016. Después de haber incrementado 50 puntos base, la economía mexicana registró un aumento de 2.5 puntos porcentuales más que los países miembros de G20, destaca este viernes Bloomberg.
La agencia señaló que mientras que varios bancos centrales en el mundo están dejando tasas estables o reduciéndolas en medio de una inflación lenta y un crecimiento bajo, la decisión de México de elevar las tasas se da ante la caída del peso y ante un posible despunte en la inflación por la amenaza de Donald Trump de renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLCAN).
Este viernes, especialistas en Economía del Sector Privado consultados por el Banco de México, redujeron su perspectiva de crecimiento para el próximo año a 1.80 por ciento a 1.70 por ciento y para 2018 la previsión quedó en 2.40 por ciento 2.21 por ciento. Y las perspectivas en materia de inflación general se revisaron a la alza con un promedio entre 4.00 y 4.13 por ciento para 2017, por arriba del objetivo del Banco de México de 3 por ciento.
Mario Correa, economista jefe de Scotiabank, dijo a Bloomberg que en 2017 Banxico se verá presionado debido a un repunte en la inflación lo que provocará que eleve nuevamente las tasas. Con preocupaciones en los Estados Unidos y Europa, “tenemos el cóctel para la volatilidad en el peso durante la mayor parte del año”, dijo.
Los actuales movimientos de Banxico en política monetaria se apartan de las decisiones tomadas en los primeros seis años del Gobernador Agustín Carstens Carstens. Los políticos dejaron la tasa sin cambios desde que tomó el timón en 2010 hasta principios de 2013, cuando comenzaron una serie de reducciones que dijeron que les permitiría cumplir con su objetivo de inflación del 3 por ciento a un menor costo para la economía, dice el medio.
Para el próximo año los especialistas consideran que México seguirá los pasos de la Fed la cual estima subir, al menos, treces veces las tasas de interés. Sin embargo, según la agencia, las autoridades del Banxico se han negado a dar alguna declaración al respecto.
“La debilidad del peso ayudará a elevar la inflación a casi 5 por ciento el próximo año, un nivel visto por última vez después de la crisis financiera de 2009”, según Mario Correa. Además, dijo, espera que el banco central aumente los costos de préstamos 1.25 puntos porcentuales a 7 por ciento en 2017.
Bloomberg destacó que las decisiones que Donald Trump pueda implementar en materia comercial podrían llevar al peso mexicano a niveles mínimos además de que ha elevado las previsiones de inflación para el próximo año “al mismo tiempo que México está elevando su salario mínimo y permitiendo que los costos de la gasolina se muevan libremente”.
“Un contrapeso en las presiones de aumento de tasas el próximo año será la probable desaceleración de la economía mexicana, dada la preocupación por los cambios en la relación comercial del país con Estados Unidos y las previstas reducciones en el gasto público, dijo Benito Berber, economista senior de Nomura Holdings Inc”.
El crecimiento económico de México se desacelerará a 1.8 por ciento en 2017 desde el 2.1 por ciento este año, según una encuesta de Bloomberg, y el banco central dijo en su declaración el jueves que las perspectivas para la economía se han deteriorado.
