Ciudad de México, 17 de enero (SinEmbargo).- Para muchas personas pareciera una obviedad mencionar los daños que el alcohol ocasiona al organismo. Sin embargo, muchas de estas afirmaciones están sustentadas en afirmaciones vagas y poco fundamentadas. No obstante, un nuevo estudio aborda ahora el impacto que las bebidas embriagantes ocasionan en la memoria, el cual, al parecer, es más grave que un simple lapsus de una noche de excesos.
Es así que, de acuerdo con un artículo llevado a cabo por el University College de Londres, los hombres de edad mediana que beben al día más de 36 gramos de alcohol, equivalente a dos tragos y medio, pueden acelerar en hasta seis años la pérdida de la memoria, publicó la revista Neurology.
“Gran parte de la información de investigaciones sobre el alcoholismo y su relación con la memoria y la función ejecutiva se ha hecho en poblaciones de más edad”, dijo Séverine Sabia, directora del Departamento de Epidemiología y Salud Pública.
“Nuestro estudio se enfocó en participantes con edad media e indica que el alcoholismo más elevado se relaciona con una disminución más rápida en todas las áreas de la función cognitiva de los hombres”, agregó Sabia.
Según el estudio de la publicación de la Academia Estadounidense de Neurología, no se detectaron diferencias en la memoria o la función ejecutiva en los hombres que no beben, que dejaron la bebida o que toman menos de dos tragos al día, lo cual en el estudio está calificado como beber con moderación.
El estudio involucró a cinco mil 54 hombres y dos mil 99 mujeres cuyos hábitos de bebida se evaluaron tres veces durante diez años. Así mismo, fueron considerados como bebidas alcohólicas el vino, la cerveza y los licores.
De esta manera, cuando los participantes tenían una edad promedio de 56 años, se sometieron al primer examen de memoria y función ejecutiva. Después de esto, las pruebas se repitieron dos veces en los 10 años siguientes.
De acuerdo con el jefe de la investigación, Simon Ridley, “estos últimos resultados podrían servir como una razón más para mantenerse firmes a los propósitos de año nuevo para reducir el consumo de alcohol”.
Por otra parte, agregó que “los estudios observacionales como éste pueden ser importantes para identificar factores que puedan influir en el riesgo de enfermedades o deterioro de la memoria”, sin embargo, admitió que “es difícil determinar la causa y el efecto de este tipo de investigación”.
“Las personas en este estudio no tenían demencia, pero la pérdida de memoria puede ser un precursor de la demencia y la comprensión de los factores de riesgo de esta disminución podría ser importante para prevenir la enfermedad”, añadió
Fue así que se encontró que los bebedores más ávidos mostraron una disminución de su memoria y de la función ejecutiva de entre un año y medio a seis más rápido que aquellos hombres que tomaban menos alcohol por día.
Por otra parte, el estudio no encontró una diferencia significativa en la merma de la memoria y la función ejecutiva presentada entre los hombres que no bebían alcohol y aquellos que bebían de manera moderada, esto es menos de 20 gramos por día.
