Vecinos de Chilpancingo hallan otra bodega con despensas; implicados pagarían 14 años de cárcel

17/02/2014 - 10:51 am
Foto: El Sur de Acapulco
Foto: El Sur de Acapulco

Ciudad de México, 17 de febrero (SinEmbargo).– Este fin de semana fue encontrada otra bodega que pertenece a la Secretaría de Finanzas en la colonia La Haciendita, en Chilpancingo, Guerrero, repleta de víveres y de electrodomésticos, tanques de gas, estufas, refrigeradores y lavadoras que, de acuerdo con vecinos de la zona, es vigilada por elementos de la Policía Estatal.

El diario El Sur de Acapulco indica que desde el sábado por la noche, vecinos que viven a espaldas del almacén son acosados por decenas de elementos de la Policía Estatal que resguardan las instalaciones, mientras que hombres entran y sacan los electrodomésticos en camionetas de tres toneladas y media, así como en trailers.

Una llamada anónima alertó a reporteros de diferentes medios de que en el almacén había miles de enseres domésticos los cuales, según vecinos, llegaron a las instalaciones unos días después de las lluvias y todavía cuando el norte de Chilpancingo vivía en un estado de emergencia, producto de las inundaciones que provocó el que las autoridades no abrieran a tiempo las compuertas de la presa Cerrito Rico.

El almacén fue resguardado desde el sábado  por policías estatales encapuchados y que traían consigo armas de alto poder, denunciaron.

Los vecinos indicaron que los policías ministeriales se dirigieron, entre las 20:00 horas y las 22:00 horas del sábado, a mujeres y madres solteras que viven a un costado de las instalaciones y les dijeron que ya había demandas en su contra, porque ayudaron a reporteros de diferentes medios estatales y nacionales a consignar el almacenaje de decenas de refrigeradores, estufas y lavadoras como las que regalan o rifan en sus giras el Gobernador Ángel Aguirre Rivero y la presidenta del DIF, Laura del Rocío Herrera de Aguirre.

El temor de los habitantes de la zona se ha incrementado debido a la presencia de decenas de policías estatales que custodian las instalaciones, debido a que éstos están todo el tiempo embozados y en varias ocasiones apuntan hacia las casas de los vecinos.

PRISIÓN DE DOS A 14 AÑOS

Por otra parte, el diario local Novedades Acapulco, asegura que los servidores públicos responsables de almacenar las despensas para los damnificados y almacenarlas en bodegas podrían alcanzar una condena de dos a 14 años de cárcel.

Alfredo Pérez Zárate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Guerrero dijo al periódico que en dicho caso podría intervenir la propia Procuraduría General de la República, pues la retención y  ocultamente de las despensas que fueron donadas por particulares es una conducta delictiva que está tipificada en el Código Penal Federal.

En su artículo 214, fracción tercera, el Código señala que comete el delito de ejercicio indebido de servicio público, quien teniendo conocimiento por razón de su empleo, cargo o comisión de que puedan resultar gravemente afectados el patrimonio o los intereses de alguna dependencia o entidad de la administración pública federal centralizada del Distrito Federal, organismos descentralizados, empresa de participación estatal mayoritaria, asociaciones y sociedades asimiladas a estas y fideicomisos públicos del Congreso de la Unión o de los Poderes Judicial Federal o Judicial del Distrito Federal, además de incurrir en cualquier acto y omisión que no informe por escrito a su superior jerárquico o lo evite si esta dentro de sus facultades.

Mientras que en el artículo 223 señala que comete el delito de Peculado, todo servidor público que para usos propios o ajenos distraiga de su objeto dinero, valores, fincas o cualquier otra cosa perteneciente al estado, en este sentido las despensas retenidas en las bodegas clandestinas que han estado saliendo a la luz pública.

Por lo tanto quien incurra en el delito de Peculado, Pérez Zarate dijo que la ley refiere que se le impondrán sanciones que va desde la destitución e inhabilitación de tres meses a dos años para desempeñar otro cargo público, y cuando el monto de los fondos indebidamente exceda de quinientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el momento de cometerse el delito, se impondrán de dos a catorce años de prisión.

VIDEO DE TRASLADO DE DESPENSAS

La semana pasada circuló en Youtube un video donde se muestra la “Operación Traslado”, donde El Sur de Acapulco revela el cómo las despensas son movilizadas.  

De acuerdo con el diario, el jueves pasado, el DIF estatal inició una operación de traslado al almacén general de las toneladas de productos alimenticios encontradas el miércoles en el patio de instalaciones que tiene la dependencia en Chilpancingo.

Para estas tareas, las autoridades usaron un tráiler como el que se aprecia en el video, que hizo varios viajes al almacén que se encuentra apenas unos 200 metros atrás del área en que fueron descubiertas las despensas por reporteros alertados por vecinos.

Después del traslado, se observa que una buena parte de las despensas fueron dejadas a la intemperie, lo que acelera el proceso de descomposición de los productos.

Las últimas escenas son del recorrido que hicieron varios medios el miércoles al mediodía cuando encontraron toneladas de leche, comida para bebé, latas de frijoles refritos, salchichas, atún, avena, harina para tortilla, arroz, frijol en grano, papel de baño, pañales, agua y aceite y hasta comida para perros y gatos que fueron donados por instituciones como los gobiernos del estado de México y Jalisco; el Conalep de Xochimilco, el comité municipal del PRI de Múzquiz, Coahuila; la Fundación Telmex; y la Fundación Checo Pérez, del corredor de autos de Fórmula 1.

Integrantes de la Coordinadora de Colonias y Comunidades Afectadas por el Río Huacapa (CCCRH) exigieron que se finquen responsabilidades penales contra los funcionarios que no entregaron las despensas a los damnificados y recordaron que el 2 de diciembre del año pasado entregaron una solicitud a la Subsecretaría de Protección Civil en el estado para que se les entregaran al menos 500 despensas, aunque el responsable, en ese entonces Constantino González Vargas, les aseguró que ya no había ni una.

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