Jesús Francisco Escobedo Magaña, un menor de 12 años vive con hemodiálisis, necesitan un riñón y sus padres carecen de recursos. Además, el pequeño tiene que permanecer en su hogar, ya no quiere ir a la escuela porque sus compañeros se burlan de él.
Por Rosa María Morales
Ciudad de México, 17 de febrero (SinEmbargo/ElPulso).- Pareciera que Jesús Francisco Escobedo Magaña, un niño de 12 años de edad, estará condenado a tener una vida de sufrimiento, padece de insuficiencia renal crónica y requiere de un trasplante de riñón, pero sus padres no cuentan con recursos para pensar en la cirugía, y no ven quién pudiera apoyarlos para cuando menos tener la ilusión de que algún día su hijo tenga una mejor calidad de vida.
Jesús se mantiene en su casa, sin saber leer ni escribir, porque ya no quiere acudir a la escuela al ser víctima de burlas de otros niños.
Actualmente el menor debe acudir a hemodiálisis dos veces a la semana, tratamiento por el que los padres desembolsan 2 mil 560 pesos, ya que cada sesión tiene un costo de mil 280 pesos.
Aurelia Magaña, madre del menor, explica que su hijo presenta este problema desde su nacimiento y que requiere de un trasplante de riñón; “pero según nos dicen que es muy costoso; no tenemos dinero, mi esposo es albañil y gana a la semana mil 200 pesos, dinero que apenas nos alcanza para pagar una sola sesión, y yo me dedico al aseo de casas para reunir el resto del dinero, para que a mi hijo no falte a la hemodiálisis, ya que el nefrólogo nos pidió que no se deben interrumpir sus dos sesiones semanales”.
Con pesar señala que aparte deben llevarlo con frecuencia con una nefróloga al Hospital Central en la capital potosina, “y es otro gasto, hay ocasiones en que ni tenemos ni para comer porque tenemos que reunir el dinero”.
Sobre la educación de Jesús, comentó que está sin estudiar, “sí estaba acudiendo en una escuela, pero debido a su problema le hacían burla y ya no quiso ir”.