Ciudad de México, 17 de mayo (SinEmbargo).- El dos veces Senador por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge Emilio González Martínez, de 42 años, contrajo nupcias este sábado en Los Cabos con la joven María Couttolenc, de 22 años.
La boda se celebró en el Club Chileno Bay del exclusivo puerto y en compañía de la clase política mexicana, que estaría encabezada por el Presidente Enrique Peña Nieto y los gobernadores de Chiapas, Manuel Velasco Coello, y de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo.
González Martínez se comprometió el año pasado, en París, luego de tres años de relación con la joven, misma que se hizo pública desde octubre de 2010 cuando la revista Quién publicó detalles y fotografías de la pareja, en la que narraban cómo se conocieron y qué pensaban sobre la diferencia de edades entre ambos.
La novia es hija de Marilú y José Alberto Couttolenc Güemez, un empresario que durante la anterior legislatura capitalina ocupó el puesto de asambleísta por el PVEM.
El “Niño Verde” relató a la publicación que conoce a la familia de la novia desde que tenía 12 años de edad, pero el flechazo se dio en 2008 cuando pasó unas vacaciones con los padres de María en Houston, Texas.
“De regreso ya en México seguimos viéndonos. Esto tardó más de un año, antes de empezar a salir con ella. Así me fui dando cuenta que era una chava que tenía lo que yo había buscado por mucho años”, relató a la publicación del corazón.
Hace tres años, el Senador ya dejaba entrever su intención de casarse con la joven, a quien durante sus estudios en Suiza “El Niño Verde” iba a visitar durante las vacaciones. “Pasó mucho tiempo para que encontrara a una persona que me volviera a enamorar. Estuve tanto tiempo sin novia que prácticamente María es como si fuera la primera”, dijo en esa ocasión.
Sobre la diferencia de edad entre ambos aseguró que siempre la relación tuvo el visto bueno de los papás de la novia y que en su familia tanto entre sus abuelos como entre sus papás existió una diferencia de edades importante, lo cual no impidió que “fueran felices”.
“El Niño Verde” es nieto del ex Gobernador de Tamaulipas, ex precandidato presidencial y dos veces secretario de Estado, Emilio Martínez Manatou, y sobrino del Doctor Simi, Víctor González Torres, candidato independiente a la Presidencia de la República, dueño de las Farmacias Similares.
ESCÁNDALOS NO TAN VERDES
En su momento, el ex Diputado Santiago León Aveleyra denunció y exhibió copia de las facturas, cheques y estados de cuenta, donde se demuestra que durante un viaje por Europa, González Martínez estuvo en los hoteles Byblos en Saint Tropez entre el 13 y 18 de julio de 2003 y Four Seasons, en París, en dos ocasiones; primero, entre el 30 de octubre y el 3 de noviembre del 2002, y luego, entre el 23 y 28 de julio de 2003.
Entre los gastos demostrados están desayunos por valor de mil 514 euros; cenas que superan los 500 euros, servicio de habitación que rondan los mil 151 euros y hasta el pago de limosinas por más de 590 euros.
Le gusta vestir polos y camisas de Ralph Lauren, Lacoste, Versace y Hugo Boss; corbatas Hermès, reloj Audemars Piguet valorado en 150 mil pesos en su versión más barata, coches de lujo como Audi y Mercedes, yates y departamentos de lujo en la playa.
Al “Niño Verde” se le conoce también por su afición a las fiestas, su gusto por la vida nocturna y sus placeres relacionados con mujeres y amigos. En esos tres viajes hubo gastos excesivos en una discoteca denominada “Les Caves Du Roys”. La primera factura de una noche de copas y baile fue de 4 mil 790 euros, la segunda fue similar: 4 mil 776 euros y la tercera el dispendio se elevó a 6 mil 040 euros.
Además su larga carrera legislativa, más de 15 años saltando de asambleísta a Diputado federal a Senador, al “Niño Verde” se le recuerda por uno de los primeros video escándalos: en 2004 aparece pidiendo dos millones de dólares por gestionar la liberación de unos terrenos protegidos cerca de Cancún.
En ese entonces González Martínez era Senador y presidente del PVEM. En el video aparece conversando con un representante un grupo de empresarios canadienses que tenía entre sus planes la construcción de hoteles, campos de golf y una terminal para contenedores en Playa Blanca y Puerto Morelos, ubicados en el corredor turístico de Cancún, para lo cual necesitaban una serie de permisos.
El negociador le comenta al político: “Si tú me dices cuánto le vas a ganar, con permiso le vas a ganar entre cinco y 10 millones de dólares, con permiso”.
González Martínez contesta: “Pues no entiendo bien, ¡la neta!, pero, bueno, la idea sería sacar el permiso del final. Y del final, sacamos el permiso, ¿y cuánto dinero nos va a tocar?”
A la pregunta se ve claramente en la imagen que con la mano derecha el empresario le señala dos, a lo que de inmediato González Martínez dice: “¡Dos millones de dólares!”.
El pago al político se realizaría una vez que obtuviera del municipio de Benito Juárez, gobernado entonces por Juan Ignacio García Zalvidea -dentenido en 2005 por peculado-, “los permisos” para el inicio de esos proyectos.
En su defensa, el “Niño Verde” declaró: “yo sabía de las intenciones de esta persona y yo lo quise dejar fluir para saber hasta dónde llegaría y luego advertirlo, jamás pensé que en mi intención de ‘chamaquearlo’ fuera yo a salir ‘chamaqueado’, pero en fin, así es la vida”.
El 2 de abril de 2011, un departamento presuntamente propiedad de González Márquez y otros miembros del PVEM, en Cancún, fue el escenario de la muerte de una joven extranjera, quien cayó del piso 19 durante una fiesta.
Según publicaciones de prensa, en el departamento 19-B de la Torre Emerald, valuado en 20.5 millones de dólares, se realizaba una fiesta a la que asistían mujeres que presuntamente eran víctimas de explotación sexual, cuando, de manera sospechosa, la búlgara Galina Chankova, de 25 años, se suicidó cayendo de la terraza.
González Martínez negó en todo momento ser propietario del inmueble y se defendió en todo momento diciendo que se sentía difamado y ha negado que asistiera a esa fiesta y que conociera a Galina.
En febrero de este año, ya como Senador, fue detenido y remitido al “Torito” por conducir en estado de ebriedad.
Solicitó un amparo para prorrogar su castigo, debido a que por la madrugada le dio “frío y hambre”, y las reglas del Centro de Sanciones Administrativas impiden que los arrestados reciban comida o abrigos de afuera.
Ante las críticas que recibió, regresó a cumplir las 20 horas de arresto que impone la ley.
