Marchas y pases de lista son parte de la lucha diaria en busca de verdad. A casi 3 años de ausencia de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, continua el dolor y frustración de familiares así como la indignación de la sociedad nacional e internacional, por la falta de justicia.
Ciudad de México, 17 de junio (SinEmbargo).- El fotógrafo y activista argentino Marcelo Brodsky, curador de la muestra Ayotzinapa Acción Visual, que se inauguró este viernes hasta el 16 de agosto en el Museo Memoria y Tolerancia, fue claro: “¿Para qué sirve el arte, para comunicar, para decir un mensaje, un tema de discusión, a sectores cada vez más amplios de la sociedad, para expresar a las nuevas generaciones, a través de imágenes, que son la vida cotidiana de nuestros hijos, nuestro discurso”.
“En ese sentido, la violencia que se vive en México es el problema más grave que vive nuestro continente. No es sólo el problema económico o de migrantes que Donald Trump ha encarado con México, sino la sangre”, expresó.
“Yo me siento latinoamericano y por eso hablo aquí como si estuviera en mi casa. Se ha llegado a una paz negociada en Colombia, con conflictos es cierto, pero las armas han bajado, hay un camino de posible reconstrucción de la sociedad. Aquí, en cambio, nos seguimos matando, nos seguimos muriendo y no sabemos qué hacer”, añadió.
La exposición fotográfica, cancelada por el gobierno de Enrique Peña Nieto en el museo de la OEA, curada por Marcelo Brodsk, está realizada por 55 organismos de Derechos Humanos de todo el mundo, hay leyendas, rostros frescos, personas que saludan a los muchachos de lugares tan distantes como Japón, como Australia, lo que revela que el secuestro y desaparición de los 43 normalistas, se convirtió en símbolo de atropello e impunidad.
Esas ausencias demuestran la vulnerabilidad que tenemos en pleno siglo XXI y que representa a miles de jóvenes de México. Los estudiantes, grupos de fotógrafos, indígenas y artistas, de todo el mundo que han manifestado su apoyo a las víctimas de Ayotzinapa y a sus familias que reclaman visualmente una explicación, ocupan hoy un sitio en el Museo, a poca distancia de la Cancillería.
“La muestra es también índice de la mirada de perplejidad de muchos jóvenes del mundo ante la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa. Sus miradas reflejan la sorpresa y la necedad de no creer que sea normal que en una sola noche se secuestren a 43 personas. No es normal y esa mirada de extrañeza es la que necesitamos recuperar en México”, dijo Santiago Aguirre, del Prodh.
La muestra se encuentra de manera permanente en la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, Ayotzinapa en Tixtla, Guerrero y se mostró por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y en el Centro de Fotografía de Montevideo, Uruguay.
El Museo, busca reiterar la lacerante realidad nacional en la que los muertos y los desaparecidos se convierten en los protagonistas de las historias y las fotografías estarán colgadas hasta el 16 de agosto.
“Miremos de frente a quienes condenan la falta de garantías y Estado de Derecho en México, aprendamos de ellos, manifestemos nuestro compromiso social y unamos nuestras voces a su condena y exijamos justicia. Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, dijo la directora de exposiciones temporales del Museo Memoria y Tolerancia, Linda Atach.
