Ante el crecimiento de las llamadas de emergencias que resultan no ser tan graves, en Washington DC se plantean enviar coches de Uber a los pacientes menos problemáticos.
Ciudad de México, 17 de julio (SinEmbargo/TICbeat).- El auge de la economía colaborativa está afectando a un sinfín de mercados y sectores, con Uber como principal avanzadilla de los usos tan diversos y curiosos que se puede hacer de este nuevo enfoque de actividad productiva. Y es que, si la propia app de transporte de posicionaba como la mejor alternativa al cierre de la línea 1 de Metro en Madrid, ahora es la propia Administración norteamericana la que ve en Uber un complemento a las ambulancias y otros medios de transporte para enfermos y personal médico.
Para ponernos en contexto, los servicios de emergencia de Washington DC -capital del país- están valorando la posibilidad de que Uber y otras plataformas de transporte colaborativo se encarguen de algunas de las llamadas de menor prioridad, evitando así el colapso y los retrasos que sus ambulancias llegan a acumular en determinados momentos con altos picos de trabajo.
Una externalización en toda regla que, tal y como adelanta la emisora local de la NBC, no sólo implicaría usar a los conductores de Uber para llevar pacientes a los hospitales de la ciudad, sino también para que los propios médicos o enfermeros puedan acudir al hogar del enfermo y valorar allí la gravedad o no del sujeto.
De esta forma, aseguran directivos de los servicios de emergencia de Washington DC, se ahorraría dinero (debido al menor coste de movilizar un coche particular frente a una ambulancia equipada), tiempo (ya que no es personal propio del gobierno ni una subcontrata con una tarifa fija) y se mejoraría de forma notable la eficiencia, ya que habría más recursos libres para atender las llamadas que sí representen una urgencia médica.
MEJORAS EN EL CALL CENTER
Una medida que no vendría sola, sino que también llegaría acompañada de otras iniciativas en busca de esa mejor atención a las emergencias médicas en la capital de Estados Unidos. Por ejemplo, y ante el imparable crecimiento de llamadas no críticas al 911 (equivalente al 112 en España), los servicios de emergencia se están planteando incorporar a profesionales sanitarios a los centros de llamadas.
En la actualidad, las peticiones de auxilio médico son recibidas por teleoperadores con una formación muy básica que, simplemente, gestionan las solicitudes y ponen en marcha el operativo. En cambio, de contar con enfermeros o médicos en la sala de llamadas, se podría valorar en primera instancia la gravedad de cada caso y asignar mejor los recursos de emergencias.
