ENTREVISTA | ¿Qué va a pasar con las nuevas generaciones en México?: Verónica Gerber

17/08/2015 - 12:00 am
Verónica Gerber y su literatura experimental, en el libro Conjunto vacío. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Verónica Gerber y su literatura experimental, en el libro Conjunto vacío. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).- La ciudad, el mundo, la literatura y sobre todo el exilio, conforman para la joven escritora y artista visual Verónica Gerber (Ciudad de México, 1981) un conjunto vacío, un nido deshabitado alrededor del cual se escapa una madre y en cuyo interior se arma un bunker para vivir protegido.

Conjunto vacío se llama precisamente la primera novela de Gerber, resultado del Premio Aura Estrada que la artista obtuvo en 2013 y que hoy ve la luz merced a los buenos oficios de la oaxaqueña editorial Almadía.

Conjunto vacío cuenta la historia de Verónica, hija de exiliados argentinos, que vive en la ciudad de México, y debe regresar al departamento que fuera de su madre, antes de que ésta desapareciera repentinamente hace años. También es una historia de amor, o de abandono, en la que una ruptura desemboca en un viaje a las raíces familiares.

Cuando las palabras son insuficientes, balbucean dejan su lugar a dibujos, abstracciones, esquemas. Esta novela no duda en inventar su propio idioma: uno hecho de grafías, trazos y espacios vacíos. De la escritura a las representaciones visuales, la autora construye una historia de agujeros que aparecen dentro de otros agujeros.

Verónica Gerber publicó Mudanza (Auieo/Taller Ditoria), libros de ensayos que narra la transformación de cinco escritores en artistas visuales. Ha expuesto individual y colectivamente en el Museo de la Ciudad de México, el Museo Experimental el Eco, el Centro Cultural de España y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), entre otros. Egresada de la licenciatura en artes plásticas de la ENPEG, La Esmeralda y de la Maestría en Historia del Arte de la UNAM. Es editora en la cooperativa Tumbona ediciones y ha publicado ensayos, artículos y reseñas en diversas publicaciones.

–La familia es un poco un juntadero de hoyos, ¿verdad?

–Tal cual. Más se define por lo que no es que por lo que no es.

–Se define también por lo no dicho

–Hay algo de eso no tanto en mis padres, pero sí en mis abuelos. Esas reuniones familiares y mi abuelo dando un manotazo en la mesa al grito de ¡De eso no se habla!

–¿Te inspiraste en tus abuelos para escribir Conjunto vacío?

–No exactamente. Pero sí hay elementos de mi historia. Es una cosa más bien ficticia con hechos reales como que sí soy hija de exiliados argentinos.

Premio Aura Estrada. Foto: Especial
Premio Aura Estrada. Foto: Especial

–De acuerdo a lo que pasa en México, ¿pensaste en pegar la vuelta hacia la tierra de tus padres?

–No, nunca lo he pensado como tal. Pero ahora no sé. Me asusta la idea. Es y no es tu casa. Sería como ir a cualquier parte del mundo. Es cierto que las cosas están cada vez más oscuras aquí, me cruzan muchos pensamientos, pero el de irme de México no es el primordial.

–Cuando la madre de tu historia se va por el excusado, parece una metáfora de este país donde hay 75 túneles de los narcos y todo el mundo se escapa, hasta el “Chapo”

–En este libro no trato el presente de mi país, pero hay muchas cosas que te hacen pensar en nuestro presente. Tal vez por las condiciones en que nací, que son las del exilio, lo que me tocaba era reflexionar sobre el exilio en relación con el país al que finalmente pertenezco, que es México. Hemos pensado poco alrededor de eso. El número de desaparecidos y muertos hay que resolverlo, hay que resolver la fuga del “Chapo”, pero también hay que pensar en qué va a pasar con las generaciones nacidas y crecidas en el México de la violencia.

–Las nuevas generaciones parecen, efectivamente, un conjunto vacío

­–Probablemente sea la impresión que tienen los adultos. No sé si no sabemos leer qué les pasa o en qué están. No sé si es una distancia generacional o si son en realidad un conjunto vacío. Tengo contacto con generaciones más jóvenes a través de los talleres que doy y me he encontrado con gente muy talentosa, inteligente y sensible. Nunca los conoces demasiado a fondo, claro…

–Son generaciones desprotegidas

–Eso sí. Me podría incluso meter en ese conjunto de generaciones que no va a conocer la idea de prestaciones, de seguro social

–Los chicos de la Narvarte pertenecían a las nuevas generaciones, lo que convierte a esta sociedad en asfixiante

–Rubén Espinosa nació en 1981, como yo. Es tremendo.

–En tu novela tampoco hay aire

–No. Aunque depende de cómo lo pienses. Hay tres sintaxis en el libro, la verbal, la visual y la espacial. Esta última es cómo se va haciendo aire en las páginas, el texto se achica, comienzan los dibujos, la palabra se queda sin elementos.

En mi libro hay muchas cosas que remiten al presente actual de México, aun cuando sea una historia del pasado. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
En mi libro hay muchas cosas que remiten al presente actual de México, aun cuando sea una historia del pasado. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–Tu bunker se parece al bunker de Fiesta en la madriguera, de Juan Pablo Villalobos

–No había pensado en esa falta de aire en la literatura mexicana contemporánea. Mi bunker, efectivamente, es asfixiante y cuando lo narraba me daba un poco de miedo. Había espacios indeterminados que podían mandar al personaje a lugares absolutamente desconocidos de la mente.

–La madre ausente es un tema poderoso

–Sí, porque la madre ausente siempre está presente. Al menos en este libro así lo es. Creo que la madre de Conjunto vacío sí se hace cargo de su maternidad, pero siempre hay algo que la jala hacia otro lado.

–¿Pensaste en los desaparecidos a la hora de hacer ese personaje?

–Pensé en desapariciones, efectivamente. Sobre todo pensé mucho en eso que decía el dictador argentino Jorge Rafael Videla: – Está desaparecido, es una incógnita, no está muerto, no vamos a poder hacer nada. Son frases hechas que increíblemente se repiten en el México actual.

–¿Qué te pasa cuando se dice que tu literatura es experimental?

–En principio, no me gustan las etiquetas, pero no es desatinado. Sobre todo si se piensa en mi trabajo visual, donde la experimentación para mí resulta la certera intención de querer llevar al extremo la imagen, las palabras, su relación posible. Creo que el ejercicio de exiliar el lenguaje, las historias, uno podría hablar de experimentación porque hay cosas que no se ajustan a cierta tradición. Aunque no hay nada nuevo. Experimentación no es lo nuevo, pues como dijo el Antiguo Testamento: No hay nada nuevo bajo el sol.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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