Dictan auto de formal prisión contra Vocero de la Tribu Yaqui, pese a protestas

17/09/2014 - 11:02 am

Ciudad de México, 17 de septiembre (SinEmbargo).– Un juzgado de Hermosillo, Sonora, dictó auto de formal prisión contra Mario Luna Romero, líder de la Tribu Yaqui.

Mario Luna es acusado de privación ilegal de la libertad en prejuicio de Francisco Delgado Romo y robo de vehículo.

Esta mañana, integrantes de la etnia Yaqui realizaron un bloqueo total de la carretera federal 15 México-Nogales en la población de Vícam, ubicada al sur de Sonora para exigir la liberación de Mario Luna Romero, Vocero y secretario de la tribu detenido el pasado 11 de septiembre.

A mediodía, un Juez en Hermosillo decidió la situación legal de Luna Romero, quien se encuentra encarcelado en el Centro de Readaptación Social número dos.

El gobierno de Sonora giró una orden de aprehensión en contra el activista Mario Luna y de otros voceros de la tribu hace más de un año, para presionarlos con llevarlos a la cárcel si no desistían de su lucha en contra del Acueducto Independencia, que reduce el abastacimiento del vital líquido en su zona. Hasta el momento, en la carretera se encuentra elementos de la Policía Federal, quienes resguardan el área y realizan actividades de control de tránsito.

Ésta es la segunda ocasión en que los yaquis realizan un bloqueo para exigir la libertad del activista. El pasado 12 de septiembre, un día después de la detención de Luna, bloquearon parcialmente la misma carretera.

Los integrantes de la etnia venían realizando diversos bloqueos parciales en el mismo punto en demanda de que se paralice la operación del Acueducto Independencia, que desde abril de 2013 abastece a Hermosillo con agua de la presa “El Novillo”, y el cual han señalado diversas organizaciones civiles, violenta el derecho al agua de la comunidad.

PRESO POLÍTICO 

Por su parte, Mario Luna, Vocero de la Tribu Yaqui, aseguró que él es un preso político del gobierno del panista Guillermo Padrés Elías por luchar y defender su territorio; y acusa que su detención, la semana pasada, se da en medio de una lucha mediática entre el gobierno federal y el de Sonora por deslindar responsabilidades jurídicas, políticas y sociales de las acciones corruptas que han realizado en la entidad.

En una entrevista escrita con el diario La Jornada, desde el Cereso, Luna, uno de los principales detractores de la obra del acueducto Independencia en la entidad, advirtió: “Responsabilizo al Estado mexicano en su conjunto por lo que pueda pasarle a cualquier miembro de la tribu yaqui y a la integridad territorial del mismo pueblo, ya que el Estado con sus omisiones a las leyes nacionales e internacionales está poniendo en riesgo la supervivencia de este pueblo milenario que lucha por no morir”.

El activista, quien fue detenido el pasado 11 de septiembre, acusado de privación ilegal de la libertad, indicó que es irónico que “mientras se anuncia una danza de miles de millones de pesos para callar las protestas de los habitantes (de la ribera) del río Sonora [afectados por el derrame de la mina Buenavista del Cobre], a los voceros de la Tribu Yaqui nos persiguen y encarcelan para no cumplir con las resoluciones judiciales que ordenan detener la operación del Acueducto Independencia y su posterior desmantelamiento”.

Luna espera tras las rejas el dictamen de libertad o el auto de formal prisión del juzgado tercero de primera instancia de Hermosillo, Sonora. En tanto su pueblo protesta y exige su liberación. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indigenista (CNI), como otras organizaciones nacionales e internacionales, se han unido a la exigencia a Guillermo Padrés para que cancele inmediatamente las órdenes de aprehensión y la “fabricación de delitos” en contra de Luna y de integrantes de la Tribu Yaqui que protestan por la forma en la que el Acueducto Independencia viola su derecho al agua.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que se ejecutó una orden de aprehensión contra el activista, girada hace un año, por la privación ilegal de la libertad en prejuicio de Francisco Delgado Romo, líder de la comunidad Yaqui, denunciados por Viviana Bacasegua y Francisco Delgado Romo.

“Me dijeron que sólo hasta hoy habían podido ejecutarla. Yo le dije al subprocurador que me fue a ver que no me habían aprehendido porque no habían querido, pues yo tengo constante actividad pública en toda la tribu y en varias ciudades dentro y fuera del estado. Me detuvieron cuando quisieron, pues realmente yo nunca me escondí ni opuse resistencia”, precisó Luna a La Jornada.

El Vocero Yaqui, junto con su defensa, solicitó la ampliación del término constitucional y se reservó el derecho a declarar; detalló: “El lunes 15 mis abogados trajeron a declarar al juzgado tercero de lo penal a los testigos que yo presenté, aparte de las autoridades tradicionales, para hacer constar que no estuve en el lugar de los hechos y yo no doy órdenes en mi tribu, al contrario: yo estoy bajo las órdenes de mis autoridades y del pueblo”.

Su detención, señaló el activista, se da en un contexto donde los gobiernos estatal y federal “se encuentran enfrascados en una lucha mediática en la que ninguno de los dos quiere asumir las responsabilidades jurídicas, políticas y sociales de las acciones corruptas y de omisión que han derivado en malversación de fondos del ejercicio público, acaparamiento y venta de recursos naturales como agua y minerales, sin olvidar los grandes lotes en Hermosillo y demás partes de la sierra sonorense, y acciones tan criminales como los tandeos de agua a la población de la capital del estado”.

Y agrega: “contempla también [ese contexto] la publicación de que el Gobernador Guillermo Padrés se construye para uso particular una presa con capacidad de 4 mil millones de metros cúbicos, a la par que construye el acueducto Independencia, obra mediante la cual despoja de agua a nuestra tribu yaqui, sin un estudio mínimo de impacto ambiental y mucho menos justificación alguna. Y todo ante la complacencia y silencio cómplice de la Conagua, Profepa, Semarnat y demás”.

Luna hace referencia al otro factor que contextualiza su encarcelamiento: “La contaminación del río Sonora, que debería abastecer de agua a la ciudad de Hermosillo y sus habitantes. Y todo esto mientras se abren 3 mil hectáreas de cultivo agrícola y se proyectan desarrollos inmobiliarios con lagos artificiales y parques acuáticos. Y al mismo tiempo organizan una campaña de odio racial contra la tribu yaqui y fabrican escenas criminales para desprestigiar a los defensores del río Yaqui”.

Campaña que ha sido señalada por diversas organizaciones. El viernes pasado, activistas de la Misión Civil de Observación de la Consulta a la Tribu Yaqui denunciaron que los gobiernos federal y del estado de Sonora violentaron a la tribu de manera simultánea, al violar su derecho a la consulta pública, al agua y a la subsistencia.

El diario detalla que dentro del Cereso, donde Mario Luna se encuentra desde hace cinco días, custodios e internos le muestran respeto y le brindan apoyo y seguridad. Escucharon por la radio sobre su detención y desde que llegó le manifestaron simpatía y adhesión a su causa. Los reos le ofrecieron una cobija, un traste para comer y agua limpia, como “muestra de apoyo e indignación con el gobierno”.

Luna Romero hace un llamado a su pueblo, a quien le pide “no debemos caer en el juego perverso del mal gobierno de enfocar la lucha en mi liberación y descuidar la lucha por el agua y territorio”.

“No tienen ningún argumento jurídico válido para mantenerme encerrado. Es claro y evidente que soy un preso político, porque están violando todos mis derechos políticos, constitucionales y humanos. Me acusan de un delito inexistente, del cual no fui partícipe; en la tribu Yaqui se aplicaron las normas y leyes internas, y usos y costumbres, a una persona que se dijo Yaqui y que además resultó un conocido operador político de Guillermo Padrés”, puntualizó.

El vocero Yaqui identifica su detención en el contexto de persecución a quienes luchan por defender su territorio. “Veo con más claridad y admiro aún más la fortaleza y dignidad de otros luchadores sociales que se encuentran en la misma situación que yo, como [José Manuel] Mireles, de Michoacán; Ernesto Salgado, Juan Carlos Flores y Enedina Rosas, de Puebla, y muchos otros que enfrentan penas injustas”.

Finalmente se dirigió a las organizaciones que se han exigido su liberación, a quienes agradeció la solidaridad que han mostrado ante su detención. “A los compas zapatistas les agradezco su solidaridad y apoyo por medio de mis compañeros de lucha dentro del Congreso Nacional Indígena (CNI). Agradezco también a la Misión Civil de Observación a la consulta yaqui, integrada por más de 150 organizaciones de la sociedad civil. A las compas y los compas solidarios que desde sus humildes trincheras han manifestado su preocupación y apoyo, sólo les puedo decir que permanezcan firmes. ¡Namakasia! ¡Vamos a ganar!”

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