¿El sonido del silencio?: la ciencia está más cerca de lograrlo

17/09/2015 - 12:00 am
La ausencia de sonido, por sí sola es una idea aterradora, pero podría ser la solución a la contaminación acústica. Foto: Shutterstock
La ausencia de sonido, por sí sola es una idea aterradora, pero podría ser la solución a la contaminación acústica. Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 17 de septiembre (SinEmbargo).- Cada persona necesita aunque sea un poco de tranquilidad en su vida. Sin embargo, esto puede ser difícil de obtener con el agitado ritmo de la vida moderna y mucho menos en un entorno urbano. Por supuesto, son muchos y muy variables los factores que cada individuo requiere para su dosis particular de quietud, pero al menos uno aparece como elemento unificador en la mayoría de todos: el silencio. Ahora un grupo de investigadores de Hong Kong han sido capaces de neutralizar el sonido casi en su totalidad obteniendo algo que le daría sentido al oxímoron que le da nombre al mayor éxito de Simon & Garfunkel: el sonido del silencio

De acuerdo con Electronic Beats, un grupo de físicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong están a décimas de distancia de ser capaces de neutralizar totalmente el sonido, luego de haber experimentado mucho por medio de materiales ampliamente conocidos por sus cualidades como aislantes acústicos, es decir que pueden absorber las gamas de sonido pero no pueden capturar de manera factible el espectro de longitudes de ondas acústicas.

El enfoque de los investigadores empleó dos “resonadores degenerados” sintonizados en la misma frecuencia. Normalmente, cuando las ondas sonoras golpean el primer resonador, comienzan resonar a la misma frecuencia y se disipan. Sin embargo, en este caso, el segundo resonador está preparado para esta dispersión y emite ondas que crean interferencias y neutralizan el sonido. El resultado final: 99.7 de silencio perfecto. eso es aproximadamente 50 decibeles de disminución. Sin duda un gran margen.

En el nuevo experimento, los investigadores lograron un silencio casi perfecto. Foto: Shutterstock
En el nuevo experimento, los investigadores lograron un silencio casi perfecto. Foto: Shutterstock

En términos más simples, se utilizó un material delgado absorbente en conjunción con una capa reflejante dura, con una almohadilla extremadamente fina de aire en medio. La idea era que las ondas se fugaran a través del material que absorbe débilmente, rebotando en la superficie reflejante y, luego, chocaran con las ondas entrantes de tal manera que crearan interferencias y neutralizar el sonido.

“La absorción casi perfecta para sonidos con longitud de onda de al menos 10 veces más grande que el absorbente se ha observado en ambos casos, con una excelente concordancia entre la teoría y la experimentación”, dice el documento publicado en Applied Physics Letters. “Nos gustaría señalar que, debido a la similitud entre las ondas acústicas y electromagnéticas, la presente propuesta de mecanismo de absorción total por resonancias espejo-simétricas y resonancias antisimétricas debería ser válida también para las ondas electromagnéticas, con polarizaciones específicas” agregan.

Normalmente existen muchos niveles de “ruido”. Dependiendo de la sensibilidad, entre otras cosas, cada persona tiene una percepción y tolerancia muy particulares de los niveles que consideran aceptables. Sin embargo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) un nivel de 55 dB es considerado como el límite superior deseable al aire libre. No obstante, en la Ciudad de México los niveles oscilan entre 70 y 99 decibeles.

Además de incomodidad, la contaminación acústica ocasiona malestares físicos y psicológicos. Foto: Shutterstock
Además de incomodidad, la contaminación acústica ocasiona malestares físicos y psicológicos. Foto: Shutterstock

La contaminación por ruido es actualmente uno de los problemas más frecuentes y subestimados, no sólo en la capital del país, sino gran parte de las urbes del mundo, a pesar del daño que representa para la salud de la población.

Son varios los estudios que advierten los trastornos que se derivan de la contaminación acústica, entre los que figuran tanto males físicos como dolor de cabeza, hipertensión, problemas digestivos y cardiovasculares, así como otros más graves como pérdida de audición y hasta complicaciones psicológicas como estrés, insomnio, irritabilidad y bajo rendimiento.

Si bien, la obtención de un grado de silencio casi total, de momento no presenta alguna aplicación práctica, lo cierto es que puede servir como precedente para desarrollar una tecnología aislante a gran escala e incluso materiales que puedan disminuir el constante bombardeo sonoro al que nos sometemos a diario.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video