“Nuestro proyecto establece que los animales son sujetos de consideración moral, o sea, individuos con los que se tienen deberes éticos y obligaciones jurídicas. Al no tener capacidad legal, requieren de representación para exigir y ejercer sus derechos básicos y garantías. Por primera vez una Constitución reconocería que compartimos nuestro origen biológico, evolutivo e histórico con los animales”, explicó Víctor Hirales, de Derecho Sin Fronteras.
Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).– Tras presentar su proyecto de iniciativa de reforma a la Constitución de la Ciudad de México en derecho animal, Derecho Sin Fronteras –organización que la impulsa, apoyada por Proyecto Gran Simio México y especialistas en el tema–, expuso que de ser aprobada, la capital gobernada por Miguel Ángel Mancera Espinosa contaría con la legislación más avanzada en el mundo en el tema.
Víctor Hirales, presidente y fundador de Derecho Sin Fronteras, destacó que por primera vez se establecería un estatuto jurídico formal para los animales, con lo que dejarían de ser considerados objetos muebles e inmuebles.
“Nuestro proyecto establece que los animales son sujetos de consideración moral, o sea, individuos con los que se tienen deberes éticos y obligaciones jurídicas. Al no tener capacidad legal, requieren de representación para exigir y ejercer sus derechos básicos y garantías. Por primera vez una Constitución reconocería que compartimos nuestro origen biológico, evolutivo e histórico con los animales”, explicó.
Además, describió, el proyecto establece la construcción del derecho sobre bases científicas, lo que permite trabajar en la ampliación de los derechos animales. Entre ellas están la libertad e integridad del cuerpo: por ejemplo, cetáceos y primates no podrán permanecer en cautiverio ni ser susceptibles de apropiación. También impediría que el dar hogar, albergue, resguardo y representación legal a un animal de compañía sea causa de impuestos.
El activista señaló que la aprobación de la iniciativa otorgaría a los animales la figura jurídica de sujeto de consideración moral, con lo que tendrían reconocimiento, armonización y ampliación de sus derechos y garantías. El “innovador estatuto jurídico” –puntualizó– permitirá armonizar los derechos animales y los conjuntos de normas para así dejar atrás la ambigüedad y la falta de precisión de conceptos como seres sintientes y derechos no humanos.
“Al establecer por primera vez el estatuto jurídico de los animales, podremos armonizar las leyes secundarias y reglamentarias para la justiciabilidad y acceso a los derechos de los animales. Ahora será accesible el aplicar las leyes en materia de derechos animales”, comentó.
A continuación reproducimos la propuesta de Derecho Sin Fronteras que busca modificar el Artículo 14 de la Constitución de la CdMx, incluido en el apartado de Ciudad Solidaria, en Los Animales y sus Derechos:
1. La Ciudad de México reconoce a todos los animales como nuestros compañeros de origen biológico, evolutivo e histórico; con los que compartimos un conjunto específico de capacidades como la conciencia y la voluntad, así como vulnerabilidades y condiciones de necesidad.
2. La Ciudad de México reconoce a todos los animales como sujetos de consideración moral; El Gobierno de La Ciudad de México y la sociedad, son responsables de tutelar los derechos y la protección de los animales; La Ciudad de México establece a sus tres órdenes de gobierno la obligación de trabajar permanentemente en la progresividad del reconocimiento y protección de los derechos y garantías de todos los animales, y también, para hacer que las políticas públicas se armonicen con estos derechos de forma progresiva.
3. La Ciudad de México reconoce y garantiza a los primates y a los cetáceos los derechos de libertad de cuerpo e integridad del cuerpo. La libertad de cuerpo consiste en no ser sujeto a cautiverio ni encierro; se podrá albergar de forma temporal a estas especies, siempre y cuando se trate de su traslado, cuidado médico o rehabilitación. La integridad del cuerpo se refiere a que los cuerpos de los animales vivos de estas especies no podrán ser susceptibles de apropiación ni utilizados con fines comerciales, ni de consumo, ni de experimentación biomédica ni académica, ni de entretenimiento.
4. En la Ciudad de México, el dar albergue, resguardo y representación legal a los animales para la justiciabilidad y exigibilidad de sus derechos así como su adopción, no será sujeto de tributo fiscal alguno.
En este contexto, tanto la presidenta de Proyecto Gran Simio, Paulina Bermúdez Landa, como Víctor Hirales hicieron un llamado a los diputados constituyentes a integrar la iniciativa “tal y como está” porque de no hacerlo se estaría cayendo en un “retroceso en materia de los derechos de los animales”.
“La discusión ya no es si tienen o no derechos los animales en la Ciudad de México, distintos cuerpos como el Código Penal Federal y la Ley de Protección a los Animales de la CdMx precisamente hablan de que tienen derechos, el problema es que no había un concepto jurídico formal para armonizar estos derechos […] Sería el instrumento jurídico más avanzado en el mundo en este momento en materia de derechos animales”, destacó Hirales en entrevista para SinEmbargo.
En el mismo sentido, Bermúdez comentó: “Pedimos [a los constituyentes] que aprueben la iniciativa tal como la estamos planteando porque justo le da el reconocimiento de sujetos de derechos a todos los animales, entonces esto es importante para todos los que defendemos animales, sean perros, gatos, simios, etcétera. La Ciudad de México va a ser un ejemplo para Latinoamérica porque estas iniciativas no se están planteando, sólo se plantea la prohibición de ciertas prácticas y está iniciativa va dirigida a la prevención”.
Al cuestionar a la activista sobre si buscan hacer de la CdMx una ciudad vegana, señaló: “Más o menos, insisto, el tema del veganismo se resuelve en la ética personal, es un tema ya individual, pero es importante tener un instrumento jurídico de este calibre que también proteja a estos animales domésticos mal llamados ‘para consumo humano’. Sabemos que las normas que en teoría deben seguir los rastros son violadas todo el tiempo”.
