“Preludios, las otras partituras de Dios”, un documental de Rafael Rangel sobre los músicos callejeros

18/04/2014 - 1:30 am
Una película sobre seres invisibles. Foto: Especial
Una película sobre seres invisibles. Foto: Especial

Ciudad de México, 18 de abril (Sin Embargo).- “Yo soy el Miguel Ángel moderno”, “Yo cobro por cada filme que hago”, “Esta es la nueva alianza”: el discurso de la locura callejera salta desde todos los rincones de una ciudad desquiciada.

Se trata del documental de Rafael Rangel, Preludios: las otras partituras de Dios, que llega hoy a la Cineteca Nacional, en un estreno previsto para las 16 horas, en la Sala 8, Hermanos Rodríguez.

La línea que divide la cordura de la locura es más delgada de lo que creemos y ésta se puede romper sin darnos cuenta.

“Basta convivir con aquellos a quienes consideramos locos para darnos cuenta cuán parecidos son a nosotros “los normales”, y es justamente la idea que quiero plasmar en mi película”, dice el realizador en un boletín de prensa distribuido para la ocasión.

Rangel, nacido en Michoacán, ha reconocido en varias entrevistas que “es imposible no tener un punto de vista de autor sobre la realidad. En el género del documental conviven muchos prejuicios en torno a la idea de no tener que trastocar la realidad”, dice, aunque en su trabajo contempla formas no ortodoxas ni convencionales.

Rafael Rangel, en pleno rodaje. Foto: Facebook
Rafael Rangel, en pleno rodaje. Foto: Facebook

La esquizofrenia y la locura que padecen los personajes que han hecho de las calles, los puentes y los resquicios urbanos más desolados, sus casas, conforman un retrato de eso que llamamos “los indigentes”, seres invisibles con los que convivimos a diario y a los cuales jamás o casi nunca nos detenemos a observar.

El también director de El principio de la espiral (2010) regresó a ese mundo al que perteneció algún tiempo cuando a los 19 años de edad llegó a la Ciudad de México, en donde conoció la crudeza de las historias que hoy plasma en su segundo largometraje.

UN RODAJE DIFÍCIL

Con la complicidad de León Nik, quien usó una cámara no profesional, sin permisos previos, sin apoyos y casi clandestinamente, para estar en igualdad de circunstancias; el director pasó las noches buscando retratar personajes llenos de enigmas y sabiduría que le permitieran adentrarse a sus vidas.

Reconocido por su propuesta visual diferente, Rangel decidió que en su nuevo filme no se podía colorear, matizar y embellecer una realidad que de por sí es cruda, triste, sombría, así que optó por una imagen tan gris, sucia y sombría como la realidad de sus personajes.

“Fueron noches difíciles, pues concretar una cita con una persona que no tiene horarios ni planes precisos, nos llevaba a terminar trabajando con un plan b, pues muchas veces los personajes no llegaron a la cita o los ataques de esquizofrenia eran tan fuertes que era imposible filmarlos”, explica.

La ciudad al desnudo. Foto: Facebook
La ciudad al desnudo. Foto: Facebook

“Después de esta experiencia nada puede volver a ser como antes, pues las largas conversaciones con muchos de ellos han transformado la percepción de todos los que nos involucramos en este proyecto: Rodrigo Lira en el sonido directo; Ernesto Flores, edición y diseño sonoro, y Susana Ramírez en la fotografía fija”, agrega.

En la película aparece Elías, quien dice haber sido la inspiración para que Albert Camus escribiera El extranjero, “un genial y seductor, habitante de su propio universo luminoso”, según Rafael.

“Hubo días de rodaje devastadores, sin llegar a ningún lado pues los protagonistas no llegaban a la cita o se encontraban atrapados en su propio purgatorio insoportable, como si hubiésemos filmado al interior de una pintura de Bosch. Lo que nos enseñó que para asomarse a la locura hay que tener el boleto de regreso”, explica.

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