Managua, 18 Abr (Notimex).- La procesión del vía crucis en Managua, un recorrido de tres kilómetros que finaliza en la Catedral, se celebró hoy con la participación de miles de católicos que renovaron su fe y devoción ante los sismos que han afectado a Nicaragua.
En una de las actividades más importantes de la Semana Santa, la imagen de la Sangre de Cristo -Jesús coronado de espinas cargando la cruz- recorrió un tramo de la Carretera Managua-Masaya, entre cánticos y oraciones de los fieles.
El cardenal Leopoldo Brenes pidió orar por las familias afectadas por los terremotos de 6.2 y 6.6 grados Richter ocurridos el pasado jueves y viernes, en forma respectiva, que dejaron dos muertos y más de dos mil 500 viviendas dañadas.
Los penitentes pagaban promesas caminando descalzos en el ardiente pavimento y otros de rodillas avanzaban ayudados por sus familiares, un verdadero sacrificio en estos días de altas temperaturas propias de la época.
Los niños vestidos con trajes de la época del Nazareno caminaban de las manos de sus padres, que los llevaron al acto religioso en pago de un favor concedido.
La procesión con sus 14 estaciones duró hasta el mediodía acompañada por bandas musicales y la fe de los católicos que soportaron los fuertes rayos del sol.
Los templos católicos se han colmado de feligreses que han acudido a pedir la intervención divina ante la emergencia ocasionada por la fuerte actividad sísmica, que inició hace una semana y ha menguado en las últimas horas.
El gobierno nicaragüense mantiene el estado de “alerta roja máxima” dictado el pasado viernes, sin embargo, ha pedido calma a la población y retomar sus actividades cotidianas.
Las playas, destino preferido en las vacaciones de verano, lucen poco concurridas debido al temor de los visitantes a la posibilidad de un terremoto, como lo han advertido las autoridades.
