Las partes acordaron, en negociaciones celebradas el viernes, que Israel comenzará las transferencias del dinero que retiene a la ANP en los próximos días y que crearán una comisión especializada para cerrar cualquier deuda futura por servicios prestados a la población de Cisjordania.

Se trata, según la web del diario Yediot Aharonot, de unos mil 850 millones de shékels (unos 459 millones de dólares o 426 millones de euros) en concepto de impuestos y tasas de aduanas recaudados por Israel para la ANP en virtud de los acuerdos de Oslo de 1994.

Israel retenía el dinero desde enero en represalia por la decisión palestina de adherirse al Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional, aunque el primer ministro, Benjamín Netanyahu, cambió su decisión hace dos semanas por presiones de los organismos de seguridad de su país y de la comunidad internacional.

Las advertencias de altos mandos israelíes, que alertaban de que la suspensión de pagos a funcionarios podría afectar a la situación de seguridad en la región, y las posteriores amenazas palestinas de cortar la cooperación de seguridad con Israel, tuvieron en ese sentido un efecto decisivo.

Sin embargo, el Gobierno de Ramala rechazó la transferencia bancaria porque Israel le descontó unilateralmente un tercio de la suma por el suministro de electricidad, agua y servicios médicos a los palestinos.

Un problema que ayer resolvieron en negociaciones directas el primer ministro palestino, Rami Hamdala, y el gobernador militar israelí de Cisjordania, el general Yoav Mordejai.

Ambas partes pactaron reanudar las transferencias después de que Israel se cobre la deuda exigida hasta febrero, unos 500 millones de shékels (127 millones de dólares o 118 millones de euros) y que a partir de ahora una comisión especializada analice los servicios prestados por Israel y el volumen de esta deuda.

Según la demanda israelí, los palestinos deben sólo a su compañía de electricidad unos mil 500 millones de shékels, a lo que habría que añadir el coste del agua y la prestación de servicios médicos por aquellos casos más graves que son tratados en hospitales en Israel.

Dependiendo de las circunstancias económicas, los impuestos recaudados por Israel pueden llegar a representar entre el 50 y el 70 por ciento del presupuesto de la ANP, que desde enero sólo ha podido pagar sueldos de forma parcial a sus funcionarios.

En un comunicado difundido en las últimas horas, Hamdala les asegura que una vez recibido el dinero, probablemente el domingo o lunes, lo primero que hará será pagar la totalidad de los sueldos de abril a los 180.000 funcionarios de la ANP.

La deuda salarial acumulada se pagará “los antes posible”, asegura Hamdala.