Los efectivos de la Policía entraron en el complejo y se unieron a las fuerzas que protegen la refinería, consiguiendo expulsar a los extremistas de este lugar estratégico situado a 40 kilómetros al norte de Tikrit, la capital de Saladino.

Seguidamente, efectuaron operaciones de inspección de las zonas que estuvieron en poder de los hombres armados desde el pasado martes, cuando el EI lanzó una amplia ofensiva.

Esas áreas son el llamado Instituto del Petróleo, los tanques de combustible, las oficinas de una compañía petroquímica y unas plataformas.

Durante la inspección, comprobaron que todas las áreas están libres de extremistas y que no hay artefactos explosivos colocados en ellas.

La fuente aseguró que la operación se saldó con decenas de muertos y heridos en las filas del EI, así como con la destrucción de varios de sus vehículos.

Aunque la refinería ya está bajo el dominio total de las autoridades, en la ciudad de Biyi los radicales siguen atrincherados en los barrios occidentales.

Por ello, la siguiente fase de la campaña de seguridad se va a centrar en expulsar a los yihadistas de esos barrios y de la zona de Shinia, a 10 kilómetros de la ciudad y considerada el bastión local del EI.

Hace dos días, las fuerzas iraquíes ya lograron arrebatar a los extremistas la refinería Saladino I, situada en el complejo petrolero de Biyi.

La refinería de Biyi estuvo asediada durante meses por los yihadistas, que se hicieron con el control de gran parte de la provincia de Saladino en junio pasado, aunque recientemente fueron expulsados de ella.

La toma de Tikrit a finales de marzo supuso un duro golpe para el EI, ya que abrió el camino hacia la liberación del norte de Irak, en especial de Mosul, la capital del “califato” declarado por el líder yihadista Abu Bakr al Bagdadi. EFE