En conferencia de prensa realizada en el Teatro Río Colorado, la presidenta de la Fundación JAIME, Claudia Dinorah Alcaraz, advirtió que los jóvenes deben de tomar conciencia de que conducir un vehículo en estado de ebriedad representa un gran peligro para sí mismos y para la sociedad.

El evento, dirigido principalmente a menores de edad, a fin de sensibilizarlos para ser responsables, fue organizado por el gobierno municipal, a través del Departamento de Atención a la Juventud, en coordinación con Alcaraz, quien creó la Fundación JAIME, cuyas siglas significan Jamás Apoyaré Ir Manejando Ebrio.

La conferencista platicó con jóvenes estudiantes y público en general, sobre los riesgos y consecuencias de conducir bajo los influjos del alcohol, así como manejar a grandes velocidades.

La arizonense se decidió a iniciar esta labor social, a raíz de la muerte de su hijo Jaime, de 14 años de edad en Tucson, Arizona, en un percance causado por una persona que conducía su automóvil en estado de ebriedad.

Asimismo, entre los mismos jóvenes asistentes, se habló de la necesidad de que las autoridades ejerzan un mayor control sobre menores de edad residentes en Estados Unidos, quienes cruzan desde Arizona para manejar un vehículo.

Por su parte, el comandante de la Policía Municipal, Francisco Vázquez Bustamante, informó que dentro los alcances de la campaña Súmate: Gente Responsable, uno de cuyos subprogramas está dirigido a evitar la presencia en las calles de conductores punibles.

Indicó que de manera sorpresiva y en particular los fines de semana, se instalan filtros o puestos de revisión en los principales cruceros de tránsito urbano, donde en coordinación con médicos y el Ministerio Público, se aplican pruebas de consumo de alcohol a los conductores.

De acuerdo a datos de la corporación, en lo que va del presente año alrededor de 50 automovilistas han sido detenidos en estado de ebriedad, por lo que fueron consignados al Ministerio Público, así como otros 100 con aliento alcohólico.

Según estadísticas, la Dirección de Seguridad Pública informó a través del Semáforo Delictivo sobre los números de automovilistas, quienes ingirieron bebidas alcohólicas y fueron detenidos por la Policía Municipal, donde las cifras demuestran un aumento.

Detalló que en este municipio, los conductores con aliento alcohólico fueron 779 en 2013 y para 2014 aumentaron a mil 004 casos, un incremento del 28 por ciento, en tanto que los ebrios en 2013 fueron 679 y en 2014 fueron 975 casos, un incremento del 42 por ciento.

En un intento por hacer conciencia entre la sociedad y el alto riesgo de conducir alcoholizado, años atrás, el Congreso del Estado aumentó la sanción por conducir en estado de ebriedad a 3 mil 500 pesos.

Asimismo, a partir del 1 de enero de 2014, los diputados locales aprobaron reducir el índice del nivel de alcohol permitido en la sangre de 0.80 a 0.40, medida establecida en las leyes de Tránsito y Salud de Sonora.

Desde dicha fecha, la persona que beba más de una cerveza, ya no puede tomar el volante de un automóvil, y si lo hace es bajo el riesgo de ser recluído en un centro penitenciario.

Elementos del Departamento de Tránsito tienen registrado que en la mayoría de los accidentes fatales, el alcohol fue determinante, además del exceso de velocidad y no respetar los señalamientos viales.

Frecuentemente, la Policía de San Luis, Arizona y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), realizan operativos en la aduana, en la salida hacia México, para detectar además de armas o dinero en efectivo, a posibles conductores ebrios.

“Pero este esfuerzo conjunto, en ocasiones no tiene los resultados esperados, pues se requiere la colaboración de la gente”, manifestó Arturo de la Sota, padre de Ileny Conde, joven de 24 años, quien el 1 de abril pasado falleció al volcarse un vehículo.

En el automóvil que también se impactó contra una palma, en avenida 5 de Mayo y calle 7 de la localidad, se encontraron bebidas embriagantes, y esa madrugada en el mismo percance fallecieron otros dos jóvenes y uno más resultó herido de gravedad.

El estudiante preparatoriano de Yuma, Arizona, pero residente local, Julio Pérez, manifestó que en Arizona, una persona puede comprar cerveza o licor, a partir de los 21 años de edad, pero en el lado mexicano desde los 18.

Destacó que en la entidad arizonense, “si la Policía te detiene tomando en un carro, te ponen una multa de mil dólares, son 10 días de cárcel la primera vez y tienes que ir a clases de Alcohólicos Anónimos y pagarlas”.

Agregó que también suspenden la licencia de manejo, y en caso de que ser sorprendida la persona al volante de un vehículo otra vez, sin el documento, ebria o sobria, puede significar una pena de prisión de varios meses.

Entrevistado luego de la conferencia sobre el tema, comparó que la gente piensa que “es más fácil” evitar estos problemas en México, por lo que sabe que adolescentes y jóvenes cruzan la frontera los fines de semana para beber y es común que conduzcan vehículos.

A raíz de otros accidentes recientes, el ayuntamiento adoptó la medida de publicar los nombres y fotografías de los conductores ebrios detenidos en los operativos policiales y puntos de revisión de los fines de semana.

Dicha situación ha generado polémica en las redes sociales, entre quienes defienden el derecho de los detenidos a la privacidad y aseguran que difundirlos puede salvar vidas.

A través de su cuenta de Facebook, el alcalde Leonardo Guillén Medina, en marzo pasado, empezó a publicar una lista con fotografías de los conductores ebrios arrestados cada fin de semana, durante los operativos de la Policía Municipal.

Sobre la justificación indicó: “¿Dónde quieres terminar la fiesta? ¿En tu casa, en el hospital, en la cárcel o en el panteón? Este fin de semana tú decides. No seas otra mala noticia, todos dependemos de tu conciencia, respeto a la vida y responsabilidad”.

En tanto, el cibernauta Rodrigo Avilés manifestó que es denigrante para las personas ser exhibidas, es un abuso de la autoridad, mientras que, Noelia Romo manifestó que los detenidos pusieron en riesgo la vida de personas y es un abuso contra la sociedad.