CRÓNICA | El empate que paralizó dos horas a San Lázaro y volvió porristas a diputados del PRI, PAN y PRD

18/06/2014 - 12:02 am
Los diputados disfrutaron del encuentro México-Brasil junto con personal de prensa. Foto: Cuartoscuro
Los diputados disfrutaron del encuentro México-Brasil junto con personal de prensa. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).– Los pasillos de la Cámara de Diputados lucían vacíos, incluso los trabajadores que realizan obras al interior del Palacio Legislativo de San Lázaro se tomaron un descanso para observar lo que paralizó a México durante dos horas: el enfrentamiento entre la Selección Nacional de Fútbol y la del anfitrión del Mundial 2014, Brasil.

“¿Ya terminó el segundo tiempo?”, se escuchó en la recepción del área de comunicación del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN). “¿Cómo? Si apenas va a empezar”, le respondieron los legisladores que estaban reunidos para ver el encuentro a una joven. “Es que yo no sé nada de eso”, justificó y salió de la sala.

Minutos antes de que comenzara el encuentro, en la sala de conferencias Miguel Reyes Razo, se preparaban tres pantallas con su respectivo equipo de sonido; afuera, en el pasillo, se instalaba un gran buffet para la prensa.

Todas las pantallas de televisión en la Cámara Baja sintonizaban lo mismo. Sonaba el Himno Nacional Mexicano y la gente corría a sus oficinas. “Ya va a empezar”, se escuchaba en los pasillos principales.

A la sala de conferencias ingresaron el Diputado y coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones; el vicecoordinador del tricolor, Manuel Añorve Baños, y el panista Marcelo de Jesús Torres Cofiño.

Durante el primer tiempo, los tres legisladores se vieron entusiasmados. Casi al final, llegó el líder de los diputados perredistas, Silvano Aureoles Conejo, junto con el vicecoordinador Agustín Miguel Alonso Raya.

Mientras tanto, en el patio central, en un pequeño espacio para comer, algunas personas se detenían un momento para observar el partido.“¿Cómo van?”, preguntaban.

En Brasil, al minuto 25, el arquero Guillermo Ochoa Magaña detuvo un cabezazo de su rival brasileño Neymar da Silva Santos. El Congreso se llenó de gritos y aplausos al portero mexicano.

Entonces, concluyó el primer tiempo y los diputados salieron de la sala.

El líder priista fue detenido por los medios: “Las negociaciones en materia de Telecomunicaciones y Energía nos llevarán a las leyes reglamentarias que todo estamos requiriendo para que México progrese, para que salga de la mediocridad en la que hemos estado durante muchos años por falta de decisiones”, advirtió.

En los pasillos se observaba movimiento, la gente caminaba apresurada, otros pasaban con comida en las manos.

Afuera de la sala de conferencias, el gran buffet para los reporteros estaba listo. Al menos 10 recetas diferentes se podían degustar: picadillo, salchichas, chicharrón en chile verde, entre otros, acompañados de arroz, frijoles o papas. También se les ofrecía agua o refrescos. La fila parecía interminable, pero comían apresurados antes de que comenzara la segunda parte del duelo.

Los legisladores ya no regresaron a la sala. Sin embargo, se pudo observar a otros diputados en otros restaurantes al interior de San Lázaro.

Los pasillos de San Lázaro lucían vacíos durante el encuentro México-Brasil.
Los pasillos de San Lázaro lucieron vacíos durante el encuentro México-Brasil. Foto: Laura Cordero, SinEmbargo

Comenzaban los 45 minutos restantes del encuentro. El marcador aún no favorecía a ningún equipo, sin embargo la estrella del partido, Memo Ochoa, se seguía llevando las palmas entre los observadores.

Los trabajadores de la obra a medio patio seguían trabajando, pero minutos después se retiraron para seguir con su labor.

Las pantallas cada vez tenían más espectadores, el partido aumentaba de tono y las expresiones ante diversas jugadas sonaban por todos los pasillos.

La estrella del partido se seguía llevando las palmas entre los aficionados. “Ése es portero del América”, gritaba uno entusiasmado.

Algunas personas salieron de los edificios para fumar, pero se acercaron a la única pantalla que hay en el patio central.

Uno de los meseros, al salir del restaurante La Misión, gritó: “¡Gol!”. Los espectadores no lo tomaron en cuenta. El juego los atrapó y no perdieron la concentración durante los minutos finales.

Se acercaba el final y los ánimos no decaían, incluso más personas se acercaron para observar que el marcador seguía empatado a ceros.

El árbitro silbó anunciando el final del encuentro. Los presentes en San Lázaro aplaudieron una última vez y celebraron el marcador como si fuera una victoria de la Selección Mexicana.

“¡Qué bueno estuvo el cierre!”, “impresionante Ochoa”, “mis respetos a Ochoa”, se escuchaba en la sala de conferencias. Mientras todos regresaban a sus labores.

La única pantalla en el patio central de la Cámara de Diputados. Foto: Laura Cordero, SinEmbargo.
La única pantalla que se instaló en el patio central de la Cámara de Diputados. Foto: Laura Cordero, SinEmbargo.

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