La cubana Leiden, cantautora: es nieta de Roberto Fernández Retamar y tan mexicana

18/06/2017 - 12:02 am

Pese a haber nacido en Cuba, la carrera de Leiden se ha desarrollado mayoritariamente en México, donde llegó a la edad de 9 años, radicándose en Tijuana y posteriormente en Guadalajara. Leiden es nieta del poeta cubano Roberto Fernández Retamar, a quien considera una de sus principales influencias artísticas.

Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).-La cantautora cubana mexicana Leiden dice como al pasar que es nieta del enorme poeta cubano Roberto Fernández Retamar, nacido en La Habana, el 9 de junio de 1930. Su madre, Teresa Fernández de Juan, es médica y como tal vino a Tijuana, una de las ciudades más hermosas de México, a trabajar. Allí vivió Leiden.

El nuevo álbum Los muertos también dejan flores, que gracias al apoyo de sus seguidores a través de una exitosa y creativa campaña de preventa, está próximo a presentarse el próximo 6 de julio en Lunario del Auditorio Nacional.

Admiradora de Silvio Rodríguez, con una trayectoria amplia en la escena cultural, artística y musical por más de quince años, Leiden forma parte de la nueva canción latinoamericana y es considerada una de las voces más poderosas del continente.

Esperó para componer y sus canciones son muy maduras. Foto: Cortesía Leiden

Con su álbum Leiden logró primer lugar en listas virales de spotify con el tema “Cuando soñaba” mismo que la colocó exponencialmente en Latinoamérica y el mundo y dio paso a la realización de un DVD en vivo titulado La vuelta al sol con gran éxito en ventas.

Leiden ha logrado formar parte del line up de múltiples festivales en México como lo es Vive Latino, Cervantino, Coordenada, en Colombia Rock al Parque, Ciruculart, así como presentaciones en República Checa, Alemania, Portugal, España, Costa Rica y Cuba, que le han valido los mejores comentarios entre el público y la crítica nacional e internacional.

Su decir es cristalino y firme, como si con suavidad dijera cosas tremendas en la vida, hablando cosas como “si lloro me lastimo”. Entrevistarla equivale a hacerlo con una niña tan mexicana, que vive en Guadalajara y que representa el futuro de nuestra música. No tiene comparación, no podría decirse canta como Julieta Venegas, compone como Ximena Sariñana. De eso, de personalidad se hace la buena música.

–Si eres cubana, ya tienes que ser música. Vienes de un país con una relación muy especial con la música

–Tengo formación en ambos países. Llegué a México muy pequeña, llegué a Tijuana, ahí pasé la pre-adolescencia y la adolescencia que tanto me marcaron en la vida. Mi primera carrera fue Sociología y la finalicé en La Habana, donde además empecé a componer. Para mí Cuba fue un lugar adonde tengo que regresar siempre y donde cargo pilas en la mochila de la vida. Como toda niña cubana, para mí ha sido natural cantar y bailar en todas las fiestas. Además vengo de una familia que está involucrada con el mundo de las artes. Mi abuelo es Roberto Fernández Retamar, que para mí fue una figura paterna. No sólo fui lectora precoz, influida por él, un pilar ideológico para mí y en el momento en que yo decidí dedicarme a la música por completo, no me costó ningún trabajo. Me desarrollé en un medio donde se dedican a la creación artística sin ningún tapujo, sin ningún miramiento, sin ninguna escafandra.

­–Eres nieta de Roberto y no lo dices…

–No, la verdad que no. Incluso cuando empecé a hacer carrera musical en Cuba tampoco lo decía, pues iba a ser todo demasiado fácil. No soy tan partidaria de lo fácil.

–Bueno, no estaría mal que alguna vez compusieras con algunas de las letras de Roberto Fernández Retamar.

–Lo hago. Tengo una canción que se llama “Cuando soñaba”, que se ve de manera muy clara las partes que saco de un poema de él, “Con las mismas manos”. Ha influido en otros, como Silvio Rodríguez, cuando canta “te doy una canción con estas manos, con las mismas de matar” y la canción “Cuando soñaba” habla de la pérdida de todas las cosas, tanto tangibles como intangibles, en este caso de la pérdida de la esperanza, de la fe. “Con las mismas manos de acariciarte estoy construyendo una escuela”, dice el poema de Roberto. Y yo digo “¿En dónde están tus manos, aquellas con las que te fuiste a construir escuelas?”. Hay otra canción, percutiva, que se llama “Turbio” y en el medio recito un poema intenso y apasionado de él, que se llama “El otro”.

Vivió en Tijuana y ahora vive en Guadalajara. Foto: Cortesía Leiden

El Otro

De Roberto Fernández Retamar

Nosotros, los sobrevivientes,

¿A quiénes debemos la sobrevida?

¿Quién se murió por mí en la ergástula,

Quién recibió la bala mía,

La para mí, en su corazón?

¿Sobre qué muerto estoy yo vivo,

Sus huesos quedando en los míos,

Los ojos que le arrancaron, viendo

Por la mirada de mi cara,

Y la mano que no es su mano,

Que no es ya tampoco la mía,

Escribiendo palabras rotas

Donde él no está, en la sobrevida?

–¿Tus padres viven en Tijuana?

–Sí. Mi madre, todavía no ha salido del clóset, está escribiendo una novela increíble.

–¿Qué te dio México?

–Yo soy hija única, invitaron a mis padres a trabajar a Tijuana, mi padre dirige un doctorado, mi madre trabaja como investigadora musical, así que me fui con ellas. Me adapté, soy mexicana por eso, soy naturalizada desde hace muchos años y tuve que lidiar como dice José Martí con mis dos patrias. Alguna vez tuve una especie de disyuntiva personal hacia dónde tenía que mirar para ver de dónde era, en dónde estaban mis verdaderas raíces, pero ya lo resolví.

­–¿Qué es Tijuana para ti?

–Tijuana representa algo fuertísimo para mí, porque ese periodo de la pre-adolescencia y de la adolescencia los pasé allá. Me siento allí totalmente en casa, todo lo que sucede en Tijuana me resulta interesante, incluso la violencia que se vive, un toque de queda que se experimentó allí durante siete años, disfruté mucho el florecimiento cultural que hubo después de eso, a modo de destape post-franquista…

–¿Cómo es tu carrera de cantautora?

–Bueno, nunca planifiqué mi carrera, ni a la composición musical, ni lo más importante emocionalmente como lo es ahora. Tengo 30 años, empecé hace cuatro, siempre canté en espacios culturales desde los 15 años y siempre valoré mucho la carrera de cantautora. Cuando empecé a componer, a los 23, ya había terminado Sociología, muy extraño en mí. Vino a desanudar mis herramientas internas y entonces hice lo que iba a hacer toda mi vida. Hablé con mis padres, no paré de escribir canciones maduras, algo que creo que es porque empecé a hacer canciones tarde. Con respecto a lo que me preguntabas, no tengo una estrategia para seguir una carrera en México. Yo canto, me presento, aquí vamos.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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