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Cómo las Suicide Girls sobrevivieron a la década de 2000, según su creadora

18/06/2017 - 12:00 am

Vice habló con la creadora del sitio de internet sobre cómo sobrevivió a la década de 2000 y por qué demostró a las feministas que la odiaban que quien ríe el último, ríe mejor.

Por Mitchell Sunderland, Broadly

Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo/ViceMedia).– En el estudio de baile JustDance, tres intérpretes de burlesque se quitan sus faldas de Sailor Moon. No están practicando para un salón del cómic ni preparándose para un festival de anime: son Suicide Girls ensayando para un espectáculo de burlesque que está a punto de salir de gira por Norteamérica.

Creado tan solo unas semanas antes del 11 de septiembre de 2001, SuicideGirls sigue existiendo. Puede que MySpace, LiveJournal, Fotolog y otros sitios web favoritos del internet de mediados de la década de 2000 hayan perdido su esplendor, pero SuicideGirls sigue atrayendo a 6.2 millones de seguidores en Instagram.

Missy Suicide, nacida en Oregon, fundó el sitio web desde su apartamento de Portland con su amiga Sean Suhl, alias Spooky. Idolatraba a las chicas con tatuajes, pero se dio cuenta de que muchas de ellas no se consideraban bonitas. Las feministas también se mantenían alejadas de los debates en torno al sexo y la actitud positiva hacia el cuerpo. Missy y Suhl crearon SuicideGirls como comunidad online para las chicas a las que idolatraban y con las que se sentían identificadas.

Missy creó el sitio en 2001. Foto: Cortesía de SuicideGirls

Las chicas colgaban fotos desnudas estilo pin-up, resaltando sus tatuajes, y el sitio atrajo la ira tanto de las feministas como de la administración Bush. Las feministas cuestionaban si las mujeres que subían sus propias fotos desnudas contaban como víctimas de explotación y en 2005, según informa Racked, el Departamento de Justicia de EU. pidió al sitio web que retirara las fotos que pudieran considerarse obscenas.

Pero a pesar del paso del tiempo, SuicideGirls ha sobrevivido. Hoy en día, el sitio web atrae a más de cinco millones de usuarios según Racked y cuenta con diez empleados.

En un descanso entre ensayos, Missy se sentó con Broadly para hablar sobre la nueva gira de su espectáculo de burlesque, sobre cómo sobrevivió a la década de 2000 y por qué demostró a las feministas que la odiaban que quien ríe el última, ríe mejor.

– BROADLY: ¿Cuál es la concepción errónea más importante sobre SuicideGirls?

–Missy Suicide: Si preguntas a cualquier chica cuál es su parte favorita de ser una SuicideGirl, te dirá que las amigas que ha hecho. La mayoría de gente cree que solo gira en torno a la desnudez y a las fotos de desnudos estilo pin-up, pero en realidad gira en torno a la comunidad y las amistades que se hacen. Y además, en cuanto a mi relación personal con SuicideGirls, la gente cree que puedo ser un poco hostil, pero en realidad soy dulce, simpática y amigable.

– ¿Cómo surgió lo del espectáculo de burlesque?

– El espectáculo de burlesque surgió porque ya habíamos organizado uno hacía unos años y tuvo mucho éxito. Fueron teloneras de Guns N’ Roses, pero preparar una gira de burlesque es mucho trabajo, así que decidimos tomarnos un descanso que no paró de ampliarse y ampliarse. Entonces decidimos publicar un libro y enviamos a dos chicas a hacer un tour para firmar ejemplares. En una de las paradas del tour había 500 personas en el exterior de la librería. Sabíamos que podríamos preparar un espectáculo en vivo mejor. La gente quiere vivir en la vida real la misma experiencia que siente en la página web y los espectáculos en vivo son una extensión de la comunidad, donde el público aporta una energía increíble. Queríamos hacer un tour con la cultura popular como tema. Todo lo relacionado con el cosplay y las Comic Cona es muy popular, así que decidimos tomar el elemento del cosplay y combinarlo con el espíritu sexy del burlesque tradicional, pero con un toque moderno.

– ¿Cuál fue tu visión original para crear SuicideGirls?

– Quería crear un lugar donde las chicas pudieran expresarse, sentirse cómodas siendo ellas mismas y siendo bonitas y celebrar sus cuerpos, porque la definición de belleza era extremadamente limitada en 2001. Había o bien el tipo de cuerpo delgado como un palo o el tipo de cuerpo siliconado como el de Pamela Anderson. Yo veía a todas aquellas mujeres bonitas a mi alrededor y ninguna de ellas se veía reflejada en ningún lado dentro de la sociedad. Quería proporcionarles un lugar donde pudieran brillar, donde pudieran ser ellas mismas, donde pudieran sentirse apreciadas por su propia belleza y singularidad. Pensé que sería popular en Portland, quizá en Seattle. Quince años más tarde, tenemos 3 mil Suicide Girls oficiales de todos los continentes, incluyendo la Antártida. Tenemos más de 250 mil Suicide Girls en espera y nos llegan unas 50 mil solicitudes de mujeres al año. Nuestra comunidad es bastante grande. Todo el mundo se siente como un extraño en algún punto de su vida y el mensaje de poder ser tú misma en tu singularidad resuena con mayor amplitud.

“La definición de belleza era extremadamente limitada en 2001”. Foto: Cortesía de SuicideGirls

– ¿Cómo ha evolucionado el sitio web?

– Cuando lo creamos solo lo tenías en el ordenador. No llevábamos internet en el bolsillo. La gente ahora lo usa mucho más en el móvil y lo usan con mayor frecuencia a lo largo del día que antes. Ahora la gente puede mirar la página más rápidamente y no necesita tener sesiones más largas. Tenemos los libros, los cómics, el espectáculo de burlesque, el sitio web, nuestras redes sociales (tenemos más de 25 millones de seguidores en las redes sociales), la ropa, el merchandising… Muchas cosas. Ha ido evolucionando orgánicamente. No sabía que había gente con experiencias similares en todas las partes del mundo.

– ¿Ha cambiado el término “Suicide Girl”?

– El mismo mensaje sigue siendo válido hoy. El término “Suicide Girls” surgió de un libro de Chuck Palahniuk que trataba sobre unas chicas que deciden suicidarse socialmente eligiendo no encajar. Yo siempre he odiado el término “alternativo”. Viniendo de Portland, me pone los pelos de punta. ¿Alternativo a qué? En realidad ya nadie reclama su identidad por el subgénero de música que le gusta escuchar. Incluso entonces no era como si solo fueras punk, rock o hip-hop. Necesitaba una frase que lo englobara todo, que encarnara la actitud en lugar del elemento concreto.

[“Suicide Girl”] se ha convertido en un término omnipresente. Cuando la gente te envía avisos para castings, busca el “tipo SuicideGirls”. Se ha vuelto casi tan omnipresente como Kleenex o Xerox. Cuando dices “Suicide Girl” ya se sabe de qué tipo de chica estás hablando.

 ¿La gente se sentía molesta por los tatuajes en aquella época?

– La gente definitivamente se sentía muy molesta por los tatuajes. Ninguna mujer llevaba tatuajes. Yo era como los marineros o los soldados y punto. Había cierto elemento clasista. Muchas de las críticas que recibíamos entonces eran, “¿Cómo has podido hacerle eso a tu bonito cuerpo?, ¿Por qué lo has marcado para siempre?, ¿Por qué has dibujado sobre tu piel? Eras tan bonita… y ahora te has arruinando el cuerpo”.

– ¿Cuándo te hiciste tu primer tatuaje?

– Me hice mi primer tatuaje después de crear SuicideGirls. Me hice las alas en la espalda como un mes después de crear SuicideGirls. Llevo un piercing en el tabique nasal desde que tenía 15 años. Tatuajes y piercings, ese era el tipo de chicas de Portland con las que me identificaba y que me parecían algunas de las chicas más bonitas del mundo.

– ¿Fue muy complicado crear esta plataforma sin tener un “mapa de carreteras”? Ahora las estrellas de YouTube tienen 700 ejemplos para seguir, pero en la década de 2000 muchos intérpretes eran explotados. ¿Cómo superaste aquello?

–No hay duda de que cometí muchos errores. No tenía ningún referente, así que buscaba los contratos y demás en Google. Google existía, pero era completamente nuevo. Pensaba, “voy a buscar este contrato en Google a ver qué pasa”. Sin duda tuve mis dificultades. Soy bastante transparente, pero eso es algo que gusta en internet.

– ¿Por qué crees que te rechazó el feminismo?

– No existía actitud positiva hacia el cuerpo. No había marchas de mujeres ni nada por el estilo que normalizara el hecho de que las mujeres pueden abrazar sus cuerpos y su sexualidad y no ser perseguidas por ello. Me criticaron mucho por autoproclamarme feminista en aquella época. Ahora el mundo está un poco más avanzado. Veremos qué nos deparan los próximos cuatro años. Si lo recuerdas, las feministas de la segunda ola eran muy contrarias al sexo. El hecho de que yo cogiera fotos de mujeres desnudas, las hiciera públicas y dijera que eran bonitas alienaba a las feministas. La mayoría de las primeras feministas creía que utilizar el propio cuerpo para avanzar no era la estrategia adecuada.

– ¿Qué pensaba tu abuela?

– Mi abuela era muy republicana, creció en Orange County y siempre decía, “¿Por qué fotografías a señoritas desnudas? No comprendo lo que haces”. Después, cuando vio un libro [de SuicideGirls] y acudió a una firma de ejemplares dijo, “Vale, ahora entiendo por qué lo haces”. Conoció a algunas de las chicas y decía cosas como, “En mis tiempos creo que yo también habría sido una Suicide Girl”. Por su 75 cumpleaños nos hicimos las dos el mismo tatuaje.

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