Un pequeño mundo para los peatones: una ciudad de EU en donde los coches están prohibidos

18/07/2013 - 12:00 am
Foto: Wikimedia Commons
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Ciudad de México, 18 de julio (SinEmbargo).- Mientras que en muchas ciudades del mundo es todo un logro reducir el número de vehículos automotores, hay sitios en los que el lugar que el peatón tiene es privilegiado. Sin embargo, incluso esos lugares se quedan cortos ante Mackinac, unlugar ubicado en Norteamérica en donde los automóviles están prohibidos desde hace más de un siglo.

Cuando los primeros automóviles hicieron sus aparición a finales del siglo XIX no fueron pocas personas las que los vieron con malos ojos. La contaminación sonora y del aire que desde entonces causaban ocasionó una fuerte aversión ante estos artefactos.

En un inicio se prohibió el uso de estos vehículos. Sin embargo –como puede observarse en la actualidad– la sociedad fue cediendo en cuanto a sus restricciones y el planeta se fue poblando poco a poco de coches, camionetas y otras variedades de estos vehículos.

Sin embargo, a pesar de que los autos parezcan dominar la Tierra, Mackinac es un lugar en donde simplemente no tienen cabida, ya que fueron prohibidos en el lugar desde 1898 y hasta la fecha está ley no ha sido modificada.

Foto: Wikimedia Commons
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Desde hace décadas la isla Mackinac y su ciudad ha sido un lugar de recreo ubicado al norte de Estados Unidos, en el lago Huron. No obstante, cuando los primeros coches empezaron a llegar amenazaron con transformar la tranquilidad de la isla por un caos de ruido y humo provocado por los motores de combustión.

Entonces los habitantes de Mackinac consideraron que el novedoso invento no estaba hecho para circular por las calles de su isla, así que decidieron seguir utilizando los carruajes de caballos como lo venían haciendo desde años atrás.

De esta manera, el 6 de julio de 1898 el Ayuntamiento de la ciudad decidió prohibir la circulación de carruajes sin caballos dentro de la ciudad y en el resto de la isla.

Sin embargo, lejos de ser un ardid pasajero, producto de la intolerancia tecnológica, la normativa se mantuvo firme y se mantiene en vigor hasta la actualidad.

La ley se ha cumplido de manera tan estricta que en Mackinac sólo hay lugar para dos coches, los cuales se emplean únicamente para emergencias. Cualquier otro auto o vehículo con motor tiene prohibido el tránsito.

Foto: Wikimedia Commons
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Por su parte, para los turistas la idea no podría ser menos atractiva, ya que quienes visitan la isla describen la experiencia como un viaje en el tiempo, según publicó Entretanto Magazine.

Y las razones para afirmar están perfectamente justificadas, pues mientras en el mundo entero los vehículos motorizados son el medio de transporte más utilizado, en Mackinac no queda de otra que desplazarse en caballo o en bicicleta o, en su defecto, caminar.

Las consecuencias de esto, en cambio, suelen ser notorias. Los habitantes del lugar afirman que el aire es más limpio y las enfermedades, sobre todo las respiratorias, ocurren con menor frecuencia debido a la necesidad que tienen todos sus habitantes de hacer ejercicio de manera regular.

No obstante, la misma densidad poblacional de la ciudad se convierte en una ventaja al momento de tomar esta medida, misma que sería difícil de lograr con éxito en una urbe superpoblada.

Entre otoño y primavera Mackinac es prácticamente un pueblo fantasma con sus aproximadamente 500 habitantes, los cuales se ven multiplicados por 30 durante el verano.

Con 15 mil personas circulando por sus calles durante el estío, queda comprobado que además de la sensación de alejamiento que brinda, el mayor atractivo turístico y fuente de prosperidad de la isla es la ausencia de automóviles en sus vías.

en Sinembargo al Aire

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