#LiberÁDMe: Maestra acusada de narco está libre, y nadie explica qué pasó con 11 maletas “extraviadas”

18/07/2013 - 11:38 am

Ciudad de México, 18 de julio  (SinEmbargo).–  Ángel de María Soto Zárate, la educadora oriunda del estado de Veracruz, salió libre esta mañana del Centro Federal de Readaptación Social de Nayarit donde estaba recluida desde el pasado lunes, cuando fue acusada de narcotráfico por doce maletas que estaban registradas a su nombre; una de ellas, por lo menos, portaba 10 kilogramos de cocaína.

No se sabe en dónde están las 11 maletas restantes que, se supone, contenían el resto de un embarque de droga que entró a México. Ángel de María sólo reclamó una maleta y no 11; en esa, que no era suya, le encontraron los 10 kilos de coca por los que el Ministerio Público federal le hizo cargos de narcotráfico.

Hasta el momento las autoridades no han explicado qué sucedió con esas 11 maletas. Están “extraviadas”.

Ayer, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, anunció que la maestra sería liberada ante la falta de evidencia que comprobara que esa droga era de ella. Esta mañana está ya libre.

El jueves pasado, Ángel de María Soto Zárate tomó un vuelo con con escala en Lima y como destino final sería Brasil, a donde acudiría para participar en la Jornada Mundial de la Juventud que encabezará del 23 al 28 de julio el Papa Francisco, a quien como devota católica, deseaba conocer.

Al hacer la escala en Perú, la maestra descubrió que había perdido su pasaporte o se lo habían robado, por lo que buscó ayuda en la Embajada mexicana, a la que solicitó un documento provisional para llegar hasta Brasil.

Al no conseguirlo tuvo que regresar al país, para lo que pidió a la aerolínea en la que volaba, LAN, que detuviera su equipaje y lo embarcara de vuelta a México.

Pero antes, en el mostrador le cambiaron el ticket original de su maleta, sin mostrarle el equipaje, con la consigna de que con ese nuevo número lo recogería sin problemas en el aeropuerto mexicano.

Ya en el aeropuerto del Distrito Federal, el sábado 13 de julio, Ángel de María Soto reportó que no estaba su equipaje en la banda donde se les entrega a los pasajeros. Acto seguido, policías federales adscritos a la terminal aérea la abordaron para cuestionarla sobre una maleta que había “aparecido” registrada con sus datos.

Dicha maleta contenía 10 kilos de cocaína. Pero su etiqueta, la que ella cargaba, amparaba otras 11 maletas que posiblemente estaban cargadas de drogas pero de las que nadie sabe, y tampoco nadie ha explicado su destino.

Y aunque desde un principio la joven educadora no reconoció como suya la valija, policías judiciales la detuvieron y pusieron a disposición de la PGR, que a su vez la remitió el lunes a un penal de alta seguridad en Nayarit, acusada de tráfico de estupefacientes, bajo la averiguación previa PGR/DDF/SZC/AIM/375/2013-07.

Sin embargo, el miércoles pasado, Murillo Karam aseguró que la dependencia a su cargo ya había presentado el desistimiento de la acción penal y llamó al incidente como “raro, inadecuado e inconveniente”.

Desde que se dio a conocer el caso, miles de ciudadanos e integrantes del grupo católico Comunidad Incienso de Dios (CID) lanzaron una intensa campaña en redes sociales para exigir la liberación de la joven con la etiqueta #LiberÁDMe.

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