Estudio liga estrés por ambientes inseguros con desarrollo de grasa abdominal

18/09/2014 - 12:00 am

Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).- La inseguridad y el desorden social provocan en las personas de las zonas urbanas un estado de estrés que está relacionado con la acumulación de mayor grasa abdominal en comparación con aquellas que viven en sitios más tranquilos.

De acuerdo con una investigación reciente encabezada por Luis Ortiz Hernández, médico e investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en la que se analizaron a más de ocho mil adultos mayores de 20 años de 145 comunidades del país, a quienes se les dio un seguimiento a lo largo de tres años.

En la investigación, hecha en conjunto con Ian Janssen, experto en actividad física y obesidad de la Queen’s University de Canadá, se determinó que las personas que viven en comunidades con un alto índice de desorden social tuvieron en promedio un aumento de 1.36 centímetros en la circunferencia de su cintura, comparados con las de bajo desorden, sin que existieran variantes significativas en su índice de masa corporal y su actividad física.

La obesidad y el estrés tienen una estrecha relación. Foto: Cuartoscuro
La obesidad y el estrés tienen una estrecha relación. Foto: Cuartoscuro

El principal hallazgo del estudio es que al percibir los sitios en donde se habita como lugares no seguros, se experimenta un estrés psicosocial que a su vez genera una respuesta fisiológica en la que se producen ciertas hormonas como el cortisol, que pueden promover la acumulación de grasa, que incrementa el riesgo de desarrollar padecimientos como diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Otro de los puntos de la investigación llamada “El desorden social, la actividad física y la adiposidad en adultos mexicanos: Evidencia de un estudio longitudinal”, es que en las localidades urbanas con alta percepción de inseguridad, las personas buscan pasar mayor tiempo dentro de su casa que en las calles, por lo que son más sedentarios e invierten más horas frente a la televisión.

El objetivo del trabajo fue poner en relieve la necesidad de promover entornos sociales saludables en las comunidades locales, y dejar en claro que no sólo los hábitos y actitudes de las personas determinan su aumento de grasa corporal, sino que el entorno en el que viven también es relevante, según un comunicado.

Anteriormente, un estudio realizado por científicos del Instituto Clínico del Laboratorio de Medicina de la Universidad Médica de Viena, ya había determinado que el estrés elevado provoca que se secreten mayores cantidades de hormonas llamadas glucocorticoides, culpables en buena parte del exceso de peso y concretamente de su acumulación en el vientre.

Asimismo, en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, se relacionó la sobreestimulación de las neuronas sintetizadoras de orexina del hipotálamo por estrés con el apetito nocturno, resultante del insomnio.

 

 

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