Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).–Chat L’heureux Café es el primer café en América que abre sus puertas exclusivamente para los felinos y se encuentra en Quebec, Canadá. Algo inusual pero también con fines benéficos. Como dice la canción de la película animada “Los Aristogatos”: es sólo para los “mininos elegantes, educados y galantes, gatos muy civilizados que jamás comen ratón”. Todo empezó el 26 de enero de 2014 cuando Clément Marty, quien ama a los animales, inició una campaña en un sitio de internet para recaudar fondos y poder abrir un café que aceptara gatos. O como lo describió él: “un lugar cálido donde los felinos sean los reyes”.
Inspirado en un café que conoció durante su viaje a Corea del Sur y a Japón, Marty buscaba recaudar al menos 40 mil dólares canadienses para abrir un lugar parecido en Montreal. Una campaña que alcanzó su meta después de mes y medio al obtener 41 mil 153 dólares en marzo pasado, lo que le permitió abrir ese mismo verano. “Será un lugar único en la ciudad, de intercambio y encuentro para los amantes de los gatos”, decía la descripción del proyecto, el cual también ahora busca ofrecer terapias con los animales e impartir clases a los niños para concientizarlos sobre la responsabilidad de adoptar a un ser vivo. El café cuenta con todas las normas de seguridad e higiene alimentaria establecidas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de Québec (MAPAQ) y que corresponde también a la misma legislación que los cafés caninos. El proyecto contó previamente con el apoyo de refugios, una zooterapista, veterinarias y una sociedad local protectora de animales. Los cafés de gatos son un gran negocio en Japón desde hace más de 10 años donde la gente asiste con sus amigos para consumir bebidas mientras que sus mascotas se pasean por el lugar acondicionado especialmente para ellos. La idea se expandió ya por toda Asia y en algunos lugares de Europa como Viena, Budapest, Londres o París.
La campaña para obtener los fondos monetarios que daría inicio a este proyecto prometió recompensar a sus mayores “inversionistas” con una placa “dorada” en la que estarían grabados sus nombres, apadrinar a un gato por un año y tener una invitación exclusiva a la inauguración del lugar. En su campaña Clément Marty explicó que en Montreal no es fácil tener una mascota. Regularmente “los propietarios de departamentos permiten un menor número de animales en las viviendas” y cada vez es más común encontrar gatos abandonados en la calle.
Marty añadió que aunque no se han comprobado los beneficios, ellos adoptaron la “terapia del ronroneo” que supuestamente ayuda a combatir el estrés y la ansiedad. Antes de entrar al establecimiento debes lavar tus manos y vaporizar tus zapatos. En el área “bistro” puedes disfrutar de alimentos y en el área de juegos, todos los clientes pueden jugar y sentarse con los gatos. Además que el café cuenta con vastos libros e información sobre el cuidado de los felinos y variados productos para la mascota. De vez en cuando el restaurante mantiene talleres o conferencias, terapias para niños y adultos. Como muchos lugares, este café también cuenta con un reglamento en el que no debes despertar nunca a un gato, alimentarlo o ponerlo en tu regazo. Tampoco puedes tomar fotos con flash ni dejar a los niños sin vigilancia. Por otro lado, sí puedes jugar con los gatos, en cuyo caso podrás usar los juguetes que están dispuestos en el lugar, tomarte fotos con ellos y sobre todo, ofrecerles amor. Además el reglamento advierte: “los gatos son expresivos, si no quieren que los acaricies o no desean jugar contigo, déjalos o de otra forma -como los humanos- te harán saber que no están contentos”.
