La travesía de miles de inmigrantes centroamericanos a lo largo de México para llegar a Estados Unidos es una escena que se ha repetido cada día, cada hora, durante las últimas décadas, con pocos resultados exitosos.
Gran parte de los hombres, mujeres, niños y ancianos que tratan de alcanzar el llamado “sueño americano” ven interrumpidos sus planes incluso antes de toparse con la frontera que separa a EU de nuestro país.
El fotógrafo de origen italiano Nicola “Ókin” Frioli ha tenido la oportunidad de ver de cerca este fenómeno durante su estancia en México y ha documentado los rostros y los cuerpos golpeados e incluso mutilados de algunas personas que en su afán de buscar una mejor calidad de vida para ellos y su familia han sido maltratados y humillados en el camino.
El trabajo de Frioli es un testimonio del abuso del que toman parte muchos mexicanos, los cuales han obstaculizado los intentos de tantos centroamericanos, discriminándolos por motivos que a menudo se antojan incomprensibles. Los rostros desencajados y las miradas tristes describen mejor que sus improvisadas narraciones escritas sobre cartón. Historias llenas de injusticia, dolor; pero, al final, también de esperanza.
