Ciudad de México, 18 de noviembre (SinEmbargo).– Un grupo de activistas defensores de animales demandó a Sally Jewel, la Secretaria del Interior de los Estados Unidos y del Fish and Wild Service, luego de considerar que el plan de recuperación y conservación del lobo gris mexicano no resultó como se tenía planeado.
“Este caso desafía el fracaso de Fish and Wild Service (FWS, por sus siglas en inglés), para preparar un plan de recuperación desde hace mucho tiempo precisamente para uno de los mamíferos más amenazados en Norteamérica, el lobo gris mexicano, como lo exige la Ley de Especies en Peligro”, describe la demanda legal presentada por Earthjustice, una coalición de varias organizaciones protectoras del medio ambiente.
De acuerdo con la organización legal sin fines de lucro, esta especie de lobo, se ha visto cercana a la extinción como resultado de la persecución de los humanos y el gobierno después de varios esfuerzos para controlar a los predadores desde el siglo XX.
Finalmente su población se redujo únicamente a siete individuos en un programa de cautiverio que se introdujo al programa de recuperación desde 1998, sin embargo no se han registrado los avances esperados.
Expertos estiman que existan tan sólo 350 ejemplares de esta especie tanto en territorio mexicano como en Estados Unidos.
“En parte porque el FWS continúa imponiendo varias restricciones al programa de reintroducción del lobo gris mexicano que impiden los esfuerzos de traer esta especie de vuelta y fuera del peligro de extinción”, acusa la demanda.
De acuerdo con Earthjustice, la reproducción de los lobos grises mexicanos bajo el programa de reintroducción del FWS continúa como algo infrecuente y en la actualidad la población de esta especie es “pequeña, genéticamente pobre y por debajo de las estimaciones de viabilidad que aparecen en las interpretaciones científicas”.
La coalición ambientalista afirmó que la FWS no ha respondido de manera apropiada a las cuestiones genéticas que enfrenta esta especie en específico, que ha limitado la geografía en la que los lobos grises pueden ser introducidos para residir y que no ha resuelto los problemas que ocasionan la mortandad de estos ejemplares.
La cantidad de ejemplares que se estimaba para el año 2012 era de 750, sin embargo este plan de repoblamiento fue desechado. Por otra parte, los productores de ganados en Estados Unidos han manifestado su descontento contra la introducción del lobo, pues el programa ni siquiera los tomó en consideración y esta especie ha sido la responsable de la muerte del 2.4 por ciento del ganado en Nuevo México.
En México, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) dio a conocer que se trabaja desde el 2007 en la recuperación de esta especie, pues sólo se conocía la existencia de estos ejemplares en cautiverio, ya que desde 1970 se declaró en peligro de extinción.
La Conanp también denunció que en años anteriores el programa de Control de Animales Depredadores y Roedores (PARC, por sus siglas en inglés) exageraron los impactos económicos de la depredación por lobos, para evitar el ataque al ganado.
De hecho, cuando las poblaciones de lobo comenzaron a disminuir, se hizo tan notoria la presencia de algunos de estos ejemplares solitarios, que a algunos les adjudicaron nombres propios. Como si se trataran de forajidos humanos del viejo oeste, al ser capturados y aniquilados, los periódicos anunciaban la noticia a manera de festejo.
Apenas en julio del 2014 se anunció la llegada de una camada nacida en la Sierra Madre Occidental, lo que significó el nacimiento de cinco animales en total libertad y en territorio mexicano después de 30 años.
Luego de que en diciembre de 2013 se liberara a una pareja de lobos en dicha área, se dio a conocer esta noticia que se adjudicó al tratamiento que obtuvieron en la vida libre.
