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Pekín en dos días: De la Ciudad Prohibida al Templo del Cielo

18/11/2016 - 12:00 am

Templos, palacios, jardines imperiales y antiguos barrios de origen medieval ocupan gran parte de la vieja Beijing. Además, los mercados tradicionales, con siglos de historias a cuestas, comparten espacio con los locales dónde se vende la ultimísima tecnología o las marcas más exclusivas.

Por Viajar Ahora

Ciudad de México, 18 de noviembre (SinEmbargo/ElDiario.es).– Puerta de entrada a los misterios de China, la ciudad de Pekín (o Beijing) es la habitual primera parada de todos los viajeros y las viajeras que visitan el gigante asiático. La enormidad del país y la diversidad de regiones, paisajes y atractivos suelen convertir la estancia en la capital del país en una breve estancia de un par de días. Abarcar en unas pocas jornadas una urbe de más de 21 millones de habitantes que, además, tiene más de mil años de historia es, sencillamente, imposible. Por eso se impone una cuidada planificación. Viajar Ahora ofrece la primera entrega de esta pequeña guía para descubrir los encantos de la “capital del norte” (que es lo que significa Pekín) maximizando el tiempo. Te proponemos un recorrido de cuatro días, lo mínimo que consideramos es necesario para abarcar una ciudad que, por sí misma, es una oda a la megalomanía.

Este recorrido en cuatro jornadas te permitirá conocer lo imprescindible y algunas joyitas que no aparecen en otros listados. Proponemos dos rutas que conectan las principales atractivos de manera sencilla y lógica para poder cubrir cada una de las etapas a pie o a través del transporte público. En esta primera entrega te proponemos recorrer los alrededores de la Ciudad Prohibida y otros lugares imponentes como el Templo del Cielo o los famosos Hutongs, antiguas callejuelas de la Pekín imperial.

DÍA 1: LA CIUDAD PROHIBIDA Y EL CENTRO

La ciudad perdida. Foto: Wikimedia Commons
La ciudad perdida. Foto: Wikimedia Commons

9.00 – La Plaza de Tian’anme: Aunque se encuentra enclavada en pleno centro histórico de la ciudad, la emblemática Plaza de Tian’anmen se construyó para conmemorar el triunfo de la Revolución China en 1949. Con unas dimensiones de 300 por 800 metros, estamos ante la plaza más grande de China y, en oposición a la cercana Ciudad Prohibida, centro del poder del nuevo país ya que articula el espacio de lugares de gran importancia simbólica como el Mausoleo de Mao Zedong o la sede del Salón del Pueblo (Asamblea Nacional).

Otros lugares de interés en la plaza son el Museo Nacional de China, que atesora las mejores colecciones arqueológicas y artísticas del país (y que bien merecen una visita) y la torre de Qianmen o Zhengyangmen, antigua puerta del sistema de murallas de la ciudad que hoy alberga un pequeño museo sobre la historia de la ciudad.

12.00 –  La Ciudad Prohibida: El viajero meticuloso podría pasar varios días sin salir de este impresionante conjunto palaciego de más de 720 mil metros cuadrados y casi mil edificios que, entre otros récords, posee el conjunto de estructuras antiguas de madera más grande del mundo. En total, el complejo suma 99 mil 999 habitaciones, un número que no es casualidad y que tiene que ver con los valores mágicos y de armonía vinculados al nueve (número vinculado a la permanencia). Construida en el siglo XV, la Ciudad Prohibida fue, durante más de 500 años la residencia de los emperadores chinos. Un sistema de murallas y torres, rodeadas por un foso con agua de 52 metros de anchura, guarda la antigua corte de los emperadores. Hoy es uno de los centros patrimoniales más importantes del mundo y suma, a la increíble combinación de arquitectura y paisajismo, gran parte de las colecciones artísticas imperiales. Es uno de los palacios más impresionantes del mundo. Justo después del muro norte se encuentra el Parque de Jingshan, más conocido como La Colina del Carbón. Esta montaña artificial se formó por la acumulación de tierra que se produjo durante la excavación del foso del palacio imperial. Aprovechando la ocasión, se construyó un curioso jardín ‘de montaña’, en el que se pueden ver casas de recreo y pabellones como el Wanchen Ting, un mirador espectacular desde el que pueden verse las mejores vistas sobre la Ciudad Prohibida.

16.00 – Del Parque Beihai a los Hutongs tradicionales: El complejo palaciego de Pekín incluye parques, jardines, avenidas y lagos artificiales que crean una verdadera ciudad en el centro de la ciudad. El Parque Beihai se encuentra justo en frente de la Colina del Carbón y es uno de los mejores jardines tradicionales de toda China. El corazón de este parque gigantesco es el llamado ‘Mar Norte’, un extenso lago artificial en el que se encuentra la Isla de Qiongdao. En este lugar se levanta la Pagoda Blanca, un espectacular templo budista del siglo XVII, y otras construcciones de carácter religioso. Al norte del parque (pasando la Avenida Di’anmen Oeste) se encuentra uno de los conjuntos de Hutongs tradicionales más interesantes de la capital.

Los Hutongs son calles tradicionales de origen medieval en los que sobreviven las casas más antiguas de la ciudad. Dos puntos de obligada visita son la Torre del Tambor y la Torre de La Campana (Dirección: Zhonglowan Hutong, entre las calles Gulou Este y Gulou Oeste; Horario: LD 9.00 – 17.00), construcciones de la época imperial que servían para marcar el paso de las horas. Desde las torres puede verse los Hutongs desde las alturas y, además, en la Torre del Tambor se hacen demostraciones; al llegar hay que preguntar por los horarios.

La calle Wangfujing, uno de los centros del comercio en la capital china. Foto: Wikimedia Commons
La calle Wangfujing, uno de los centros del comercio en la capital china. Foto: Wikimedia Commons

21.00 – Una cena diferente en el Mercado Nocturno de Wangfujin: A apenas 1.6 kilómetros de la Plaza de Tian’anmen la calle Wangfujin es una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad. Durante el día, la actividad se centra en los centros comerciales, las tiendas de tecnología y los sitios donde se pueden encontrar los a veces poco apreciados souvenirs turísticos chinos. Pero al caer la noche, la atención se traslada a algunos de los callejones laterales que se convierten en un gigantesco restaurante al aire libre dónde se puede comer prácticamente de todo. Desde pollo o ternera a brochetas de carne de perro, escorpiones, estrellas de mar y los más diversos insectos. Sólo apto para estómagos fuertes. Aquí suelen cenar los trabajadores de los comercios de los alrededores.

DÍA 2 EL SUR Y EL ESTE DE LA CIUDAD ANTIGUA

8.00 El Templo del Cielo y los Jardines de Longtan.- Este enorme complejo de construcciones religiosas fue, durante la Dinastía Ming, el epicentro religioso del imperio. En el Templo del Cielo se realizaban los rituales destinados a rogar por las buenas cosechas en la que participaba, de manera directa, el emperador y su familia, un dato que se pone de manifiesto en lugares como “La casa del ayuno”, precioso edificio palaciego dónde el emperador guardaba reposo en las vísperas de las grandes celebraciones y que se construyó como una réplica a escala de la Ciudad Prohibida. El Qinian Dan o ‘Templo de las Peticiones’ es el eje de todo el complejo. Alzado sobre un altar circular de nueve niveles (otra vez el nueve) este templo es una de las joyas de la arquitectura de la época Ming. Los jardines, donde es habitual ver verdaderas multitudes practicando Tai-Chi. También en los jardines del Templo del Cielo se encuentra el interesante Museo de Historia Natural de Pekín.

Jardines de Longtan. Foto: Wikimedia Commons
Jardines de Longtan. Foto: Wikimedia Commons

11.00 – De compras por los Mercados de Las Perlas y/o de la Seda: En los últimos años, la capital china se ha convertido en un verdadero paraíso de las compras. El Hongqiao es uno de los mercados más famosos de la ciudad y aunque inicialmente centraba su actividad en la venta de perlas llegadas desde los más diversos puntos del Pacífico, hoy se puede encontrar prácticamente de todo. En la planta baja, por ejemplo, hay muy buenos restaurantes de pescados y mariscos. Las perlas se sitúan en los últimos pisos y, por medio, casi de todo. Por otra parte, La calle de la Seda es otro de los paraísos de las compras de la capital china. Aquí se puede comprar imitaciones de casi todo (está abierto de 9:00 a 21:00). Aunque si no te gusta el regateo un par de horas en este enorme complejo de tiendas puede convertirse en un auténtico infierno.

14.00 – De vuelta al norte para visitar los templos de Confucio y Las Lamas: El primer día pasamos cerca al caminar por los Hutongs. Pero Viajar Ahora recomienda dedicar una tarde a esta parte de la ciudad imperial. Para ahorrar tiempo tomaremos la Línea 1 del metro en Yong’anli hasta la estación de Jianguomen y, desde allí, transbordo a la Línea 2 hasta Yonghegong Lama Temple. Hay que empezar la visita por el Templo de los Lamas, ya que cierra temprano, el templo budista tibetano más grande fuera de las tierras del Tíbet. Se construyó en el siglo XVII como palacio para los príncipes de la dinastía gobernante, pero a finales del XVIII fue donado a una comunidad monástica tibetana. Es una de las estructuras tradicionales de madera más bonitas de la ciudad y, también, uno de los lugares de culto más frecuentados por los budistas chinos. La gigantesca estatua de Buda es impresionante. Muy cerca (apenas dos centenares de metros) se encuentra el Templo de Confucio uno de los más importantes de la ciudad y, con más de 600 años de historia, también de los más antiguos. En el mismo complejo se encuentra el Colegio Imperial, nombre que recibió la famosísima academia que fundó el propio Confucio y que, para nosotros, es más interesante que el propio templo.

No está mal terminar el día callejeando por los Hutongs que se encuentran en esta parte de la ciudad. Uno de ellos tiene un significado especial y está considerado como uno de los lugares más misteriosos de la capital china. Se trata de la Calle de los Fantasmas o ‘Gui Jie’, antiguo mercado de ataúdes que, según la tradición, guarda la presencia de miles de espíritus que aún pululan por los huetongs que dan a esta importante calle. Los farolillos rojos son la seña de identidad más importante de una calle cuajada de puestos para cenar o tomar algo. Si quieres algo más sofisticado para cenar, muy cerca se encuentra el Garden At Lama Temple, uno de los mejores restaurantes de cocina tradicional de la ciudad.

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