Azúcar y grasas los enemigos de la memoria; estudio demuestra que la comida basura causa deterioro cognitivo

18/12/2013 - 12:00 am
Foto: Cuartoscuro
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Ciudad de México, 18 de diciembre(SinEmbargo).- Los efectos de la mala alimentación en el organismo no son un secreto. Sin embargo, los efectos de estos en el cerebro no habían sido lo suficientemente investigados relativamente hasta hace poco. No obstante, los resultados arrojados en los últimos años demuestran que incluso la depresión puede estar asociada a una dieta.

Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de New South Wales agregó otro efecto perjudicial en la comida basura, al encontrar un vínculo entre esta y la pérdida de memoria.

Para la investigación, el equipo colocó ratas alimentadas con una dieta alta en azúcar y grasa y se comparó su desempeño con un grupo de roedores que sólo ingirió alimentos saludables.

Margaret Morris, quien encabeza el proyecto, manifestó que las ratas que estuvieron sometidas a una dieta basura desarrollaron un deterioro de la memoria después de sólo seis días, según publicó Australian Broadcasting Corporation (ABC News).

“La mala alimentación se asoció con un deterioro cognitivo que sucedió muy rápidamente”, dijo Morris, quien añadió que en los seis días que duró la prueba estos animales obtuvieron peores resultados en una tarea de memoria espacial.

“Nos sorprendió lo rápido que fue”, agregó. Sin embargo, los efectos de una dieta mala no sólo se apreciaron en un bajo desempeño.

Los científicos observaron que los animales que fueron alimentados con una dieta pobre mostraron también inflamación en región del hipocampo, la parte del cerebro que está involucrada en la formación y el almacenamiento de la memoria.

Foto: EFE
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“Es un poco temprano para nosotros decir que ambos están causalmente relacionados, pero creemos que el cambio inflamatorio es probablemente muy relevante para el deterioro cognitivo”, dijo Morris, con lo que admitió que aún resta trabajo por hacer en lo referente a este rubro.

“¿Qué pasaría si impedimos la inflamación? ¿Podría esto preservar la función cerebral?. Este es el tipo de preguntas que queremos hacer”, añadió la profesora.

Por otra parte, los problemas de memoria se hicieron evidentes mucho antes de que los animales mostraran ningún síntoma físico, debido a que –obviamente– seis días no son suficientes para producir un efecto significativo en este rubro. Así que que los cambios en la cognición, la pérdida de la memoria, ocurrieron antes de que hubiera cualquier cambio en el peso de los roedores.

No obstante, Morris señaló que es difícil decir cuáles implicaciones de la prueba podrían aplicar para los seres humanos.

“Es difícil, por supuesto, extrapolarlo en humanos. Pero hay datos en voluntarios, alimentados con una dieta basura de sólo cinco días, en los que se produjo una pérdida de la función ejecutiva”, concluyó.

Por su parte, la función ejecutiva se trata del conjunto de habilidades cognitivas que permiten la anticipación y el establecimiento de metas, la formación de planes y programas. Así como el inicio de las actividades y operaciones mentales, la autorregulación de las tareas y la habilidad de llevarlas a cabo eficientemente.

Además, Manny Noakes, experta en nutrición de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO) dijo a ABC News que el estudio motiva a reflexionar sobre el impacto de la comida basura en las personas a medida que envejecen y en torno al nexo entre una buena dieta y mejoras en la memoria.

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