Investigadores cuestionan dónde está el seguimiento de los decálogos realizados por el Presidente desde que era candidato. Para combatir el problema de las drogas hace falta toda una política pública, no un discurso, afirman.
Por Shaila Rosagel y Juan Luis Rodríguez
Ciudad de México, 19 de abril (SinEmbargo).– El decálogo del Presidente Peña Nieto sobre el tema de las drogas, pronunciado ante la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS, por sus siglas en inglés) sobre el Problema Mundial de las Drogas, resulta convincente, pero el problema es que desde su campaña no hay un seguimiento a sus decálogos, expresaron académicos, activistas y diputados de oposición.
Martín Gabriel Barrón Cruz, profesor-investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), expuso que Peña Nieto ha tratado de gobernar con decálogos, ya que desde que era precandidato a la Presidencia de México ha presentado más de 100 objetivos que se refieren a temas fundamentales como el acceso a la justicia, el respeto a los derechos humanos, a combatir el hambre y la corrupción.
“¿Qué pasó con los otros decálogos? En el tema de seguridad, en 2014, presentó un decálogo, pero no se ha cumplido y eso muestra su falta de visión sobre los problemas. En un tema tan difícil como el consumo de drogas, no se resuelve el problema con un decálogo, en realidad no hay análisis y tampoco coherencia ni siquiera dentro de las mismas propuestas”, explicó.
“El tema es que tenga dos aspectos: una política hacia afuera y hacia adentro. Es muy coherente el discurso, aliarse con otros países para hacer que Estados Unidos modifique buena parte de su política, pero en segundo lugar hay que ver que se tomen medidas en el país, una modificación de leyes, generar políticas públicas que vayan en coherencia con lo que está diciendo”, dijo por su parte Édgar Cortez Morales, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).
“El décalogo es una característica de él, cada vez que viene una crisis. Es raro que se traduzcan en políticas públicas eficientes. El país en términos de combate a las drogas ha fracasado. Este discurso es para tratar de justificar la visión que tiene del Estado en el tema de las drogas. Evidentemente, académicos y activistas no han sido escuchados. Y tampoco escuchaos que haya una admisión de culpa de los errores en la lucha contr alas drogas. El Presidente presenta un decálogo, pero es prácticamente lo mismo. No hay un cambio profundo en el combate a las drogas del país. El Gobierno no tiene una visión de fortalecer a los policías civiles, ni hay un plan para sacar de las calles al Ejército en un corto plazo”, dijo el Diputado de Movimiento Ciudadano (MC), Víctor Sánchez Orozco.
Ante el pleno de las Naciones Unidad, Peña Nieto propuso 10 puntos sobre la actual política contra las drogas. Expresó que ante “las limitaciones del paradigma prohibicionista, se debe atender el tema desde la perspectiva de Derechos Humanos”.
El Presidente mexicano pidió que la política de drogas en el mundo se base en evidencia y se privilegie integralmente la prevención, la salud pública y los derechos humanos, un tema cuestionado a lo largo de su mandato, pero sobre todo en los últimos días a raíz de la publicación de un video que exhibió a las fuerzas federales torturando a una mujer, actualmente presa en un penal de Nayarit.
“Ante las limitaciones del paradigma prohibicionista, se debe atender el tema desde la perspectiva de Derechos Humanos”, dijo Peña Nieto.
Enrique Peña Nieto defendió en las Naciones Unidas un “nuevo enfoque” en las políticas internacionales sobre drogas, dejando atrás el prohibicionismo y poniendo los derechos humanos y la salud en el centro.
“Transitemos de la mera prohibición a una efectiva prevención y una eficaz regulación. Miles de vidas dependen de ello”, dijo Peña Nieto en su intervención ante la cumbre sobre drogas que desde hoy celebra la ONU.
El Presidente mexicano aseguró que en el mundo “se vislumbra un nuevo enfoque que combata decididamente a los criminales, pero que, en lugar de criminalizar a los consumidores, les dé oportunidades y alternativas”.
Para el Diputado Waldo Fernández, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Presidente considera que en una cuestión de forma es más contundente un decálogo. Él considera que el decálogo es mucho más elaborado. Finalmente, cuántos discursos no da en un mes. “Ahora habrá que ver quién aterriza todas las acciones concretas que propone. Más allá de cualquier decálogo son los resultados lo que importa. Yo creo que es inhumano seguir en esta discusión y aún no aprobar el uso medicinal de la mariguana. Ojalá que nunca de las personas que estamos en estas disyuntivas no nos pase tener un pariente enfermo y no poder usar esta solución”.
LAS DROGAS ES MÁS QUE UN DECÁLOGO
Para el representante del IMDHD “el consumo de drogas debe atenderse como un problema de salud pública y no con instrumentos penales que criminalizan a los consumidores y dañan su personalidad”.
Consideró que más que un decálogo, en el tema de las drogas se necesitan políticas como inversión en salud pública, para que haya recursos y condiciones para tratar a los usuarios en el tema de atención médica necesaria para combatir las adicciones, indicó.
“Se debería modificar las leyes en el tema de narcomenudeo para amoldar la cantidad que se puede portar. Finamente no hay políticas públicas que se requieren para estas medidas que se anuncian, por eso las cosas quedan en un anuncio”, señaló.
Barrón Cruz agregó que sólo en el punto en donde Peña Nieto pide considerar el problema de las drogas como un problema de salud pública, desde hace años en Estados Unidos y en México así se considera.
“En México, si lo vas a ver como un problema de salud pública dime donde están la clínicas si soy adicto, en qué clínica me voy atender, que se me permita un proceso de desintoxicación, en cuánto tiempo, cuánto va a costar. No hay una Corte de las Drogas”, dijo.
Para el Diputado del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Vidal Llerenas Morales, ha habido un cambio de discurso tan ambiguo que Peña Nieto no iba a ir previamente a la Ungass. “El problema no sólo es el discurso sino que la política de drogas no tenga coherencia con el discurso. Hay una grave crisis con el narco, no hay prevención adecuada, hay crisis de derechos humanos. El discurso deja entrever que algo va proponer sobre la mariguana medicinal, que ojalá no se limité nada más a la importación de cannabis, sino que también se permita la producción nacional”.
Afirmó que este jueves, incluso, se espera que se anuncie un aumento en el gramaje permitido de mariguana.
