Dios maya marca la llegada del otoño

19/09/2014 - 11:49 am

Oxkintoc, Yuc., 19 Sep. (Notimex).- El majestuoso dios solar de los mayas Kin ascendió hoy sobre este sitio ceremonial, para anunciar la llegada del otoño y a su vez, marcar el inicio de la temporada de siembra en esta región de México.

Cercano a las 6:50 horas, Kin inició su ascenso por el costado oriente de este sitio arqueológico, ubicado en la zona Puuc, a fin de iluminar el arco ubicado en el complejo arquitectónico denominado Ak Canul.

Por espacio de 40 minutos el dios Sol fue asomándose en medio de un arco maya –que divide dos habitaciones de este complejo arquitectónico- para dejar pasar la luz que avanza por en medio de la plaza central del complejo.

Esta luz avanza primero hacia un altar y luego hacia un temazcal con una pequeña abertura y cuyo reflejo de la luz con un recorrido de 60 metros marca el momento exacto en el que el otoño ha llegado a esta región del estado.

El complejo maya esta conformado por un cuadrángulo con edificios palaciegos en los costados norte, oriente y poniente, mientras que al sur sólo se ubican basamentos.

Sin embargo al oriente franco donde dos veces por año durante los equinoccios de primavera en marzo y de otoño en septiembre se deja apreciar con un trazo lineal exacto.

El arqueólogo y director de la ruta Puuc, José Huchim Herrera, destacó que este fenómeno arqueastronómico fue concebido como tal en 1990 por el arqueólogo Ricardo Velásquez Valadez, encargado de restaurar gran parte del sitio maya.

Este sitio pertenece al periodo clásico tardío del 700 al mil

D.C. aunque también se han encontrado algunas edificaciones propias del Petén, correspondientes del 200 al 700 D. C.

Huchim Herrera destacó que este fenómeno, cuyas bases de investigación fueron propuestas por el fallecido arqueólogo Víctor Segovia Pinto, permite apreciar también la proyección de todo el arco hacia la terraza central con exactitud geométrica.

Aunque, agregó, poco a poco se diluye de la vista de los presentes conforme asciende el Sol, mientras que la línea de luz desciende hasta llegar a la puerta de entrada del arco maya.

Este fenómeno, abundó, lo tenemos que apreciar como un marcador solar que a su vez funge como un calendario de los ciclos agrícolas, es decir indicaban el momento propicio para las quemas, la siembre y la cosecha.

El especialista abundó que este es uno de los fenómenos arqueastronómicos porque luz y sombra son menos conocidos, sin embargo recordó que en este periodo en sitios emblemáticos como Chichón Itzá, Dzibilchaltún o Mayapan los fenómenos de luz y sombra también son visibles y representativos, lo que indica que la arquitectura maya tenía un fin de marcadores arqueastronómicos.

La alineación solar, consideró, que durante ese fenómeno en la época maya precolombina pudo presentar rituales una de las justificaciones del altar en la parte central del complejo arquitectonico Ak Canul, ya que los mayas reverenciaban de manera particular al Dios Sol y era una de las deidades asociadas con los ritos de purificación.

Por último insistió en que los juegos de luz y sombra no son exclusivos de los sitios mayas emblemáticos como Chichón Itzá Dzibilchaltún o Uxmal, sin embargo dada las características arquitectónicas y de ubicación de las zonas arqueológicas, la representación de los fenómenos de luz y sombra tienen características propias.

Esto implica, dijo, que aún se requiere de mayor trabajo de investigación para descubrir cuales son estos fenómenos.

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