Comerciales, videos musicales, películas, cortos, animaciones stop motion, repetición, coreografía, nostalgia, recuerdos imborrables, bullet time, fantasías oníricas, grandes manos y cabezas de teléfono son sólo algunos de los elementos que podemos encontrar en el trabajo del francés Michel Gondry, una de las mentes creativas de la generación de directores que buscan rescatar la estética en el cine.

Nacido en Versalles, Francia, el 8 de mayo de 1963, Michel Gondry proviene de una familia de creativos: su padre era músico y su abuelo materno el inventor del “clavioline”, uno de los ancestros de los sintetizadores modernos, (éste se puede oír en la canción “Baby, You’re a rich man” de The Beatles).

Su infancia lo dejó marcado y es clara la influencia de ésta en su trabajo, desde el tiempo que prácticamente vivió en un centro comercial de su vecindario porque su madre trabajaba ahí, o el recorrido de la escuela a su casa que caminó diariamente a lo largo de nueve años, como cuenta en el librillo de su DVD: “The Work of Director Michel Gondry”

Michel estudió en la Escuela de Arte de París, donde conoció a Etienne Charry, quien tenía una banda llamada Oui Oui, de la que Gondry se convertiría en baterista posteriormente. Este personaje junto con sus extrañas composiciones fue el impulso para que, el ahora famoso, realizador francés comenzara a trabajar en su actual labor, pues sus primeros videos fueron para su propio grupo musical.

ERA MTV

Tras ver su trabajo en 1993 la cantante islandesa Björk lo contactó para que dirigiera el video de su canción “Human Behaviour” , ella y el director hicieron una conexión inmediata debido a que tuvieron infancias parecidas, ambas con libertad de expresarse creativamente y esto fue justamente lo que hicieron en su primer encuentro. Björk llevaba al menos el 60% de las ideas en su mente y las expresaba con lenguaje abstracto, un idioma que ya en esos días Gondry comprendía con facilidad.

Al finalizar la grabación, la retroalimentación fue imposible pues la intérprete salió de gira dejando al director con la duda de si el resultado había sido de su agrado, la incertidumbre se terminó cuando la actriz de Dancer in the dark volvió a hacer mancuerna con el francés por ocho videos más, entre ellos el de “Jóga”, “Isobel” y “Army of Me”

Por la proyección que una cantante de talla internacional le dio, el currículum de Michel se fue haciendo cada vez más grande e ideó videos que se convirtieron no sólo en su sello personal si no en el de cada artista que puso sus creaciones musicales en sus manos.

El dúo The White Stripes es uno de sus clientes asiduos para quienes hizo su propia versión en bloques Lego en “Fell in Love With a Girl”, y cuya batería y amplificador multiplicó a lo largo de la ciudad en “The Hardest Button to Button“.

En ambos videos, así como en “Dead Leaves and the Dirty Ground” -y en general en el trabajo de Gondry- la mayoría de los efectos especiales se realizan al momento de ser grabados, no en la post producción.

En 1997 trabajó por única ocasión -hasta el momento- con Daft Punk para quienes realizó el icónico videoclip de “Around the World“, cuya coreografía está basada en una estructura musical compleja en la que cada grupo de personajes suponen ser un instrumento musical, es decir, los atletas con cabezas pequeñas interpretan el ritmo del bajo, los esqueletos de la parte de enfrente son el sonido de la guitarra, el sintetizador está representado por las cuatro chicas que suben y bajan escaleras, las momias al centro dan el sonido de la batería mientras que los robots ponen voz a la melodía.

Al respecto de este video, Michel Gondry escribe en el booklet de su recopilación, que se encontraba muy molesto cuando se reunió con los artistas pues no tenía idea de qué plasmar en el video. “En la conversación mencionaron la palabra ‘baile’. Nunca había hecho un video con un número bailable porque la mayoría de las veces lo odio. Es siempre acerca de energía y sexo, y la coreografía está cortada para mejorar el ritmo de la edición. Todo lo que odio”, dice.

Al final, lo hizo a su manera y resultó.

Algo parecido hay en “Star Guitar” de The Chemical Brothers, que a simple vista parece una simple cámara en un tren en movimiento, sin embargo, cada elemento del paisaje representa un sonido dentro de la melodía.

Gondry también es el culpable de que cuatro Kylie Minogue se paseen por la pantalla en “Come Into my World” y de que Thom Yorke presencie una intervención quirúrgica en un tablero de Operando en “Knives Out”.

Beck, los Rolling Stones, Foo Fighters, Massive Atack, Paul McCartney y Lenny Kravitz son otros artistas con quienes ha colaborado.

DIRECTOR DE CULTO
Y EL TROPEZÓN HOLLYWOODENSE

Tras obtener éxito en el mundo musical, Michel se aventuró a hacer cine y le entró a los largometrajes en 2001 (pues hacía cortos desde la mitad de los años 80)  con Human Nature, que contó con el guión del neoyorquino Charlie Kaufman, sin embargo no obtuvo reconocimiento ni de parte del público ni de la crítica.

Caso contrario sucedió con Eternal sunshine of the spotless mind (2004), filme protagonizado por Jim Carrey y Kate Winslet que el CEO de Focus Films, James Schamuscon, llama “hecha a mano” debido a los múltiples efectos visuales logrados frente a la cámara y no en la postproducción.

Así, Gondry nos presentó una historia de amor y sufrimiento que a pesar de tener saltos de tiempo y espacio confusos logró generar la empatía e identificación del público, haciéndolos reflexionar sobre si lo mejor después de una decepción amorosa es olvidar por completo a la persona que la causó o si es el destino el que decidirá su porvenir. Este filme le valió a Michel y a Kaufman un premio Oscar por mejor guión original.

Ya en el año 2006, el director presentó su primera obra escrita totalmente por él, ésta fue protagonizada por el actor mexicano Gael García y por la francesa Charlotte Gainsbourg y se llama “la Ciencia del Sueño” (La science des rêves). La película cuenta la historia de Stéphane, un chico recién llegado a Francia que padece un extraño trastorno por el cual confunde sus sueños con la realidad, provocándole situaciones raras y bochornosas que encuentran un equilibrio cuando conoce a Stephanie su vecina, adentrándonos una vez más en una bizarra historia donde el amor y la fantasía están presentes.

A la mano del estreno de la película, el director montó una instalación en una galería de arte en Nueva York con algunas de las escenografías y utilería del filme.

Dos años después, el francés colaboró con los directores Leos Carax y Bong Joon-Ho para crear Tokyo, una producción –dividida en tres- donde cada uno de ellos creó una historia desarrollada en la capital japonesa.

En el mismo 2008 se estrenó Be Kind Rewind, con Jack Black y Mos Def, la historia gira alrededor de un par de amigos que en su afán de no dejar morir una vieja tienda para rentar películas, recrean clásicos cinematográficos a su manera y con muy bajo presupuesto o “sweded”, como le llaman en la cinta a ese estilo.

De esta premisa el director lanzó el libro You’ll Like This Film Because You’re In It. The Be Kind, Rewind Protocol, como una guía inspiracional para los cineastas independientes, además de hacer una exposición interactiva e itinerante llamada “The Home Movie Factory” en donde los asistentes podían crear su propia película con el maquillaje, vestuarios y escenografías ahí dispuestos.

El año siguiente Gondry lanzó el que parece ser un capricho personal llamado La espina en el corazón (L’épine dans le coeur) una suerte de documental donde se muestra la vida cotidiana de su tía Suzette.

Su película comercial más reciente  es la nueva versión de The Green Hornet (2011) que no fue bien recibida ni por la crítica ni por el público, tal vez por no cumplir por las altas expectativas que genera el director. Como él mismo lo dijo una vez “en ocasiones es mejor tener menos dinero y más libertad”.

El siguiente proyecto que tampoco tuvo relevancia comercial pero implicó una vuelta a sus orígenes independientes con una historia sencilla en producción pero compleja en trama. The We and the I retrata el regreso a casa de un grupo de jóvenes preparatorianos recién graduados cuya despedida se da en un autobús en el que viajarán por última vez.

Además, planea lanzar un documental/entrevista con el lingüista Noam Chomsky, cuyo trailer presentó a principios de este 2013.

A sus 50 años, Michel busca retomar las historias y estilo que lo hicieron un director de culto con Mood Indigo, que se espera se estrene en la última semana de noviembre. El filme, protagonizado por Audrey Tautou y Romain Duris, está basado en la novela L’Écume des jours de Boris Vian y retrata la vida de la que parece ser la pareja perfecta hasta que una extraña enfermedad en la esposa complica las cosas.

Al menos por lo que se ve en el trailer, podría esperarse un filme con estilo 100% Gondry.

 ESTÉTICA VISUAL O
HISTORIAS QUE CONTAR

Si miramos en retrospectiva, a sus inicios, el cine se basaba en pura imagen, prácticamente carecía de argumentos y las historias que contaba eran más bien, burdas.  Con el tiempo y la modernización de la técnica del celuloide las tramas y recursos visuales se hicieron más sofisticados y complejos, basta ver historias épicas como Ben Hur, dirigida por William Wyler que significó para el séptimo arte un verdadero hito pues al ser considerado el primer blockbuster, trasformó esta disciplina en una verdadera industria al contar con grandes presupuestos y mayores recaudaciones.

Dentro de toda esta historia, a mediados de los años noventa, surgió un grupo de directores y guionistas, que pese a ser de distintos orígenes encontraron un punto de reunión en la industria del videoclip y de la publicidad (Gondry colaboró con Smirnoff, Levi’s, HP, entre otros).

-Comercial “Drugstore” de Levi’s, dirigido por Gondry

A esta generación, algunas veces llamada MTV y otras “Y” – en contraposición a la “generación X” -, pertenece Michel Gondry, quien junto con Anton Corbijn, David Fincher, Mark Romanek, Spike Jonze y Chris Cunningham (con estos últimos fundó la compañía Directors label), entre algunos otros, se distinguen por la creatividad al momento de plasmar en imagen lo que está en su cabeza.

Este grupo de realizadores tienen en común que comenzaron llevando la batuta de videos musicales de artistas sobre todo pop, al mismo tiempo (o posteriormente) plasmaron su trabajo en comerciales de reconocidas marcas, para culminar su labor creadora en corto y largometrajes.

Algunas de las características que estos autores tienen en común son:

• Dar más peso a la imagen que al argumento.
• Crear universos muy estéticos y muchas veces irreales.
• Utilizar técnicas innovadoras pero a la vez al margen de los efectos especiales obvio, es decir, sí se apoyan en la computadora y nuevas tecnologías, pero en general prefieren hacerlo a la vieja usanza, con maquillajes y escenografías.
• Recurren al stop motion, a los efectos de luz, a las criaturas y situaciones inverosímiles, a proyectores y trucos de cámara, entre otras cosas.

Algunos detractores de esta corriente y fieles seguidores de películas que más parecen obras teatrales por su profundidad en los parlamentos, aseguran que este cine está incompleto, porque se exagera en la estética y se dejan baches imposibles de llenar en la historia. Esta concepción no es del todo cierta, pero tampoco completamente falsa, pues este tipo de huecos se han podido ver, algunas veces, en los largos de Gondry.

Sin embargo su trabajo es reconocido y poco a poco va encontrando el equilibrio buscado, además de que la labor, tanto de Michel como del resto, ha puesto al video musical fuera del paradigma publicitario que significaba, pues obtiene de él el valor artístico y estatus que acompañar la música significa.

-Su más reciente comercial

En el ámbito del cine, estos directores han llegado a considerarse de culto, pues pese a ser cada vez más reconocidos y adentrarse en el main stream siguen conservando la esencia de los inicios, esa que los puso en la mira en primera instancia, y que hace que todo aquello que produzcan sea sinónimo de creatividad y originalidad.

En el caso específico de Gondry, terminar de ver cada trabajo suyo será como despertar de un sueño en el que realidades paralelas se presentan ante tus ojos de una manera tan verosímil que terminas convenciéndote de que es así, en fin, el soñador, el niño que juega con lego se transforma en nuestro guía al mundo que él mismo creó.