Trasgu es el perro de Josín Lazcano, un hombre residente de Mieres, Asturias, que llegó hace un par de años para buscar hogar. Sin embargo, Josín es un enfermo terminal y no quería irse sin encontrar un lugar para su mascota.
Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo/ASMéxico).- Todo aquel que tenga un perro sabe el tremendo cariño que se les tiene a estos animales. Dicen que son el mejor amigo del hombre y sobran testimonios que apoyen esta teoría… El último de ellos nos llega de Asturias, en una conmovedora historia en la que resulta difícil no emocionarse.
Es la historia de Josín Lazcano, un hombre de 49 años natural de Cangas de Narcea residente en Mieres. Desde hace tres años, su perro Trasgu es su mejor amigo. Sin embargo, se ha visto obligado a separarse de él en contra de su voluntad por una razón de peso a la que no puede hacer frente. Y es que, lamentablemente, hace cinco meses Josín ha sido diagnosticado de una enfermedad terminal…
Josín es un artista conceptual al que Trasgu le ha acompañado en los buenos y en los malos momentos. Se vio obligado a vivir en la calle, ningún hogar acorde a su bolsillo aceptaba mascotas, y cuando lo encontró le dieron la brutal noticia.
La semana pasada decidió dejar los tratamientos y abandonarse a su suerte. Por ello, el pasado domingo lanzó un llamamiento en ‘La Nueva España’ para darle un hogar al que ha sido su inseparable amigo.
“Me muero y necesito una familia para mi mejor amigo, mi perro ‘Trasgu’, antes de que todo termine”, dictaba el mismo.
La respuesta fue multitudinaria y Josín eligió entre los muchos pretendientes a Antonia Morales, una vecina de Lugo de Llanera a la que la historia le conmovió y decidió visitarle. Josín encontró que tenía muy buena conexión con su perro y por ello se decantó con ella, con un par de condiciones eso sí: que no le castre, porque es tan mujeriego como él, y que no le adorne con ninguna prenda.
Así, y tras dormir juntos en la cama en su última noche, Josín y Trasgu dieron su último paseo hasta el lugar donde había quedado con la que a partir de ahora será su dueña.
Un momento sin duda muy duro para Josín, pero su historia es sin duda un ejemplo y su mensaje final extraordinario por su fuerza y optimismo. “Soy cristiano y confió en que mis últimas voluntades se cumplan y que el perro sea feliz. Mientras el perro sea feliz, Josín dónde esté va a ser feliz”.
