La Arquidiócesis de México criticó que ante la tragedia, ni el mismo Presidente Peña Nieto ni los legisladores, ministros y secretarios de federales hayan sido capaces de “pasar tijera en sus bolsillos” y, al contrario, las bondades del “sistema ‘demócrata y republicano'” terminaron por compensarlos “pese a sus errores e ineficacias que comprometen el futuro de millones de personas”.
Ciudad de México, 19 de noviembre (SinEmbargo).- El presupuesto destinado para la reconstrucción de los estados afectados por los sismos de septiembre no sólo es insuficiente, sino injusto, pues los funcionarios– aunque no trabajan un año completo– perciben excesivas compensaciones y sueldos, criticó este día la Arquidiócesis de México.
En su editorial dominical Desde la Fe, la Iglesia católica destacó que el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2018– recientemente aprobado– asciende a los 5 billones 279 mil 667 millones de pesos, de los cuales, sólo 2 mil 500 millones de pesos serán destinados para atender a los damnificados de la catástrofe, adicionales a los 18 mil millones de pesos para el Fondo de Desastres Naturales.
El Presidente Enrique Peña Nieto estimó que la reconstrucción por los tres sismos que en septiembre pasado sacudieron el centro y sur de México, tendrá un costo de más de 38 mil millones de pesos. Sin embargo, los damnificados habían solicitado al Congreso un fondo de 50 mil millones de pesos sólo para la Ciudad de México. Lo aprobado recientemente no se acerca a ninguna de estas dos cifras.
“Sin duda, el problema de la reconstrucción demanda más recursos de los que fueron asignados, pues deben usarse en todo el territorio nacional. El problema se agrava cuando, a pesar de las demandas de recortes a ramos inútiles, se percibe un incremento en las compensaciones y sueldos de altos mandos de la burocracia, rayando simplemente en la obscenidad económica más indignante”, criticó la Arquidiócesis.
Asimismo, recordó que la aprobación del Presupuesto estuvo bajo la lupa de la sociedad civil que exigió criterios de austeridad en ramos específicos para destinar más recursos a la reconstrucción.
No conforme, refirió, a casi un año de que concluya el Gobierno del Presidente Peña y la actual legislatura “los representantes populares decidieron subir sus salarios, pese a las circunstancias de pobreza, marginación y urgente reconstrucción que imperan en el país”.
“Sin trabajar un año completo, en el 2018, el Presidente de la República tendrá una remuneración total neta de 3 millones 115 mil 531 pesos, contra los 3 millones 002 mil 971 pesos de 2017, con una percepción ordinaria de 207 mil 591 pesos, según el decreto. El Gabinete no se queda atrás, pues cada Secretario de Estado tuvo un aumento de 4 mil 500 pesos en sus remuneraciones anuales, sin contar las notables prestaciones como la prima vacacional, aguinaldo o estímulos por cumplimiento de metas, que suman 1 millón 200 mil pesos”.
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La Iglesia católica criticó que ni el mismo Presidente del país ni los legisladores, ministros y secretarios de federales hayan sido capaces de “pasar tijera en sus bolsillos” y, al contrario, las bondades del “sistema ‘demócrata y republicano’ terminarán por compensarlos pese a sus errores e ineficacias que comprometen el futuro de millones de personas, las cuales, jamás verán tal cantidad de dinero en sus casas o bolsillos”.
Señaló que, al tener control del Presupuesto, los diputados se despacharon con “la cuchara grande” al hacer un recorte de sólo 24 mil 153 pesos a su salario anual, pasando de un millón 460 mil 550 pesos en 2017, a un millón 436 mil 397 en 2018. Sin embargo, dijo, sus prestaciones no tuvieron decremento alguno, incluso, subieron. Tal es el caso del seguro de gastos médicos mayores, de 110 mil pesos. Además, para la reconstrucción del Palacio de San Lázaro los legisladores ampliaron un presupuesto de 200 millones de pesos.
Por su parte, los senadores tendrán una remuneración en 2018 de un millón 973 mil 763 pesos, cuando en 2017 fue de un millón 884 mil 312 pesos, es decir, se aumentaron casi 89 mil 500 pesos.
Para mayor ofensa al pueblo de México, expresó la Arquidiócesis, los funcionarios del lujo se encargan de otras instancias, como los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), quienes, en 2018 (año electoral), gozarán de una remuneración mensual de 249 mil 757 pesos, sin contar las exorbitantes prestaciones. “Y los que parecen intocables son los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con salario base de 651 mil 241 pesos mensuales”.
“El funcionamiento de una democracia no puede tolerar estos despilfarros a funcionarios con escasos y cuestionables resultados, mientras un trabajador se le esquilma y regatea un miserable salario de 80.04 pesos al día. En tres sexenios, del año 2000 al año 2017, el salario mínimo sólo aumentó unos 42.14 pesos, mientras que 62 millones de personas viven bajo la línea del bienestar”, recordó.
La Iglesia concluyó que estos salarios son el reflejo de las notables desigualdades que guardan, poco a poco, el malestar social que no encuentra un punto de escape, confirmando lo que cada fin de sexenio aparece cuando “las cosas están a punto de acabar”.
