Acusaciones de corrupción e ineficiencia siguen a Graco, mientras Morelos se hunde en la inseguridad

20/01/2014 - 12:05 am

El Gobernador Graco Ramírez se ha mantenido en la mira pública en los últimos meses básicamente por dos razones: una, su cercanía con el gobierno priista de Enrique Peña Nieto; otra, la inseguridad que vive el Estado de Morelos: los líderes sociales lo acusan de incumplir sus promesas mientras las cifras oficiales indican que sólo el secuestro aumentó 80 por ciento el año pasado y colocó a la entidad a la cabeza de la lista de las más inseguras. La polémica ha perseguido a Ramírez Garrido desde hace años. Y gran parte de los señalamientos que se le hacen tienen que ver con corrupción…

Graco Ramírez, Gobernador del estado de Morelos. Foto: Cuartoscuro
Graco Ramírez, Gobernador del estado de Morelos. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México 20 de enero (SinEmbargo).– Era un lunes 11 de marzo en Xochitepec, Morelos. El Gobernador Graco Ramírez Garrido se reunía con un grupo de mujeres encabezadas por Rosario Robles Berlanga, Secretaria de Desarrollo Social del gobierno federal, para otorgarles los apoyos económicos del programa “Empresas de la Mujer Morelense”.

Graco se deshacía en halagos para Rosario y habría en su discurso con un saludo especial para ella: “Rosario Robles, querida y entrañable amiga de muchas batallas, y ahora juntos compartiendo; yo como Gobernador, y ella, indiscutiblemente como una gran Secretaria de Desarrollo Social, una mujer empoderada igual que ustedes”.

En esa ocasión, el perredista contó orgulloso una anécdota que tuvo con el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, donde intercambiaron puntos de vista sobre Rosario Robles y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

“Me dijo: ‘Voy a pedirle a Rosario Robles que vaya en mi representación’. Me preguntó: ‘Y, ¿cómo te llevas con Rosario Robles?’ Le dije: ‘Presidente, antes, durante y ahora, me llevo muy bien con Rosario Robles’”.

El Gobernador de Morelos prosiguió con su anécdota con Peña Nieto: “Dice: ‘Porque ya no está en el PRD y muchos no la quieren’, y le digo: ‘no, yo no tengo querencias por partido. Yo valoro a la gente por lo que es y por eso quiero a Rosario Robles’. El Presidente me dijo: ‘Pues voy a pedirle que vaya en mi lugar’, y le dije: ‘Mejor imposible, este es un acto de mujeres y queremos a Rosario porque es una mujer que ha salido adelante’”.

Sobre este pasaje existe una versión estenográfica publicada en el portal del Gobierno del Estado de Morelos.

Sobre la cercanía de Graco con Rosario Robles y las relaciones del PRD con el empresario Carlos Ahumada Kurtz, existe un libro donde el Gobernador tiene un apartado especial: “Derecho de Réplica”.

“Graco era un dolor de muelas. Cuando lo conocí andaba de perro faldero de Rosario”, dice Ahumada en su libro.

“Fue a Michoacán a apoyar a Lázaro [Cárdenas Batel], estaba en la campaña; estaba con Rosario y no se me despegaba, se subía a los coches en los que viajábamos Rosario y yo, en todo momento se hacía presente sin invitación. Recuerdo una ocasión en que ya estaba subido en el helicóptero donde nos íbamos a regresar a la ciudad de México Rosario y yo. Ella al verlo muy instalado le dijo de una manera brusca: ‘¿Qué haces aquí?’ Él le respondió: ‘Es que quiero ir … ’ Rosario le contestó: ‘No te puedes ir porque solamente cabemos tres en el helicóptero’, y en ese momento bajó a Graco, le pidió a Carlos Imaz que nos acompañara y nos regresamos los tres al DF”.

El empresario asegura en su relato que Graco Ramírez le pidió dinero en varias ocasiones, a las cuales él contestó hasta que se hartó de prestarle montos que nunca regresarían a sus manos.

Ahumada habla de llamadas constantes y promesas que el político le hacía en torno de Ana Lilia Cepeda, quien fue la responsable del Centro Histórico del Distrito Federal durante la administración de Andrés Manuel López Obrador y hermana de su esposa, Elena Cepeda.

“Recuerdo también que Graco iba a mi oficina, me hablaba por teléfono un sinfín de veces y me prometía que Ana Lilia Cepeda, responsable del Centro Histórico, me podía dar obras, me podía ayudar. Se me plantaba horas en la oficina, me invitaba a comer; no quería ir con él, la verdad es que ni tenía tiempo, ni me caía bien como para ir a comer. Le pedía a Luis Molina, en aquel entonces mi secretario particular, que se fuera a un restaurante con él. Era una molestia constante”.

Rosario Robles platica con Graco Ramírez en enero de 2003. Foto: Cuartoscuro
Rosario Robles platica con Graco Ramírez en enero de 2003. Foto: Cuartoscuro

Carlos Ahumada dice que el dinero que le prestó a Graco, nunca regresó. En total fueron entre 400 y 500 mil pesos:

“Adicionalmente, dos o tres veces me pidió dinero: que ‘préstame 10 mil pesos’, que ‘préstame 30 mil pesos’, y la última vez, para poner freno a esa situación, porque sabía que no me lo pensaba pagar nunca y no quería que me siguiera pidiendo prestado, le hice firmar un recibo y le dije: ‘¿Cuándo me lo vas a pagar?’, para que se sintiera comprometido y ya no me pidiera más. Más adelante le exigí que me devolviera los últimos 50 mil pesos y me mandó parte del dinero a mi oficina. Pero de todo lo demás que le había dado no me pagó jamás”.

En 17 de mayo de 2004, Graco Ramírez ofreció una conferencia de prensa y aceptó que le pidió 50 mil pesos prestados a Carlos Ahumada, después de que el empresario enviara una carta a periódico Reforma acusando al hoy Gobernador de pedirle dinero para “su campaña de Morelos”.

De acuerdo con Proceso, Graco presentó un recibo pagado el 26 de noviembre de 2003 por un préstamo personal acordado en enero de 2002.

Graco Ramírez se defendió y dijo que Ahumada le pidió cubrir 500 mil pesos por pago de intereses a lo que él se negó y calificó como un “charlatán” y “chantajista”.

“No tengo nada que esconder. Tengo la evidencia del recibo y la evidencia de que nunca más tuvo tratos conmigo. No recibí bolsas ni portafolios de dinero, es un préstamo que así se reconoce en el recibo de que yo le pago”, dijo Ramírez, según una cita de Proceso de aquel año.

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El Gobernador Graco Ramírez también apareció en un caso que le dio la vuelta al mundo: El Walmart. Foto: Cuartoscuro

Carlos Ahumada no es el único empresario señalado por darle dinero a Graco Ramírez. El Gobernador del Estado de Morelos está envuelto en una historia de corrupción que le dio la vuelta al mundo: el caso Walmart destapado por el diario estadounidense The New York Times, reportaje que recibió el premio Pulitzer en la categoría periodismo de investigación.

El reportaje publicado en diciembre de 2012 da cuenta de la corrupción entre funcionarios de la cadena y personajes públicos en México. Uno de los casos es el de Teotihuacán, donde se pagaron 221 mil dólares para abrir cinco tiendas.

Después de destapada la historia, en enero de 2013, legisladores estadounidenses revelaron algunos correos electrónicos probatorios de que Mike Duke, presidente ejecutivo de Walmart Stores Inc., estaba informado desde 2005 sobre la corrupción en México.

En esos correos se señala al ahora Gobernador de Morelos y a Sergio Raúl Arroyo García, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como los funcionarios que recibieron sobornos para que Walmart construyera sin problemas y en corto plazo sus tiendas.

El abogado Juan Francisco Torres Landa, encargado de la investigación interna de la compañía en México, dijo en uno de esos correos que según Sergio Cícero Zapata, ex abogado de Bienes Raíces de Walmart, Ramírez fue quien negoció con los directivos de la empresa.

“El contacto principal para negociar tal contribución por parte del gobierno fue el señor Graco Ramírez,congresista del PRD”, dice el documento preparado por Torres Landa para Maritza Munich, consejera legal internacional de Walmart.

Por supuesto Graco no se quedó de brazos cruzados e inmediatamente negó la versión del documento de Torres Landa y emprendió una demanda en contra de sus denunciantes.

“Jamás he tenido contacto alguno con el señor Sergio Cícero Zapata, con el abogado Juan Francisco Torres Landa, personas a quienes no conozco ni tampoco con ningún funcionario que esté involucrado con la empresa Walmart, y mucho menos en esa época haya sido diputado del PRD, ni tampoco funcionario público”, dijo Graco.

El Gobernador de Morelos acusó a Cícero Zapata de afectarlo en su vida pública y solicitó una disculpa pública y una indemnización por el daño moral que le causó con sus declaraciones.

En julio del año pasado, Cícero Zapata desconoció los correos electrónicos ante un notario público.

“A inicio del presente año, fueron difundidas varias notas periodísticas, radiofónicas, televisivas y electrónicas en las que medios de comunicación –nacionales y extranjeros- afirman que el Señor Don Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, incurrió en actos de corrupción. Toda nota mediática, a propósito de este asunto, tiene como fuente unos supuestos correos electrónicos, que al carecer de firma electrónica, no pueden ser imputados a ninguna persona”, se lee en el documento fechado el 3 de julio de 2013.

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Apenas el 15 de enero, ciudadanos de Morelos protestaron en la capital del estado. Foto: Cuartoscuro
Apenas el 15 de enero, ciudadanos de Morelos protestaron en la capital del estado. Foto: Cuartoscuro

“Graco Ramírez es el mayor representante de la izquierda subordinada al gobierno. Llega al poder gracias a Calderón [ex Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa]. Ha sido el arquitecto de la alianza del PRD con el PAN [Partido Acción Nacional], el gran estratega de estas alianzas es Graco Ramírez, él es el jefe de ‘Los Chuchos’ ahorita, sí; está más arriba de Jesús Ortega”, dijo Ignacio Suárez Huape, integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) de Morelos.

Suárez es un conocido activista; un hombre relacionado con la izquierda y militante del PRD en Morelos. Aunque es perredista, dice, le cuesta trabajo creer que Morelos está gobernado por un gobierno de izquierda.

“Calderón apoyó a Graco. No apoyó a los candidatos del PAN, lo apoyó a él. Con Enrique Peña Nieto, Graco está pagando los favores que le hicieron para llegar al gobierno. Por eso apoyó al Pacto por México y por eso ha sido el único Gobernador del PRD en el país que apoyó la privatización de Pemex [Petróleos Mexicanos]”, dijo.

El año pasado Graco Ramírez apoyó a la Reforma Energética que finalmente modificó los artículos 27 y 28 de la Carta Magna para abrir al petróleo mexicano a la Iniciativa Privada (IP).

Ramírez dijo en varias ocasiones que la propuesta de Peña Nieto no era privatizadora y que la Reforma Hacendaria era “progresista”. Sobre la iniciativa de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, considerado líder moral del PRD, ni hablar. Graco no la apoyó.

A pesar de las declaraciones contradictorias a todas luces con la campaña de defensa del petróleo de los perredistas, Jesús Zambrano Grijalva, dirigente Nacional del Sol Azteca, declaró que Graco no sería expulsado del PRD y que su opinión era válida y respetada, a pesar de que los líderes del partido no la compartieran.

Después de la votación de la Reforma Energética de Peña Nieto, el PRD anunció que dejaría fuera del partido a dos legisladores locales que votaron a favor de la iniciativa, pero Graco Ramírez fue intocable.

“Es el jefe de los Chuchos [corriente interna del PRD a la que pertenecen Jesús Ortega y Zambrano], él es el estratega y es intocable. No lo pueden tocar, salvo decir que no comparten su opinión. Graco debió ser expulsado del PRD desde hace mucho por traidor, por aliado de Peña en el tema energético”, dijo.

Según diversos activistas, el gobierno de Morelos está lejos de ser de izquierda.

José Martínez, activista de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos (CIDHM), calificó al gobierno actual como “neoliberal, represivo, intolerante y violatorio de los derechos humanos.

“En lo que va del año ya son seis feminicidios, hay detenciones arbitrarias, torturas y abusos policiacos. Cada vez hay más protestas, todos los días en lo que va de enero hemos tenido movilizaciones en Cuernavaca”, dijo.

La violencia parece que se le salió de control a Graco, a cargo de un gobierno más preocupado por cuidar su imagen a través de los medios de comunicación, que con los hechos.

“Para nosotros izquierda significa justicia social, derechos humanos, combatir privilegios. Graco no es izquierda, en términos económicos apoya a la reforma energética, hacendaria. El control de medios de comunicación es muy fuerte en Morelos”, dijo.

Para Micaela Bocanegra, directora de la organización IDEAS, el gobierno perredista no es incluyente ni fomenta la participación real ciudadana.

“Los que se toman en cuenta, no son los activistas, sino todo se da por compadrazgos, amiguismo, eso no es izquierda. Lo que vemos con Graco es que está pagando sus cuotas para llegar a donde está”, indicó.

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Tres días antes de terminar el 2013, un cuerpo embolsado fue encontrado cerca de la casa del Gobernador Graco Ramírez.

La víctima tenía los dedos cercenados y junto a él había un mensaje que decía: “Empieza la limpieza de pinches secuestrados, recoge tu basura Sergio Alberto Navarro León, alias ‘El Panda’, tu pinche puma motociclista tu les pagas a los metropolitanos para protección de estos lacras, los líder CU. Atte El Pancho”.

De acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Morelos lidera la lista con más secuestros durante el año pasado, con un repunte de 80 por ciento frente a 2012. Se encuentra por encima de Tamaulipas, Tabasco, Michoacán y Guerrero.

Con el dato coincidió el think tank internacional Control Risks, que en diciembre pasado publicó el Mapa de Riesgos en el que ubicó a México en el primer lugar, por arriba de países como Afganistán, Colombia e Irak. Los datos revelaron que –hasta el 30 de septiembre de 2013– se registró el mayor número de secuestros por recompensa, es decir, por aquellos por los que se cobra un rescate en el país.

En ese informe se destaca que Morelos es la entidad con el mayor número de secuestros per cápita.

El 6 de enero pasado, el Gobernador Graco removió a su titular de Seguridad Pública, Alicia Vázquez Luna, y nombró en su lugar a Alberto Capella Ibarra. Ese día hubo una jornada violenta que dejó cinco muertos.

Cuatro integrantes de una familia de la comunidad indígena de Xoxocotla, en el municipio de Puente de Ixtla, al sur de Morelos, fueron encontrados muertos.

También se registró la muerte de un reo que se había fugado en días pasados del penal de Atlacholoaya.

Hilario Montaño Montes, quien purgaba una condena por el delito de secuestro, había huido del Centro de Reinserción Social (Cereso) el pasado 3 de enero.

La noticia le costó el puesto al director del penal, Mario Solís Montes, separado de su cargo hasta que se concluyeran las investigaciones.

Pero el prófugo que había sido recapturado un día después, apareció muerto en su celda.  Según varias versiones, Hilario Montaño habría sido asesinado a golpes por empleados públicos, tanto custodios como agentes de la policía.

De acuerdo las versiones extraoficiales difundidas en medios de comunicación, el preso habría recibido una golpiza cuando fue recapturado, pero no recibió atención médica.

Graco Ramírez, Baltazar Garzón y Javier Sicilia. Foto: Cuartoscuro
Graco Ramírez, Baltazar Garzón y Javier Sicilia. Foto: Cuartoscuro

Después de estos eventos, el poeta y líder del Movimiento por la Paz, Javier Sicilia, dijo a Sin Embargo que Morelos era un Estado fallido o un narcoestado, pero no un Estado donde se provee seguridad y paz a sus ciudadanos.

“Si no dan paz y seguridad a la sociedad, simplemente no existen como Estado. Podemos definirlo como narcoestado, Estado fallido; de todas las maneras, pero no como un Estado. Las instituciones tienen sentido si dan seguridad, paz y justicia a sus ciudadanos, sino son simplemente elefantes blancos”, dijo el escritor.

Sicilia, quien a inicios de la gestión del Presidente Enrique Peña Nieto le dio su voto de confianza, hoy está decepcionado del mandatario y de Ramírez Garrido Abreu, quienes hacen caso omiso de la tragedia humanitaria que vive la entidad y el resto del país.

“Graco cuando estaba en campaña ni siquiera entendía la dimensión del problema y habló en demasía diciendo que en 18 meses resolvía esto, y resulta que no, que la situación es sumamente grave. Estamos igual e incluso peor en muchos sentidos que las administraciones pasadas. Se han acumulado los asesinatos terribles, injusticias, pese a la Ley de Víctimas, las injusticias, la falta de verdad, los compromisos de memoria no se ha cumplido. Estamos en un estado de indefensión los ciudadanos”, dijo.

El poeta calificó a Morelos como un lugar atroz, donde la gente tiene miedo de salir a la calle en ciudades como Cuernavaca, donde hay una especie de “toque de queda” con las nueve y media de la noche como límite.

La población se disgregó, dijo, tiene miedo y necesita despertar, salir a las a calles, marchar y exigirle al gobierno lo que le prometió: paz y justicia.

“Hay un alto nivel de impunidad, es una omisión grave, tiene niveles entre 94 y 98 por ciento, estamos diciendo que hay una buena parte de la gente en el gobierno que por omisión o ineficiencia no está haciendo su trabajo, entonces eso alienta al crimen, tenemos funcionarios corruptos. Necesitamos cambios más profundos, un trabajo de la clase política con la ciudadanía y castigos ejemplares a quienes están en la impunidad”, afirmó.

Javier indicó que el problema de Morelos es que opera el crimen organizado en colusión con el Estado.

“Se trata de una violencia del crimen organizado, con operación del Estado. En otros lugares [como Michoacán y Guerrero] la población llegó al límite, hay una reacción defensiva de cierta dignidad de las comunidades amenazadas y víctimas del crimen y un Estado que no está haciendo nada. Aquí la violencia es peor, porque estamos como en el sexenio pasado, una lejanía, corrupción de autoridades y un crimen que está campeando a sus anchas”, dijo.

Dos días después de las declaraciones de Sicilia, Graco Ramírez rechazó públicamente que la entidad sea un Estado fallido y que exista una crisis en materia de seguridad a pesar de los recientes hechos de violencia que se han registrado los últimos días en su entidad.

Durante un foro sobre los derechos de las víctimas, donde estuvieron presentes el jurista español Baltasar Garzón y el poeta Javier Sicilia, Graco Ramírez aseguró que su gobierno le está haciendo frente a un “problema general” y no aceptó que haya quienes pregonen que en Morelos exista una crisis de inseguridad.

A través de un comunicado en la página web de su gobierno, aseguró que entre las acciones inmediatas para atender este tema, durante su primer año como Gobernador, creó el modelo de Mando Único Coordinado Policía Morelos que busca inhibir la delincuencia.

Dijo que Morelos no es un Estado fallido y que tal afirmación carece de sustento.

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